El complejo integrado por el grano, el aceite y la harina de la oleaginosa tendrá ventas al exterior por US$18.000 millones, por encima del promedio de las últimas cinco campañas, pero aún debajo de los registros de los ciclos 2020/21 [US$20.600 millones] y 2021/22 [19.900 millones de dólares]
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Las exportaciones del complejo soja, el de mayor ingresos para el país, dejarán en 2024 unos US$18.000 millones, 10.000 millones de dólares más que este año afectado por una caída productiva y de ventas al exterior a causa de la sequía. En rigor, 2023 está finalizando con colocaciones en el mundo de este complejo por unos US$8000 millones, el peor registro en casi dos décadas.
El dato lo dio a conocer la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y representa un alivio tanto para los productores que necesitan recuperarse del impacto económico de haber tenido una pobre producción, como para el próximo gobierno que verá un mejor nivel de ingreso de divisas.
“En la Argentina, el 30% de los dólares que ingresan por exportaciones proviene del complejo agro. Es por ello que la reactivación de la industria clave para el comercio exterior argentino se espera como maná del cielo. Para el ciclo actual, se estiman exportaciones netas del complejo soja por apenas US$8000 millones, el valor más bajo en casi 20 años, desde la campaña 2003/04″, indicó la entidad.
Luego señaló: “Mientras tanto, para la nueva campaña 2023/24 y fruto de la recomposición productiva, se proyecta un ingreso de dólares por exportaciones netas de poroto de soja y productos derivados por US$18.000 millones, 10.000 millones más que la campaña pasada y por encima del promedio de los últimos cinco años, aunque aún debajo de las marcas de 2020/21 [US$20.600 millones] y 2021/22 [19.900 millones de dólares]”.
Para tener en cuenta, habrá que esperar al menos hasta abril próximo para ver un buen ritmo de entrada de dólares. Al respecto, la BCR indicó: “El grueso de los ingresos por ventas al exterior históricamente se da en los primeros dos trimestres de la campaña, que representan en promedio el 61% del valor de las exportaciones. Así podría esperarse una normalización en los volúmenes de comercio externo a partir del mes de abril del año próximo”.
Las últimas lluvias sirvieron para cortar una sequía que continuaba en diversas regiones y que complicaban el avance de la siembra de la soja 2023/2024. Sobre este punto dio cuenta en su último informe la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que apuntó: “Se inicia la siembra de soja, cubriendo el 6,1% de las 17,1 millones de hectáreas proyectadas para la campaña 2023/24. Si bien se registra un adelanto interanual en las labores de 2,4 puntos porcentuales, la demora en la siembra con relación al promedio de las últimas cinco campañas es de 13 puntos porcentuales”.
El reporte de la entidad agregó: “Este progreso se debe principalmente al avance alcanzado en ambos núcleos [sur y norte de la región central], el norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires, sur de Córdoba y Entre Ríos, donde las lluvias precedentes han dejado humedad superficial para iniciar las labores”.
La Bolsa de Comercio rosarina también se refirió al cambio de expectativas para la campaña y proyectó una cosecha de 50 millones de toneladas, por encima de los 20 millones de toneladas del ciclo marcado por el golpe de la sequía.
“Octubre se ha convertido en un mes de definiciones para los cultivos argentinos. Las ansiadas lluvias permitieron recomponer el perfil de humedad de los suelos en regiones claves, pese a que hacia el oeste de Buenos Aires y centro norte de Córdoba aún se requiere sumar más milímetros. Ello, combinado con la mayor superficie sembrada en seis años, con 17,4 millones de hectáreas, permiten proyectar una producción de soja de 50 millones de toneladas; ello es, dos veces y media la obtenida el ciclo anterior”, detalló en el informe.
La organización amplió su análisis a la oferta total con la cual se dispondría teniendo en cuenta lo que pasa de una campaña a la otra y las posibles importaciones para las plantas de procesamiento.
Proyección
“Sumado el carry entre campañas y la previsión de importaciones, la oferta total de soja en la Argentina se estima en 58 millones de toneladas, en línea con el promedio de las últimas diez campañas y un 54% más que la 2022/23. Con ello puede preverse que el procesamiento de la industria aceitera crecería a 39 millones de toneladas, un aumento cercano al 50% respecto al ciclo previo”, señaló.
Las huellas de la sequía se pueden ver hasta en el impacto en la performance de la Argentina en el mundo, donde en el caso de la harina de soja venía siendo la principal exportadora. Pero este año ya no ostenta eso.
En rigor, el está perdiendo el primer puesto como exportador de harina de soja a manos de Brasil. Según informó la BCR en un reporte del último mes, las ventas al exterior de harina de soja argentina finalizarán el año con una merma del 21%, a 21,1 millones de toneladas, mientras Brasil pasará a colocar en el mundo 21,5 millones de toneladas.
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