Dos empresas distintas en dos países también diferentes, pero dos empresas ligadas al campo y con algunos argumentos casi similares para justificar su expropiación.
En octubre de 2010, el célebre "exprópiese" con el cual el fallecido presidente Hugo Chávez expropió decenas de empresas de Venezuela llegó hasta las puertas de AgroIsleña, una firma fundada por el empresario de las Islas Canarias Enrique Fraga. AgroIsleña, inmediatamente cambiada de nombre por Chavéz a Agropatria, cumplía un rol fundamental en el agro venezolano.
A diferencia de la cerealera argentina Vicentin, que está volcada más al negocio de la exportación de granos y subproductos y ahora el Gobierno de Alberto Fernández la quiere expropiar, AgroIsleña estaba enfocada fundamentalmente en la provisión de insumos para el campo venezolano.
Tenía unas 60 sucursales en distintas regiones de Venezuela donde suministraba desde semillas, fertilizantes a agroquímicos. Brindaba, además, asistencia financiera a los productores e inclusive tenía una decena de plantas procesadoras. Por otra parte, exportaba productos a varios países.
Según productores venezolanos a los que consultó LA NACION, con su presencia era responsable de abastecer al menos el 45% de lo que necesitaba la agricultura venezolana.
"AgroIsleña fue un muy importante músculo financiero y operativo del campo venezolano. Estaba creciendo de una manera acelerada y organizada. Tenía una amplia gama de insumos, para diversos cultivos ( todos los más importantes de Venezuela ) incluso financiaban equipos y maquinarias que uno amortizaba según el convenio con arrime de cosecha a sus silos", contó a LA NACION Carlos Albornoz, vicepresidente de la Confederación de Agricultores de Venezuela y de la Federación Nacional de Ganaderos cuando se concretó la expropiación.
Hoy, según remarcó Albornoz, la sucesora Agropatria manejada por el Estado "operativamente está quebrada". El productor remarcó que hoy solo se consigue solo el 10% de los insumos que antes y solo un 14% de la maquinaria está con su vida útil funcional.
Agropatria sigue con sucursales, y de hecho promociona sus acciones en su cuenta de Twitter, pero nunca volvió a ser lo que era en cuanto al volumen de abastecimiento de insumos para el campo venezolano. Para muchos, gran parte de crisis alimentaria en Venezuela está ligada a que la firma dejó de ser gravitante.
"AgroPatria jamás fue, ni en sus comienzos, lo que significó AgroIsleña. En realidad fue una excusa para golpear el apto (campo) productivo Venezolano e ir haciendo dependiente al ciudadano de los programas de ayuda", señaló.
El lunes pasado, al anunciar la expropiación de Vicentin, Fernández habló de que se trataba de un "rescate" a una empresa que afronta un pasivo declarado por casi $100.000 millones. En la conferencia de prensa que compartió con el ministro de Producción, Matías Kufas, el designado interventor en Vicentín Gabriel Delgado y la senadora kirchnerista Anábel Fernández Sagasti, también se habló de "empresa testigo" y de "soberanía alimentaria".
Chávez, en su expropiación, también recurrió a un concepto parecido. En rigor, en los fundamentos del decreto de expropiación habló de "garantizar la soberanía y seguridad agroalimentaria de la Nación". Venezuela, que cubría la producción de más del 70% de sus alimentos, pasó al 21/23% después de una seguidilla de expropiaciones donde, además de empresas, fueron confiscadas miles de hectáreas de campos que eran productivos y luego cayeron su producción.
"Lo que ocurrió con AgroIsleña no fue expropiación. Fue un burdo robo con militares que ocuparon las instalaciones y nombraron directivas", señaló el exvicepresidente de la Confederación de Agricultores de Venezuela.
AgroPatria sigue existiendo aunque, destacó Albornoz, "operativamente está quebrada pero no será anunciado como tal". Agregó que algunas de las AgroPatria "están con las puertas abiertas pero sin nada que ofrecer".
A través de las diferentes alianzas con el Consorcio Agroalimentario del Sur (Agrosur), Agropatria y la gobernación del estado Guárico, el Gob @josemvasquez, realizó la entrega de insumos agropecuarios a 150 campesinos del punto y círculo en San José de Tiznados, municipio Ortiz. pic.twitter.com/pejXyWw4dA&— Gobierno de Guárico (@Gob_Guarico) June 4, 2020
"El Gobierno siempre apela a los controles. La inflación en Venezuela siempre ha sido muy alta, por diversos motivos. El alto costo de la vida debía tener un responsable distinto a quien no controló gasto público, generaba dinero inorgánico, etc. Entonces, se apeló a la excusa de la expropiación de AgroIsleña para evitar el monopolio de la producción de alimentos y bajar el costo de la comida", recordó el productor.
La expropiación dio lugar a demandas y planteos internacionales de sus dueños. Una expropiación que, según remarcó Albornoz, nunca se pagó.
La historia de la expropiación de AgroIsleña no significa necesariamente que vaya a ser la historia de una expropiada Vicentin. Sin embargo, muchos productores hoy ven con desconfianza la intromisión oficial en la cerealera.
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