Hace varios años comencé junto con mi hermano y socio, Agustín Bilbao, a trabajar en el manejo inteligente de malezas. En 2007 empezamos a trabajar juntos en monitoreo y asesoramiento en cultivos extensivos, y desde un principio vimos la necesidad de hacer hincapié en el manejo de malezas y aunque comenzamos en plena etapa de expansión de la soja RR, siempre vimos la importancia de utilizar diferentes combinaciones de herramientas y de diferentes herbicidas (modos de acción) en el caso del control químico.
Empezamos con la combinación de glifosato con herbicidas hormonales y ALS, para luego seguir sumando otras prácticas de manejo y diferentes modos de acción para el control de las diferentes malezas que se iban volviendo más importantes (rama negra, raigrás, nabo resistente y yuyo colorado resistente).
Hace casi cuatro años, debido al avance de las malezas resistentes, empezamos a poner el foco en las aplicaciones selectivas, ya que estas malezas siempre arrancan cubriendo menos del 1%de la superficie a tratar, pero generando que se apliquen grandes áreas con los sistemas de pulverización en cobertura total, sin que sea realmente necesario.
A raíz de esto empezamos el camino de creación de un sistema de aplicación selectiva de herbicidas de desarrollo argentino (Eco Sniper) junto con Cristian Verkuyl y con Leonardo Elgart. Los resultados generados en un principio en ensayos con el prototipo sobre un cuatriciclo y con un equipo montado en un pulverizador de arrastre en funcionamiento en el sudeste bonaerense son muy positivos.
En 2018 realizamos más de 10 ensayos propios y en colaboración con diferentes instituciones públicas y privadas y hemos logrado un ahorro promedio del 67% del volumen de herbicidas utilizados, con situaciones muy variables de acuerdo a la cobertura verde de malezas y a la distribución de las mismas, logrando ahorros del 20% en lotes con mucha presencia de trigo guacho y de hasta el 80% en muchas situaciones de barbecho. Actualmente seguimos sumando lotes aplicados con el pulverizador de arrastre logrando muy buenos resultados, lo cual impacta fuertemente tanto en el cuidado del medio ambiente como en los costos del control de malezas.
Como ejemplo de la disminución del impacto ambiental en el control de malezas se puede utilizar el índice de coeficiente ambiental (EIQ), como en las experiencias generadas en Chaco en las cuales se bajó un 70% el impacto del control de malezas para la producción de maíz (información generada por José Tarragó y María José Galdeano).
Está claro que para mejorar el manejo de malezas tenemos que ser más inteligentes y aprender de los errores del pasado, sumando todas las herramientas disponibles y utilizándolas dentro de una planificación de mediano y de largo plazo. Las herramientas que más rápidamente nos pueden ayudar a bajar los costos y a utilizar menos herbicidas son las aplicaciones selectivas, por ello hay que usarlas inteligentemente. Se viene la liga de las aplicaciones selectivas para generar información local y zonal de ahorros en barbechos, y próximamente dentro de los cultivos.
El autor es socio fundador de Milar Agro Tech y de Agroestudio Viento Sur
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