Por la falta de lluvias se cosechará un 30% menos que lo estimado al comienzo de la siembra, según un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
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Por los efectos de la sequía, la Argentina vive una de las mayores crisis productivas de su historia. Según un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, la zona núcleo tendrá la producción más baja de soja de los últimos 14 años, que será de 12,4 millones de toneladas, un 30% menos de lo esperado al momento de la siembra. En rigor, hay dos millones de hectáreas en condiciones regulares y 670.000 en malas, de las que ya se consideran perdidas 185.000 hectáreas. Respecto de lo que se estimaba hace tres semanas, esto significa un recorte de 1,4 millones de toneladas.
En este contexto, con el 55% de la soja de la región en condiciones regulares a malas, y a pesar de que se esperan precipitaciones de moderada a fuerte intensidad que se mantendrán hasta el lunes 28 inclusive, en la entidad bursátil sostuvieron que es “muy probable” que sigan realizando ajustes negativos.
La estimación efectuada esta semana “da por el piso” lo esperado al inicio de la temporada de siembra, cuando el horizonte productivo era de 17,7 millones de toneladas, dijo el GEA. En ese momento la entidad esperaba que, pese a ser la siembra más baja de los últimos 14 años, el alto nivel tecnológico aplicado al cultivo apuntalara la posibilidad de alcanzar los 40 quintales por hectárea de soja en la región.
Si bien llegaron las lluvias, el GEA detalló que no fueron para todos y la sequía alcanzó al 70% de la región núcleo. “En la franja central, en la región núcleo, la imagen de las lluvias de la última semana (las del fin de semana y las de las últimas horas) muestran que el oeste ha recibido lluvias significativas de 60 a 30 mm. Estas representan casi el 50% de la oferta hídrica acumulada hasta ahora en febrero, pero han llegado recién en la tercera semana del mes”, expresó.
“También se ve la gran heterogeneidad y que en el territorio santefecino los registros estuvieron por debajo de los 30 mm, sobre todo en los alrededores de Rosario. Lamentablemente, pese a las lluvias, el área con reservas escasas y sequía ha vuelto a expandirse y alcanza al 70% de la región núcleo. Para revertir estas condiciones y torcerle el brazo a la sequía en el norte de la región harían falta 100 a 140 mm”, agregó.
En este escenario, informó que se duplicaron los cuadros en condiciones malos y subieron los regulares pese a las lluvias: de un 7% pasó a un 15% el área de soja de primera mala y de 38% a 45% la regular, en los últimos 7 días.
“Como suele pasar en estas campañas, hay una enorme variabilidad de condiciones de soja de primera, sobre todo en el área del centro sur de Santa Fe. Hay zonas aisladas, como islas beneficiadas por un extra de milímetros en extensas zonas castigadas por la falta de agua”, expresó. El Trébol y Carlos Pellegrini, por ejemplo, están entre esos casos afortunados y podrían alcanzar los 40 qq/ha.
A pocos kilómetros, la otra cara, en Cañada Rosquín, hay mermas de rinde de un 40% por la mala condición del cultivo. En gran parte de los alrededores de Rosario, la altura del cultivo no supera los 40 centímetros. “Si llueve puede recuperar algo de peso, pero la ganancia va a ser muy poca, otros podrían tener alguna reacción y mejorar el número de chauchas pero en muchos otros, nada”, advirtieron los asesores de la entidad. Estiman rindes de 17 a 25 qq/ha si llueven más de 50 mm.
Hacia el sur provincial, como en Bigand, se observan caída de vainas y lotes con sectores de plantas totalmente secas. “Aun con buenas lluvias, el aumento de rendimientos será muy bajo”, precisó. Se espera un promedio de 20 qq/ha.
En Rojas, en el nordeste bonaerense, se requieren al menos de 30 a 40 mm para que no continúen las caídas de rendimiento. “Allí, el 70% de los lotes está entre regular a malas condiciones. Hacia el este cordobés, la oleaginosa de primera logró recuperarse tras las últimas lluvias, pero presenta daños en el potencial. La contracara sigue siendo el noroeste bonaerense. En General Pinto, el cultivo se encuentra en muy buenas condiciones y podría alcanzar 35 quintales de promedio, aunque el rinde fluctuaría entre 22 a 48 qq/ha”, indicó.
En lo que respecta al maíz temprano, la situación es similar. “El avance ya es del 22% porque muchos se están adelantando a cosechar con humedades por encima de los límites de comercialización porque los lotes se están volcando. Los rindes cosechados hasta ahora no son nada buenos”, expresó.
En suelos de Cañada de Gómez, ejemplificó, “arañan” los 30 qq/ha y en otros cuesta alcanzar los 50 qq/ha. Los asesores dijeron: “Los camiones se llenan al tope, pero no pesan”. La sorpresa es que el peso es inferior a lo que esperaba. En Cañada Rosquín ya levantaron el 30% del maíz temprano: los rindes son un 50% inferior a la anterior campaña. En Rojas, los primeros lotes trillados son los peores y están arrojando 40 qq/ha. Pero lo que sigue tampoco es bueno, porque esperan que la media zonal sea de 60 qq/ha. En El Trébol estiman mejores rindes, entre 80 a 90 qq/ha, al igual que en Monte Buey con 75 a 85 qq/ha, pero son productividades muy inferiores a las que se manejan en el área.
Campaña de trigo
En la BCR advirtieron que los productores no están planificando la siembra triguera porque están muy preocupados por esta campaña gruesa, en la que sigue faltando agua y no saben ciertamente cómo van a rendir los lotes
“Dicen que ‘solo después de que se tengan los números finales de ésta campaña podrán evaluar la factibilidad económica de afrontar un cultivo u otro’. O sea: quieren saber cuánta plata dejará la gruesa 2021/22 para invertir en el ciclo que viene porque habrá muchas decepciones y deudas por rindes que estarán entre el 20 y el 70% de lo que se planificaba a la siembra”, sostuvo el informe de la BCR.
Sin embargo, hay otro problema de fondo: “Los asesores señalan que la otra variable definitoria será el agua disponible en los perfiles a la siembra, más allá de los precios de los insumos o del cereal”.
Los técnicos coinciden en que desde hoy a fin de mayo deberían llover 200 mm para considerar sembrar. “Con un evento “La Niña” extendiéndose con una probabilidad del 77% hasta marzo-mayo de 2022 y una transición a la neutralidad, con un 56% de probabilidad durante mayo-julio 2022, la Argentina no tiene las mejores cartas en la mano para recibir el agua necesaria para sembrar 7 millones de hectáreas esta vez”, concluyó la entidad.
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