Empresarios de la industria frigorífica solicitaron a Cancillería que se activen tratativas con el fin de que el cupo de 20.000 toneladas hacia ese país pueda ser mayor
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La industria frigorífica exportadora argentina quiere que el Gobierno negocie con Estados Unidos la ampliación del cupo de carne a ese país. Actualmente, la Argentina tiene una cuota no arancelaria de 20.000 toneladas y fuera de esta se paga el 26% de impuestos para ingresar a ese destino. En el primer cuatrimestre de este año se enviaron 8539 toneladas. En el sector privado no pasa inadvertido el dato de que el presidente Javier Milei tiene una buena relación con ese país. No obstante, un punto no menor es que esa nación está en un pleno proceso eleccionario lo cual podría demorar definiciones.
La solicitud surge a partir de un déficit de carne vacuna que sufre en este momento Estados Unidos. Ante eso, los empresarios de la industria le pidieron de manera informal a la canciller, Diana Mondino, que interceda para poder ampliar esa cuota libre de aranceles. El argumento es que países como Australia y Nueva Zelanda tienen cuotas que se acercan a las 300.000 toneladas, valores relativamente altos que pocas veces llegan a cumplir. La intención es que de las 100.000 que suelen sobrar entre esos países la Argentina pueda utilizar parte de estos cupos. LA NACION no obtuvo respuestas del Gobierno ante una consulta sobre los pasos que tomará frente a la solicitud empresaria.
Entre los cortes que la industria nacional envía a ese país está la bola de lomo, colita de cuadril, bife ancho y angosto, tapa de cuadril, entraña fina, nalga en block, colita de cuadril, que son cortes parrilleros. En tanto, los cuarto delantero y trasero incompleto, según enumeraron los privados, son los que se utilizan para la industria del fast food: las hamburguesas.
Para una mayor cuota, el gobierno argentino debería interceder ante Estados Unidos para poder permitirle a los exportadores ampliar esa capacidad de envíos. “Estados Unidos en este momento está con unos precios altísimos porque le falta carne por periodos de liquidación que tuvieron. Esto es estacional, pero por un año o dos le va a faltar carne”, precisaron en el sector. Según indicaron, el momento es ahora. “Esta es la oportunidad para que el país logre ampliar sus cuotas y se reparta en forma similar a la Hilton”, agregó.
“Todos cumplimos y necesitamos exportar fuera de cuota, y fuera de esta el negocio es 26% más caro, con esto las industrias están al límite. Las empresas podrían llegar a exportar un volumen mucho mayor. “Esta es una posibilidad que nos la perdemos las empresas, pero también se la pierda Argentina”, acotó un empresario.
Cabe recordar que Estados Unidos abrió su mercado al producto argentino a finales de 2018, después de tres años de negociaciones que no se habían terminado de concretar. La reapertura se dio durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019). En 2001 ese país había decidido cerrar el ingreso a la carne por los casos de fiebre aftosa que se dieron en la Argentina. Si bien el mercado se abrió en 2015, por la mala relación del gobierno kirchnerista con EE.UU. se frenó el reingreso para la carne. Ese país también fue poniendo distintos requisitos al gobierno argentino en su momento para aceptar la reapertura.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), explicó que muchos de los productos que están dentro del cupo de las 20.000 toneladas se hacen con trimming, es decir, la carne que se destina a la industria de la comida rápida en ese país. Con estos cortes se hacen las hamburguesas.
“Hay un inicio muy tenue de ventas a restaurantes y parrillas. Hay muchas parrillas en Estados Unidos que nunca tuvieron carne argentina, pero que siempre dijeron que vendían carne argentina y ahora están pudiendo hacerlo. Ahora es muy incipiente: hay que armar toda una cadena de distribución. No es fácil entrar en un país y llegar directamente a las parrillas. Se está trabajando en eso, todavía no hay resultados reales, concretos, hay algunos frigoríficos que ya empezaron a vender cortes directamente”, contó el presidente de Ciccra.
El importador ingresa los productos y le da el uso para el cual fue adquirido, por lo que pocas veces hay un seguimiento de lo que se destina al fast food o restaurantes y supermercados para consumo.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en el primer cuatrimestre de este año se enviaron 8539 toneladas, que representaron US$47.413.715. Se enviaron carne congelada por 5859 toneladas por US$28.740.814 y carne refrigerada 2681 toneladas por US$18.672.900.
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