Aunque Sarmiento fue quien nos describió al cantor gaucho en su prosa memorable, fue Bartolomé Mitre quien inauguró la leyenda del payador.
Un poco encandilada la crítica literaria por la luminosa actuación del genio de Mitre como general estratega, historiador, periodista, estadista y presidente de la Argentina, quedó relegada su calidad de excelente poeta romántico de la segunda generación de nuestra patria. A los dieciocho años publicó su libro de poemas Rimas, cuyo capítulo más notable, que él subtituló "Armonías de la Pampa", exalta en una de sus poesías la figura del afamado y real payador Santos Vega. José Hernández: su payador creado que se volvió real.
Mitre, en su juventud -según él mismo relató- aspiraba a llegar a ser un gran poeta como aquellos que leía y aún traducía al castellano con admiración. Basta recordar su traducción en verso de la Divina Comedia, de los poemas de Longfillow, para comprender que concluyó por pensar que no los igualaría y abandonó esta primera vocación sin perder nunca su condición de poeta. Como poeta juvenil recorrió a caballo toda la zona del Tuyú hasta encontrar el legendario tala bajo cuya sombra se había efectuado la payada última del real Santos Vega con el payador desconocido que lo venció por cuya causa Santos Vega murió de tristeza y fue enterrado bajo ese tala. Mitre se arrodilló ante esa tumba natural y entonó su canto a Santos Vega. Así Mitre fue el iniciador de la leyenda de Santos Vega, que luego inmortalizará Rafael Obligado, de modo que él convirtió en leyenda aquella payada singular, la última de "El payador de la larga fama".
José Hernández creó un payador arquetípico: su gaucho Martín Fierro, que se volvió tan real a tal punto que es citado a cada paso por nosotros los argentinos, que en distintas ocasiones decimos "como dijo Martín Fierro" y nunca "como dijo José Hernández", porque Martín Fierro para nosotros es una realidad. Hasta nuestro querido papa Francisco, en una de sus homilías, intercaló, como argentino y porteño que es: "Como dijo Martín Fierro: ...los hermanos sean unidos...".
A ambos les ofrezco con humildad mis dos décimas gauchas:
A la patria honró Sarmiento
también cual gran escritor;
él nos describió al Cantor
en prosa de fundamento.
Pero el primer monumento
que de ese cantor nos llega,
es Mitre quien nos lo entrega
-"Armonías de la Pampa"-
cuando en sus versos estampa
al payador Santos Vega.
José Hernández fue creador
de un payador: Martín Fierro.
Nadie pensará que yerro
si digo que es el mejor...
El nos encarnó al cantor
en su payada genuina;
infundió en cada sextina
la flor del ser nacional.
¡Por eso no tiene igual
con su "viguela" argentina!
LA NACION