La ley 26.093, sancionada en 2006, puso en marcha una nueva política de Estado en materia de combustibles líquidos, propiciando la mezcla de biocombustibles con los de origen fósil. La implementación efectiva del corte con biocombustibles se inició en 2010 y las nuevas plantas industriales elaboradoras de bioetanol a partir del almidón de maíz comenzaron su producción en 2012, constituyendo estas una de las industrias más jóvenes de la Argentina.
Hoy nuestras naftas contienen doce por ciento (E12) de bioetanol, cuyas materias primas de origen son el grano de maíz y la caña de azúcar. Lejos está aún nuestro país del corte de Brasil de hasta un 27,5% de bioetanol anhidro en naftas (que además utiliza el alcohol hidratado al 100% en su flota de vehículos con motores flex) y de Paraguay con su E25. Sin pretender llegar a esos elevados (aunque posibles) cortes de bioetanol en naftas, como próximo paso, nuestro país debe implementar en el corto plazo un E15, lo que significa cortar las naftas con el 15% de bioetanol anhidro.
Muchas son las razones que justifican un próximo E15:
- La industrialización del grano de maíz aumenta el agregado de valor local, y por consiguiente, genera más empleo en el interior del país. Una suba de 3 puntos porcentuales en el corte de las naftas, significaría la producción adicional de 300.000 m3/año de bioetanol, lo que representa unas 750.000 toneladas de maíz por año de industrialización adicional. Más mano de obra calificada -profesionales universitarios y terciarios, técnicos, operarios- se insertarían en el mundo laboral manteniendo el arraigo familiar y territorial.
- La mejora en nuestra matriz energética, reemplazando 300.000 m3/año de naftas, contribuirá a la sustitución de importaciones (en el año 2022 se importaron 1.166.000 m3 de naftas por un valor CIF de US$1000 millones), con su impacto favorable en el balance de divisas.
- El aporte de los coproductos -solo del almidón de maíz se produce el bioetanol- como son los granos destilados y solubles, conocidos como burlanda (concentra las proteínas, minerales, aceite); contribuyen a abaratar las dietas de nutrición de los animales destinados a la producción de carne y de leche. Además, se recupera dióxido de carbono contenido en el grano de maíz, con destino a bebidas gasificadas y otros usos industriales.
- La mejora en la huella de carbono, dado que el bioetanol de almidón de maíz ahorra un 70% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con respecto a las emisiones de la producción de nafta. Las plantas industriales productoras de bioetanol de ese origen han logrado certificar tal ahorro de emisiones, contadas desde la implantación de la semilla de maíz, el desarrollo del cultivo y su cosecha, la logística de acopio y transporte del cereal, su industrialización y el transporte del bioetanol hasta el punto de corte de la petrolera. Este tema es muy relevante para el calentamiento global y el cambio climático.
- El bioetanol es un combustible limpio y contribuye a la mejora de la calidad del aire que respiramos. Disminuye los riesgos de enfermedades respiratorias originadas por la combustión de los combustibles fósiles. Más uso de bioetanol es mejor para la salud pública.
- El bioetanol es la fuente de octanaje más barata para la mejora de la calidad de las naftas. Además, sustituye otras fuentes de octanos, muchas de ellas dañinas para la salud de las personas.
- Un mayor corte de bioetanol en las naftas requerirá del nacimiento de nuevas plantas industriales y/o ampliaciones de plantas existentes en locaciones del interior con alta producción de maíz y alejadas de los puertos, lo que contribuye a un país más federal, y con una posible mejora en la logística de transporte.
- La suba de 3 puntos que representaría pasar del actual E12 al nuevo E15, no requiere cambio alguno en los actuales motores de los vehículos que se utilizan en el país. Un salto a mayores cortes como E27 de Brasil o E85 como en Francia y EE.UU., necesitaría de motores flex, o la incorporación de un kit de conversión.
- Siendo una industria muy joven -las plantas industriales de bioetanol de almidón de maíz se han puesto en marcha en los últimos 10 a 12 años- la curva de aprendizaje para la producción de este biocombustible está concluida. La Argentina tiene excedentes de maíz que exporta como grano, tiene capital humano y tiene tecnologías para producir bioetanol a costos competitivos a nivel global (corrigiendo algunas asimetrías de costos con respecto a EE.UU. y Brasil).
- La electromovilidad de nuestro parque automotor no es una solución económicamente factible de implementar en la Argentina. La solución para una matriz energética más limpia y sostenible, radica en mayores usos de biocombustibles, donde mayores cortes de bioetanol en nafta (E15 en el corto plazo y en el futuro mediato cortes similares a Brasil) es una solución viable.
El autor es presidente de la Cámara de Bioetanol de maíz
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