En la zona agrícola núcleo llovieron entre diez y 15 milímetros, según las localidades, contra los casi 150 mm que se necesitan; las mayores precipitaciones fueron en Córdoba
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Durante el fin de semana llovió en gran parte de la zona agrícola núcleo con registros que van desde cinco milímetros hasta más de 26 mm. Sin embargo, los especialistas advierten que las precipitaciones caídas aún no son suficientes para revertir el deterioro de los cultivos de invierno en dicha región, que comprende el sur de Santa Fe, el sudeste de Córdoba y el norte bonaerense, en donde, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) un 70% del trigo está en malas condiciones y hay rindes que se recortarán en un 50%. Además, a pocos días de comenzar la campaña de granos gruesos [maíz, que se siembra desde este mes, y soja, que se implanta desde el mes próximo], sostienen que si bien el agua caída mejora un poco la situación, no alcanza para recargar los perfiles de los suelos, teniendo en cuenta que hoy el 75% del área agrícola atraviesa una situación de sequía.
“Fue un evento que dejo más agua de lo que esperaba, principalmente en Santa Fe y sobre todo en el sudeste de Córdoba. Mientras en Buenos Aires fue menor que lo previsto”, indicó , Cristian Russo, jefe de Estimaciones de la BCR.
No obstante, advirtió: “Son insuficientes porque en general estamos hablando de 10 mm a 15 mm contra los casi 150 mm que se necesitan. Por lo que tampoco estamos hablando de milímetros que realmente cambien la situación de fondo”.
De acuerdo a los datos aportados por el INTA las lluvias fueron “débiles” y “muy dispersas”. Más significativas hacia el oeste y suroeste de Buenos Aires y noreste de La Pampa.
En Santa Fe capital llovieron 31 mm; en Arroyo Seco 5 mm; en Bigand entre 8 y 13 m; en Totoras 13 mm; Casilda 16. Mientras que en la provincia de Buenos Aires en el departamento de Pergamino 5 mm y Junín 4 mm, que son dos de las regiones más complicadas por la sequia. En tanto, en Tres Arroyos 4 mm; Coronel Suárez 19; Bolívar 17 mm; Tandil 4 mm; Pehuajó 5 mm.
En tanto, en la provincia de Córdoba, de acuerdo a lo informado por la Bolsa de Cereales provincial, se registraron precipitaciones en el sector centro-este y sudeste, y los mayores valores se dieron en los departamentos de Marcos Juarez y Unión.
En el caso de Marcos Juárez hubo registros que superaron los 20 mm, tal es el caso Inriville que tuvo el mayor valor con 27 mm. En tanto, en General Baldissera 26 mm; Monte Buey 24 mm; Corral de Bustos 23 mm; General Roca 18 mm; Cruz Alta 17 mm; Leones 16 mm. En este departamento el trigo tiene un promedio histórico de 40 qq/ha, pero por el efecto de la sequía, los ingenieros del área estiman un rinde de 15 a 20 qq/ha. Allí, los cuadros encañan con el 35% del área en malas condiciones y 50% regular.
Mientras que en Unión, el mayor número lo tuvo Alto Alegre con 58 mm. En Monte Maíz llovieron 22 mm; en Bell Ville 14; Corral del Bajo 23 mm; Canals 12.
Esas precipitaciones, si bien para la entidad cordobesa “fueron necesarias para los cultivos de invierno que están próximos a ingresar en su período crítico, no son suficientes para cubrir el déficit hídrico de los últimos meses”.
“Va a ser una semana en donde va a haber muchos productores tentados de salir a sembrar el maíz temprano en la región y que no tienen las condiciones agronómicas para hacer un cultivo que es tan demandante y sensible”, indicó Russo y agregó: “Esto ya paso el año pasado en la región núcleo y tuvimos una muy mala experiencia, así que me parece que en la región el maíz tardío va a seguir siendo una opción importante”
En rigor, la BCR había advertido que, después atravesar el invierno más seco de los últimos 27 años, y con el efecto arrastre de falta de lluvias del otoño y el verano, el campo comienza la campaña con el peor escenario hídrico desde 1995. En este contexto, hay una fuerte preocupación ante la falta de agua en los perfiles para implantar un cultivo como el maíz que lleva consiga una enorme carga financiera. En consecuencia, estiman que el maíz tardío ocuparía el 50% del maíz total en la región, siendo que su participación suele ser menor al 10%.
En línea con lo planteado por Russo, el meteorólogo Leonardo De Benedictis indicó: “Las lluvias llegan muy tarde para muchos sectores, teniendo en cuenta los cultivos de fina, hay algunos lugares pueden ser muy provechoso para la gruesa, pensando en el inicio de campaña y en la recarga de perfil”. Aunque advirtió que esto se dio solo en algunos lugares, en el resto solo fue “humedad superficial y nada más” y que “eso no mejora el panorama”.
En ese sentido, agregó: “Esto corta una racha de meses sin lluvia, pero no es suficiente para afrontar la primera mitad de la campaña gruesa”. En rigor, la BCR indicó que hay un fuerte atraso en la siembra de maíz en la región núcleo. “El año pasado había un 25% sembrado al 15 de setiembre, pero en el 2022 solo hay sembrados lotes muy aislados que no alcanzan siquiera para contabilizar un 1%”, graficó.
Como informó este medio, ya por una disminución en la cosecha prevista con trigo, de 17,7 millones de toneladas contra 23 millones del año pasado, se estima que las exportaciones del cereal caerán en más de tres millones de toneladas y esto significará una merma en los ingresos de más de US$525 millones.
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