En el día de ayer, legisladores opositores alertaron que el Gobierno había incluido en un proyecto de ley para ampliar partidas presupuestarias una iniciativa para sacar una exención del IVA a la leche fluida y en polvo para que tribute un 10,5%. "Saca la leche fluida del artículo siete (de la ley de IVA), que la deja exenta, la lleva al 10,5%", precisó David Miazzo, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que indicó que interpretar esto como un aumento es un error ya que, actualmente, la leche está gravada con el 21% de IVA.
En rigor, según explicó Miazzo, la letra de la ley de IVA, sancionada en 1997, incluyó a la leche entre los productos exentos de dicho impuesto. Pero hay una trampa: el decreto que reglamentó la ley en 1998 hace referencia al artículo 559 del Código Alimentario Nacional donde solo se mencionaba la leche pasteurizada. "La leche pasteurizada se dejó de producir, ahora consumimos leche ultrapasteurizada. Por ese tecnicismo, hace más de una década que la leche sí paga IVA", señaló Miazzo.
En 2017, Fada presentó un proyecto de ley para saldar esa discrepancia. En los fundamentos del proyecto, que fue presentado de nuevo el año pasado luego de perder estado parlamentario, se lee: "Entendemos que el espíritu [...] fue eximir a la leche del pago del IVA por lo cual es necesario actualizar el decreto reglamentario 692/98 e incluir la ‘leche ultrapasteurizada’ en el artículo 29, lo cual generaría una disminución de su precio y un alivio al bolsillo de las familias argentinas".
En este contexto, según un informe de febrero pasado que hizo FADA, los impuestos, incluido el IVA, componen un 26,8% del precio de la leche al consumidor final.
Seis meses antes, en septiembre de 2019, los impuestos componían un 13,4% del precio final, debido al decreto 567/19 de la gestión de Mauricio Macri que disponía la exención del IVA para ciertos productos de la canasta básica, incluida la leche. Dicho decreto tenía validez hasta el 31 de diciembre de 2019 y no fue renovado por la gestión de Alberto Fernández, por lo cual la leche volvió a su alícuota original.
Según Miazzo, la respuesta a este decreto debería haberse reflejado en una baja más pronunciada del precio. "No se dio la transferencia completa de esa baja del 21%", explicó. "Pero en paralelo, durante varios meses el precio estuvo quieto, incluso con las inflaciones altas de los últimos meses del año pasado después de la devaluación. El comercio bajó un poco el precio, amplió el margen y, con el pasar de los meses, lo fue achicando", agregó el economista.
Respecto del IVA al 10,5% propuesto por el Gobierno para la leche, Miazzo señaló que el impacto no será directo, ya que solo afectaría al precio para el consumidor final y no para el resto de la cadena.
"El comercio puede tener dos actitudes: cargar una parte del IVA (que sigue pagando) en el precio, sin discriminarlo como tal, o absorber ese 10,5% porque lo equilibra con los saldos de los demás productos", dijo Miazzo. El economista aclaró que esta última opción sería lógica para un producto como la leche que se vende mayoritariamente en supermercados, pero no sería viable, por ejemplo, para la carne o el pan, que se venden en comercios dedicados a esos productos.
Otras noticias de Actualidad
- 1
Nuevas tecnologías: un fondo del agro juntó US$2,8 millones e invirtió en 10 empresas
- 2
Se vende mañana: un fiscal detectó irregularidades en la inminente subasta de un edificio del INTA y pide evitar “posibles hechos de corrupción administrativa”
- 3
Opinión. Zonas de exclusión: no es el glifosato sino el asfalto el que mata la vida biológica de los suelos
- 4
Recuperación: las exportaciones del principal complejo argentino tocaron en volumen su nivel más alto en cinco años