En Coronel Pringles, cansado de que le faenaran animales en su campo, un ganadero dejó las cabezas de dos terneros en la plaza principal del pueblo, frente a la municipalidad; le aplicaron una contravención
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Dos cabezas y una escena dantesca. Santiago Bertolotto salió temprano a ver los animales que tiene en su campo ubicado en las inmediaciones de la ciudad bonaerense de Coronel Pringles. Al llegar al establecimiento, el productor agropecuario descubrió que le faltaban dos terneros que estaban al pie de la madre. Desconcertado, empezó a buscarlos, pero para su pesar, lo único que encontró fueron los restos que dejaron delincuentes que habían ingresado en el establecimiento y los habían faenado. Al ver la escena, el ruralista juntó las cabezas que estaban tiradas, las llevó hasta la municipalidad y, en señal de protesta, las colgó en el alambre del mástil que está en la plaza, frente a la sede comunal.
“Estamos cansados porque la situación es desastrosa, faenan entre cuatro a cinco animales por semana en la zona. Me dedico a comercializar ganado, así que estoy en permanente contacto con los productores y me cuentan como matan vacas, ovejas y caballos”, dijo el productor, que antes de llevar los restos de los animales a la intendencia llamó a la policía para hacer la denuncia.
El hecho de inseguridad que sufrió Bertolotto no es un caso aislado; en la zona, los productores denuncian que todas las semanas delincuentes carnean entre cuatro y cinco animales. En rigor, anoche, la otra victima fue Gustavo Vázquez a quien le carnearon seis terneros de 190 kg y dos vacas Holando de 600 kg cada una, a días de parir. El ganadero dice que va a dejar la actividad. “Me ganaron, ya no tengo fuerzas para seguir produciendo”, comentó conmocionado a este medio.
En tanto, la semana pasada ingresaron en el campo de otro productor, Aldo Mensi, y se llevaron la carne de uno de sus animales
“Da mucha impotencia porque hay demasiada impunidad y eso quita las ganas de hacer. Uno se cuestiona si se justifica invertir en el país siendo que te lo saquean, rompen o te matan los animales y a nadie le importa. Porque el lineamiento tiene que venir de la dirigencia política hacia las autoridades”, manifestó Bertolotto.
Según detalló, la patrulla rural se acercó al establecimiento para buscar si había algún tipo de evidencia, pero no había nada. “Tomaron las muestras para hacer análisis de ADN para en caso de que hagan algún secuestro de carne poder compararla y determinar si pertenece a algún animal que hayan faenado”, detalló.
Por otro lado, el productor relató que mientras estaba frente a la municipalidad llegó la policía urbana que lo reprendió por hacer “una alteración del orden”. Por eso tuvo que ir a declarar a la comisaría, y según le dijeron le van a aplicar una contravención. “Les expliqué que estaba haciendo una protesta porque era la tercera vez que me atacaban económicamente”, cuestionó.
Bertolotto se dedica a la comercialización de hacienda y en 2017 compró un campo de 30 hectáreas en donde cría caballos criollos de raza pura, y vacas que cambia de categoría y luego las vende.
“Tengo clientes que tienen también campos cerca de Pringles a ocho y 10 kilómetros de la ciudad y en el año les roban aproximadamente entre 20 y 30 animales. No estoy exagerando”, aclara. Y agrega: “Es triste porque ya no se puede tener nada, hay que estar permanentemente cuidando todo lo que uno hace con mucho esfuerzo para que igual vengan y como si nada se lo lleven”
Hace tres años al productor le faenaron un potrillo, después le saquearon una casilla que él usaba para poder dormir en otra chacra. “La tuve que vender porque la destrozaron. Tenía 20 metros cuadrados, de madera con buenas aberturas de aluminio, vidrio doble, era una pequeña vivienda, pero la tuve que vender porque me robaron las puertas, los sanitarios del baño, rompieron las piedras. También se llevaron la instalación eléctrica y rompieron todos los vidrios”.
Por su parte, Vázquez relató: “El martes entré al campo a recorrer y estaban todas las vacas, pero hoy (por el miércoles) las volví a contar y descubrí que me faltaban seis terneros”. En cuatro años le carnearon 55 terneros y siete vacas. “Ya no hago las denuncias”, agregó.
Tiene un tambo familiar en el que ordeñan entre 60 vacas que tienen en 130 hectáreas en las afueras de la ciudad. “Voy a cerrar el tambo era mi fuente de trabajo. Tengo 62 años y no quiero seguir luchando más, hoy me sacaron casi un millón de pesos y me va a llevar mucho tiempo recuperarlo. Acá no se puede hacer nada, no hacen nada los políticos, es como si no hubiese policía, ni el fiscal hace nada”, agregó.
Mensi, en tanto,tiene su campo a cuatro kilómetros de la ciudad de Coronel Pringles. Hace una semana entraron delincuentes y carnearon un ternero Aberdeen Angus de 180 kilos, dejaron las vísceras en su campo y la cabeza, en lo del vecino. “Tenemos un cupo anual de robos porque son continuos. Estamos en una crisis porque no vemos respuesta de parte del intendente”, manifestó, en diálogo con este medio.
“Eso nos obliga a los productores a hacer patrullajes durante la noche. Es una tarea que deberían estar haciendo las autoridades porque nosotros pagamos los impuestos para que nos brinden seguridad”, concluyó.
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