Según un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las hectáreas efectivamente implantadas con soja y maíz se encuentran un 40% por debajo de lo realizado en el ciclo pasado
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La siembra de maíz y de soja tiene el nivel de avance más bajo de los últimos 22 años, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). La situación responde a la falta de humedad suficiente en los lotes debido a la sequía. En la campaña 2021/2022, entre exportaciones de poroto, aceite y harina las ventas al exterior del complejo soja alcanzaron casi 40 millones de toneladas por US$23.841 millones. En tanto, el maíz contribuyó con 40 millones de toneladas por US$9295 millones.
De acuerdo a un reporte de la entidad, las hectáreas “efectivamente” implantadas con esos cultivos en lo que va de la campaña 2022/2023 están un 40% por debajo de lo registrado el año pasado para la época. Versus los 8,64 millones de hectáreas de 2021, para este ciclo la BCR aguarda una superficie de 7,9 millones de hectáreas en maíz. En tanto, subiría de 16,1 a 17,1 millones de hectáreas en la soja.
“El avance de la siembra gruesa viene atrasado por falta de agua en amplias zonas de nuestro país. Un tercer año Niña consecutivo afecta con especial énfasis a los dos principales cultivos argentinos, con una humedad de suelos muy limitada por niveles de lluvias sostenidamente por debajo de la media. En este marco, la siembra de maíz y soja en la Argentina se encuentra en torno a los 6 millones de hectáreas, un 40% por debajo del avance del año pasado. No conforme con ello, este volumen de hectáreas efectivamente cubiertas es el más bajo desde la campaña 2000/01, marcando el avance de siembra más lento en 22 años”, indicó el reporte de la organización.
Para la Bolsa rosarina, en el caso del maíz, según datos oficiales se sembró 3,3 millones de hectáreas, “el 32% del área de intención y la superficie más baja para esta altura del año desde la campaña 2015/16″.
Por el lado de la soja, en tanto, las 2,8 millones de hectáreas cubiertas a la fecha “representan la superficie más baja para mediados de noviembre desde el año 2000/01″.
El menor ritmo de avance de la siembra provocará menor producción, que llegue más tarde al mercado y, además, tenga un efecto sobre el ingreso de divisas. Al respecto la BCR señaló: “En un marco de tensiones en las cuentas externas argentinas, esta demora en la siembra tendrá su impacto en la producción que veremos en algunos meses, teniendo en cuenta que entre los complejos soja y maíz se explicaron más del 42% de las exportaciones en 2021″.
En el caso puntual de la oleaginosa, el potencial de rinde será el más bajo de los últimos 12 años porque el 76% del cultivo de primera siembra [corresponde a la implantación de octubre y parte de noviembre] en la zona núcleo “se sembrará fuera del período dónde se obtienen los máximos potenciales”.
“Como resultado, el potencial de rindes del cultivo (el techo de productividad alcanzable) se ajusta a la baja. Si bien las recientes lluvias han traído alivio a muchas zonas productoras, las últimas precipitaciones fueron insuficientes para el 75% de la región pampeana”, apuntó la entidad.
Respecto del maíz, en los departamentos de Santa Fe “no se superó ni la mitad de la superficie objetivo”, cuando en 2021 ya se había pasado la marca del 70% a esta altura del año. Luego amplió: “En la provincia de Buenos Aires, la siembra maicera lleva la mitad de avance que el año pasado, con un 36% de coberturas sobre el área objetivo, lejos del 73% de la campaña anterior”.
“Si bien mayoritariamente se buscará mantener el esquema de maíz y soja que se viene planteando en términos de siembra, el sostenimiento de este dependerá de cómo se den las lluvias en las próximas semanas, y existe el riesgo de que aún más hectáreas pasen a soja. Este potencial desplazamiento tendría variados impactos sobre la producción y la exportación agroindustrial”, señaló.
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