En Sunchales nació la primera cosechadora
SANTA FE.- En Sunchales, 135 km al oeste de la capital provincial, en el corazón agropecuario del centro santafecino, un pequeño solar cobija gran parte de la historia de la industria de la maquinaria e implementos agrícolas del país. Allí se encuentra la primera cosechadora automotriz del mundo, inspirada, desarrollada y fabricada por don Alfredo Rotania en 1929, marcando así el fin de la tracción a sangre en los trigales que confundían el oeste santafecino con el este cordobés.
A pesar de los años, y la actualización motriz que realizó la empresa Class, desde hace algunos años a cargo del control empresario de la ex firma Rotania, la unidad sigue atrapando a quienes visitan el lugar, como reconocimiento a ese pionero del desarrollo fabril, que significó el comienzo de una actividad luego ampliamente difundida en diferentes regiones.
En un refugio ubicado en la avenida de acceso a la ciudad se puede apreciar la maquinaria. Don Alfredo Rotania instaló su taller en Sunchales -hoy una ciudad de 19 mil habitantes- en 1915, decidido a atender los requerimientos de esa zona dedicada por entonces exclusivamente a la agricultura.
Al nombrado se le asociaron sus hermanos Miguel, Fernando y Enrique. Entre 1920 y 1930, los Rotania se dedicaron a fabricar diferentes componentes para maquinarias trilladoras a vapor, pero también explotaron sus equipos propios.
Por entonces, en la región se conoció una cortatrilla de arrastre a caballos o a tractor. Fue, precisamente, esta experiencia la que motivó a don Alfredo a iniciar los estudios que en los papeles que presentó para patentarla se denominó "Espigadora-trilladora, con adaptabilidad de un tren automotriz en el rodado delantero".
El 18 de diciembre de 1929 fue un día de fiesta para la familia y para Sunchales. Ese día los Rotania recibieron la documentación de la patente de invención, que reconoció a la maquinaria como la primera cosechadora automotriz del mundo. Meses después el mercado recibía las primeras unidades.
El invento trascendió de inmediato las fronteras y consolidó a la incipiente industria regional. La máquina de los Rotania inspiró a otros agricultores con criterio empresarial.
Don José Alasia construyó en su chacra de Colonia Raquel la primera trilladora fija, con la que mecanizó sus cosechas de trigo entre 1922 y 1923. Pero fue en 1927 cuando se produjo el boom de la maquinaria.
De las cortatrillas de arrastre se pasó al primer modelo de cosechadora automotriz, tarea que continuaron los hermanos Luis, Miguel y Antonio Boschetto y Sebastián y José Raimondo, imitando lo que a habían realizado Juan y Emilio Senor, con la fabricación de carros, y que se enalteció en la década del 50 con don Roque Vasalli, en Firmat.
La primera cosechadora automotriz lució sus galas hace dos años, cuando Class decidió actualizar su propulsión para un desfile que llenó de nostalgia a los "gringos" de la zona.
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