Según un informe de expertos de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín, la menor producción en trigo representará una pérdida de exportaciones por más de US$4000 millones
- 4 minutos de lectura'
Un informe alertó que el impacto de la sequía en el PBI ya implica como efecto económico alrededor del 0,6% por la baja en la producción del trigo. En las estimaciones que realizaron economistas expertos, se dejarían de percibir divisas por más de 4000 millones de dólares, a precios del cereal a noviembre de 2022.
Los datos surgen de un estudio de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín. El cálculo se hizo considerando la pérdida de 10,6 millones de toneladas del cereal.
Ahí también señalan que, desde el punto de vista fiscal, “el descenso en la recaudación a valores de noviembre de 2022, en más de 43.000 millones de pesos [en tributos nacionales como IVA, Ganancias, Impuestos a los Débitos y Créditos Bancarios, Impuestos a los Combustibles] sumados a los $80.460 millones por derechos de exportación, tienen un importante impacto en las arcas públicas nacionales, así como también los casi 6200 millones de pesos por Ingresos Brutos que perciben las provincias”.
De acuerdo con el relevamiento realizado por los economistas Adrián Gutiérrez Cabello y Agustina Ciancio, a partir de las proyecciones de precios y evolución de la economía en 2022, los 10,6 millones de toneladas menos tendrían un impacto equivalente de aproximadamente el 0,6% del PBI. “En términos de exportaciones considerando el precio FOB del trigo de principios noviembre, son 4080 millones de dólares [de pérdida]”, puntualizaron.
Según el reporte, con la pérdida de 10,6 millones de toneladas de trigo se generarán otros importantes efectos en la economía nacional. Este cereal es el tercer cultivo en importancia detrás del maíz y la soja. Es el principal insumo para algunos de los principales alimentos en la Argentina, como son los productos panificados, galletitas y pastas.
Habrá un impacto, por ejemplo, sobre los viajes por camión, entre otras actividades vinculadas con la producción. “El flete o transporte es el principal componente del costo de comercialización; por cada millón de toneladas menos producidas se pierden alrededor de 33.333 fletes, bajo el supuesto de 30 toneladas por camión”, indicaron.
Agregaron: “La estimación de una pérdida de 10,6 millones de toneladas equivale a 353.333 viajes en camión (ida y vuelta) que no se realizarán. La merma en la facturación del sector transporte, de acuerdo con los valores vigentes (CATAC) a noviembre de 2022 es de 54.791,3 millones de pesos”.
Para los economistas, “la caída en la facturación tendrá un impacto directo en los centros productivos por el menor ingreso que tendrán los productores, a la vez que afecta a todos los servicios que se generan por la producción”.
“La pérdida de ingresos irremediablemente afectará en forma indirecta a los ingresos de la población”, advirtieron.
Entre los cálculos sobre los efectos fiscales que realizaron Gutiérrez Cabello y Ciancio se da cuenta que aproximadamente ocho de cada diez pesos que se pierden de recaudación corresponden al Impuesto a las Ganancias, seguido por el Impuesto al Valor Agregado (11%). El resto lo componen Impuestos a los Combustibles (2%) e Impuestos a los Débitos y Créditos Bancarios (3,1%). Por el carácter de coparticipables de estos, no solo se ven afectados los ingresos públicos nacionales sino que además los provinciales y municipales.
El impacto, entre otros sectores, también se sentirá en quienes brindan el servicio de recolección del cultivo. “El servicio de cosecha tiene una caída en su facturación en alrededor de $4600,4 millones por aquellas hectáreas que directamente no será cosechadas. Esto lleva a una menor demanda de mano de obra, posibilidad de compra de maquinaria agrícola, consumo de combustible y lubricantes entre otros”, remarcaron.
Explicaron: “En estimaciones realizadas, por cada cien pesos que crece la facturación del sector agrícola en la industria de maquinaria agrícola se incrementa cinco pesos. La caída en la producción, tal como se presenta, equivale a una pérdida aproximada de 118.520 horas de trabajo de cosecha que incluyen la actividad de cosechadoras y tractores. Esta disminución en la carga de trabajo, por las hectáreas perdidas implica una reducción en las ventas de gasoil estimada en 7,64 millones de litros”.
El trabajo también abordó la cuestión de la pérdida de salarios. “El costo del personal destinado para la cosecha es de 14.787 pesos la hora. De esta forma, la pérdida de ingresos asciende a 1752,5 millones de pesos que incluyen salarios, cargas sociales, etc”, indicó.
Agregaron que “en las actividades correspondientes acopio de la producción y paritaria tendrían una pérdida de ingresos por ventas o comisiones de 6095,5 millones y 5921,4 millones, respectivamente”.
LA NACIONOtras noticias de Comunidad de Negocios
Más leídas de Campo
“Mi puerta al mundo”. Un ejecutivo argentino fue designado presidente de una organización global de multinacionales
Polémica en un municipio. Descubrieron que le pagan a un intendente una millonaria cifra por una tasa y se llevaron una sorpresa al ver cuánto gastaría
Premio. Las fotos de una noche de gran reconocimiento para los hacedores del agro
Advertencia. El CEO de una cadena francesa de supermercados no quiere comprar carne del Mercosur