A lo largo de la historia hubo diferentes pestes y epidemias. En Buenos Aires, las más recordadas son la epidemia de cólera en 1867/8 y la de Fiebre Amarilla de 1871. En diciembre de 1870, se supo que en la zona de Paraguay y Brasil se había detectado casos graves de una enfermedad que se sabía poco de su origen. El barco Proveedor, procedente de Paraguay, traía dentro de sus pasajeros un enfermo que provocaría la epidemia que se extendió rápidamente. El primer caso se constató el 27 de enero de 1871. El gobierno decretó un feriado que terminó el 14 de mayo. Se clausuraron templos, escuelas y teatros. Se evitaban los velorios y los muertos se debían enterrar dentro de las seis horas de fallecidos. Hubo casos que se llevaban a la gente aún viva. Se colapsaron los cementerios. El gobernador de la provincia, Emilio Castro, emitió un decreto el 11 de marzo dando cuenta que se establecía una nueva necrópolis, la actual Chacarita y el mismo día autorizó al F. C. Oeste la construcción de un ramal de 5000 metros para facilitar el transporta de los féretros a la nueva necrópolis. Fue dirigida por Augusto Ringuelet que en un mes completó la obra. Circuló por lo que es hoy la Avenida Corrientes A la altura de la calle Bermejo, (Jean Jaures) se construyó una estación que funcionaba como depósito donde se apilaban los cadáveres hasta el momento de se traslado por la locomotora La Porteña a su destino final.
La epidemia no perdonó a nadie, no distinguió edad, género o grupo social. Fallecieron médicos, religiosos y autoridades.
Pero a pesar de esos dramáticos momentos se celebró el Carnaval. La prensa escrita es una muy buena fuente de información para seguir los acontecimientos. El diario El Nacional ofrecía artículos de las mejores fábricas alemanas e inglesas. "¡Apúrense compradores?!" Se invitaba a los vecinos a adornar sus casas. El diario La Tribuna ofrecía su imprenta para toda clase de impresiones, carteles, y le proponía hacerle sus canciones? "todo más pronto y más barato? El diario La República anunciaba que "en Maipú 27 se encuentra el mayor surtido en decoración de balcones. "En Florida 202, se venden pomitos, desde 25 pesos", decían.
En otras secciones, los diarios mostraban la otra cara ,y se informaba la cantidad de fallecidos. Al año siguiente, la nacion recordaba que las comparsas se habían convertido en procesiones fúnebres. El presidente Sarmiento colaboró con "tan solo 100.000 pesos" y se fue a Mercedes donde alquiló una vivienda por 8.000 al mes. Fue muy criticado y se lo llamó "Juan de afuera".
El Ferrocarril Oeste ofrecía pasajes gratis para trasladar a la población a los vagones que en número de cien había dejado disponible en Moreno. También ofrecía cien vagones en Ramos Mejía, en Merlo y en Morón puso a disposición 40 vagones para 1500 familias. El gobierno instaló en Flores cien carpas para alojamiento de familias. En Buenos Aires fallecieron 13.725 personas, puede ser que muchas muertes hayan escapado a las estadísticas.
En 1871 no se tenía idea de las causas de la epidemia de fiebre amarilla. Se necesitó que el médico cubano Carlos Finlay (1833-1915) estudiara el comportamiento de los mosquitos y descubriera que eran los vectores transmisores de la enfermedad. El 15 de agosto de 1881, presentó un trabajo en la Academia de Ciencias Médicas de La Habana donde acusó formalmente al mosquito Aedes Aegypti. El mosquito hembra al picar a un enfermo cuando volvía a picar infectaba a un cuerpo sano. Lo tildaron "el loco de los mosquitos",? un demente inofensivo, de ideas descabelladas. El médico Walter Reed de los Estados Unidos llegó a Cuba y se contactó con Finlay y tras una rígida experimentación, permitió dar una sólida base científica a las ideas de Finlay.
El día del médico, el 3 de diciembre se celebra en honor a su cumpleaños.
Es bueno recordar hechos ocurridos a la humanidad, para comparar, reflexionar y analizar justamente ahora que estamos viviendo unos momentos semejantes.
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