Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el año pasado los envíos al exterior representaron US$66.701 millones en todos los complejos, el agro aportó US$36.642 millones del total
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El año pasado se convirtió en uno de los años más críticos para el sector agropecuario, producto de la fuerte sequía que afectó a los cultivos, por ende, esto se vio reflejado en el nivel de exportaciones. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las divisas por los envíos al exterior alcanzaron los US$66.701 millones por todos los complejos, incluyendo automotriz, petrolero, químico, oro, plata y químicos. Los envíos agroindustriales fueron de US$36.642. Este número representó una baja del 25% con respecto al año anterior.
En un informe, esa entidad bursátil expresa que pese a “la falta de agua y las abruptas caídas productivas e importantes pérdidas que se experimentaron el año pasado, las cadenas agroindustriales representaron más de la mitad de las exportaciones argentinas”. En ese sentido, mencionan que el complejo trigo lideró la caída interanual, en tanto, la soja y maíz perdieron un 44% y 33%, respectivamente. Por eso, advierten que incluso a pesar de registrar el menor valor exportado desde 2020, el agro continúa siendo el pilar de las exportaciones argentinas al mundo.
Según mencionan, desde el 2011 no se observaba la participación de la agroindustria en estos niveles. De esa forma, pasó de acercarse al 70% del total de las exportaciones en 2021, al 55% en 2023. La explicación obedece a “la feroz sequía” que azotó la Argentina en los últimos tres años, pero que se intensificó el año pasado por el fenómeno climático de La Niña.
En términos reales, señalan que las cadenas agroindustriales generaron exportaciones por US$36.642 millones en el período del 2023, por lo que esto representó una merma del 36% con respecto al 2022. Sin embargo, de los principales 12 complejos exportadores de Argentina, 9 corresponden a las cadenas agroindustriales. “Las mayores caídas nominales y absolutas del año pasado en las exportaciones nacionales se observaron en las tres principales cadenas de granos del país: soja, maíz y trigo”, indican en el informe de los expertos de la entidad.
En ese contexto, señalan que “a pesar de una sustancial baja de las exportaciones del complejo soja, la industria oleaginosa del país volvió a mostrarse como el primer complejo exportador argentino”. Además, señalan que el 2023 concluye siendo el año con menores exportaciones en valor para la soja desde 2009.
“Si lo medimos en toneladas exportadas, tenemos que remontarnos más de veinte años para encontrar un volumen exportador tan recortado por una sequía. Esto toma especial preponderancia teniendo en cuenta que hace veinte años se sembraba un 20% menos de soja. Además, en esta campaña se perdió el 23% del área sembrada. Prácticamente, 1 de cada 4 hectáreas sembradas con soja no pudieron cosecharse”, mencionaron.
El informe refleja que la India se volvió a consolidar como el principal comprador del aceite de soja argentino. Mientras tanto, Vietnam, nuevamente, ocupó el primer lugar como comprador de harina de soja argentina, mientras que China se sostuvo como el principal demandante del poroto. “Este año, las compras de Malasia destronaron a Países Bajos entre los cuatro principales socios del complejo soja. Esto no se da por el crecimiento exportador del país del sudeste asiático, sino por el abrupto recorte exportador del biodiésel hacia la Unión Europea”, menciona.
Mientras que el complejo maicero cerró siendo el de menor volumen exportado desde 2018. Este cereal, según indicaron, tuvo una pérdida en la superficie sembrada del 22%, y además, tuvo el peor rendimiento desde 1996. Explicaron que la superficie sembrada solo estuvo sostenida por el maíz tardío, que “permitió atajar parte del desastre productivo”. “Los principales socios del complejo maicero, tan disímiles como los destinos de la harina de soja argentina, son países donde se sigue consolidando la tendencia al alza del stock ganadero. Esto da buenos augurios desde la demanda camino a la recuperación productiva que se espera en la próxima campaña”, resumen.
Tal y como se ha informado, el trigo fue el cultivo más afectado por el fenómeno climático del 2023. Y de acuerdo con la Bolsa rosarina, las exportaciones de este cereal fueron el reflejo de esta situación, ya que este complejo triguero fue el que “más cayó el año pasado en exportaciones”. Tuvo un derrumbe de un 70%: exportó el menor volumen de toneladas desde 2014 y tocó un mínimo en valor desde 2015.
Además, mencionan que en lo que hace a las carnes y cueros bovinos, las exportaciones cayeron un 17% en valor con respecto al 2022. “La baja de precios fue sustancial, ya que el tonelaje exportado fue un 16% mayor el año pasado. Como se preveía, el 2023 cerró como un año con volumen récord de exportaciones de carnes, aunque acompañado de un fuerte recorte de precios”, señalan.
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