Según el Ieral, el consumo de productos aviares se expandiría este año un kilo por habitante mientras caería 6,7 kilos en el rubro bovino
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CÓRDOBA.- En el “país de la carne” -como se la llama a la Argentina en el mundo-, en los últimos 24 años, período tras período se consumió en promedio 1,1 kilos menos de carne bovina por habitante, uno kilo más de aviar y medio kilo más de cerdo. El sustituto principal de la carne vacuna es la de pollo, que logró compensar “casi a la par” la caída de su consumo. El aumento de la demanda de la de cerdo se explica, en parte, por el reemplazo de la bovina, pero en mayor medida por subas marginales del consumo total por habitante.
Los datos se desprenden de un análisis realizado por los economistas Franco Artusso y Martina Abduca del Ieral, de la Fundación Mediterránea. El año pasado la producción de carne aviar -a pesar de la crisis sanitaria (gripe aviar)- se mantuvo estable en la Argentina: fueron 2,29 millones de toneladas, un nivel muy similar al de los últimos años, apenas 1,3% por debajo del 2022.
Según las estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el consumo de carne por persona en la Argentina disminuiría 4,3% interanual en este 2024 (cinco kilos menos que en 2023). Los 6,7 kilos menos por habitante estimados para la carne vacuna no serían compensados por una mayor ingesta de pollo y cerdo, que aumentarían un kilo y 0,7 kilos, respectivamente.
Estas proyecciones implican continuidad de las tendencias del consumo (se contrae la carne vacuna, crecen las carnes aviar y porcina), pero discontinuidad en la tasa de sustitución.
La Argentina fue el séptimo país en el que más carne aviar se consumió por persona en 2022/23, y de acuerdo a las proyecciones del USDA, mantendría la posición este año. A la cabeza del ranking está Qatar con unos 60,4 kilos por habitante por año, mientras que a nivel local son 46,8 kilos.
Los economistas advierten que analizar una sola carne y comparar con países de alto consumo puede llevar a conclusiones erróneas sobre las posibilidades de crecimiento en el mercado local e incluso contradecir aspectos nutricionales básicos. Es “más correcto” ampliar la perspectiva, incluir las otras carnes y tener como referencia países de elevado consumo total de proteínas animales, más parecidos a la Argentina.
Así, en relación a los 12 países que más carnes consumen en el mundo, la Argentina ocupa el segundo lugar del ranking con 116 kilos totales por habitante año, apenas por detrás de Estados Unidos (4,7 kilos menos), pero bastante por encima del tercero y el cuarto, Australia (15,3 kilos más) y Brasil (19,3 kilos más). En ese grupo, el mercado local es el mayor consumidor de carne vacuna, el tercero de pollo y el decimoprimer consumidor de cerdo.
Crecimiento
Al analizar las posibilidades de crecimiento en el consumo interno de pollo, una referencia válida es compararse con Estados Unidos por ser el país más similar en términos del nivel total de ingesta cárnica y del grado de competencia que tiene el pollo con el resto de las carnes.
Bajo un escenario optimista, en el que crece el consumo total de carne por persona y la aviar continúa avanzando sobre la vacuna según la tendencia 2009 – 2023, ésta podría escalar todavía unos 6 kilos per cápita hasta encontrar su “techo” en torno a los 53 kilos por habitante año.
En un contexto más pesimista, en el que evoluciona el consumo total de carne por persona, pero se detiene la sustitución de carne vacuna por aviar y ésta avanza marginalmente por mayor ingesta general, el “techo” sería de unos 49 kilos por habitante año.
“En cualquier caso, el análisis concluye que el consumo interno de carne aviar estaría actualmente bastante próximo a su máximo”, indica el trabajo de los economistas.
Precios
Sobre la dinámica de los precios internos, en precios constantes a enero último, el kilo de pollo tuvo un promedio de $1778 por kilo en 2023, lo que implica un aumento del 3,3% real interanual. Consolidó así su tercer año consecutivo ganándole a la inflación, “revalorizándose 12,5% en términos reales entre 2020 y 2023″. Si se amplía la perspectiva y se ignora el leve traspié de 2019/20, viene creciendo a un ritmo de 3,7% real anual desde 2017.
Los datos muestran que se encareció en relación a la carne porcina y se abarató en relación a la bovina entre 2007 y 2023. En 2007 con un kilo de pollo se podían comprar 0,38 kilos de carne porcina y 0,48 kilos de bovina; el año pasado fueron 0,49 kilos (+27% “punta a punta”) y 0,34 kilos (-29%), respectivamente.
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