Las precipitaciones de los últimos días, que llegaron en abundante caudal a varias regiones, permiten revertir una situación de déficit hídrico; mejora para la producción forrajera
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De cara a la próxima cosecha de trigo sobre fin de año, las lluvias caídas en los últimos días significan un bálsamo para los productores que tienen sembrado el cultivo en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires,
Frente a este panorama, mejoran las proyecciones de producción para obtener 19 y más de 20 millones de toneladas, según las estimaciones. El año pasado se recolectaron 17 millones de toneladas. No obstante, en medio de una situación climática variable resta ver el comportamiento de las precipitaciones en octubre y noviembre.
Para Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ya hubo un alivio con la tormenta de Santa Rosa y ahora se extendió. “A pesar de que en algún momento hubo dudas sobre el aporte que podía hacer la tormenta y la cantidad de agua que iba a traer, finalmente tuvimos una buena lluvia la semana pasada y esta semana continuamos sumando precipitaciones de muy buen volumen en tiempo y en espacio”, indicó.
Es por ello que desde la semana pasada hay acumulados que superan los 100 mm en algunos sectores del este, centro, oeste de Buenos Aires y en La Pampa, San Luis y sur de Córdoba. También Santa Fe y Entre Ríos tuvieron “buenos milímetros”.
En tanto, para el norte del área agrícola, esto es centro, norte de Córdoba y la región NOA y NEA, detalló: “Quizás aún falta recargar o reforzar humedad porque esas áreas no tuvieron tanta fortuna en los milímetros acumulados totales, como si hubo en Buenos Aires, sectores de la Pampa y el sur de Córdoba, dónde se lograron registros superiores a 100 mm en algunos casos”.
En este contexto, el trigo, que estaba empezando a transitar etapas importantes en Córdoba y Santa Fe, logró una mejora. Copati sostuvo: “Hoy en día encuentra un mejor escenario. Un alivio importante con estas lluvias. Y apuntala un poco la proyección de producción”.
Para el especialista, hacia el sur de Buenos Aires y La Pampa, donde el trigo está fenológicamente más atrasado, “estas lluvias también incorporan todo el fertilizante que se vino aplicando durante las últimas semanas. Apuntala mucho el escenario de producción”.
“Estamos afianzando nuestra proyección, que estaba en 19 millones de toneladas y esto a priori reduce significativamente las chances de futuros recortes en esta proyección”, dijo.
Agregó que si esta mejora en la condición hídrica se sostiene durante el resto de septiembre y octubre “muy probablemente hay chances de incluso alcanzar un volumen de producción por encima de los 19 millones de toneladas″.
En tanto, vale recordar que la Bolsa de Comercio de Rosario, que estaba esperando 20,1 millones de toneladas, ahora estima 20,5 millones de toneladas tras las precipitaciones.
Copati no obstante alertó: “Vamos a tener que ver qué pasa con las temperaturas y con las lluvias porque después de este pulso húmedo, que estamos registrando hasta el día de hoy inclusive, se cortan los pronósticos de precipitaciones”.
Puntualizó que también se espera la llegada de La Niña (provoca lluvias por debajo de lo normal), confirmada para los meses de octubre y noviembre. “Si en esos meses el impacto de La Niña no es importante podríamos pensar en una producción superior a los 19 millones de toneladas, qué es lo que estamos sosteniendo al día de hoy”.
Según el experto, estas lluvias registradas en los últimos días también benefician el inicio de la siembra de la campaña gruesa. “Ya empezamos la siembra de girasol que tuvo sus primeros traspiés en el NEA con los problemas de sequía, déficit hídrico, falta de humedad en el suelo durante la ventana de siembra”, explicó. También se abre una buena perspectiva para la siembra del maíz.
“Hay algunos avances aislados, todavía no es masivo porque es temprano, pero esperamos que con estas lluvias entremos de lleno en la ventana de siembra del maíz temprano”, añadió.
“Estas lluvias no solo mejoraron la oferta hídrica de los suelos, sino que también podrían tener un impacto positivo en la napa”, dijo. Indicó que esto podría servir como “sustento en el caso de que La Niña golpee durante octubre o noviembre”.
Producción ganadera
Pablo Ginestet, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), dijo que las lluvias sirvieron para “recomponer los perfiles de toda la provincia, no sólo de Buenos Aires, sino de partes de La Pampa y San Luis”.
“Esas zonas recibieron precipitaciones abundantes, lo que es muy buena para la producción de forraje ahora en la entrada de la primavera”, señaló respecto de la producción ganadera.
“Nos deja bien posicionados para la entrada a la primavera porque normalmente las lluvias hasta octubre no empiezan a ocurrir con cierta generalidad”, comentó.
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