La empresa salteña Teuco se quedó sin papel y tinta para imprimir y creó una tarjeta para explicar los motivos; “no es bueno abrir la caja y encontrarte con una etiqueta distinta”, dijo a LA NACION su dueño, Daniel Morales
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Hace 17 años, Daniel Morales, un emprendedor de Salta, capital, recuperó una histórica fábrica de alfajores que hoy tiene más de 50 años de antigüedad. Los desafíos y el cambio de reglas en el país llevaron al borde de la quiebra a la compañía que ahora está siendo afectada por las trabas en las importaciones de insumos para hacer los envoltorios de sus productos. Según explicó, a sus proveedores les falta papel y tinta industrial para imprimir las etiquetas.
“Es un pedido de disculpas”, dijo a LA NACION el empresario de 53 años, por la tarjeta que viene dentro de las cajas de alfajores que cobró vida en las redes sociales. “Por el gran problema que tiene nuestro país por la cuota de importación de insumos que no se fabrican aquí y el ingreso es muy limitado de tintas, papel, etc., nuestro proveedor no pudo imprimir los envoltorios de nuestros alfajores de chocolate. Les pedimos mil disculpas”, reza el escrito que lleva el sello que explica que el producto es ciento por ciento original.
Morales cuenta que el mensaje se le ocurrió después de enterarse de la queja de un niño a su padre porque vio el envase sin marcas ni inscripciones. “Un papá le llevo una caja de alfajores a su hijo y cuando se lo comía le dijo que no era Teuco: el comentario me llegó a mí. Las cajas de alfajores las llevan mucho los turistas y me imaginé en ese momento, que lo mismo te puede pasar cuando vas a comprar una gaseosa. Por eso, el papel con el mensaje lo hicimos para explicar que es nuestro alfajor, porque cuando uno lo va a regalar no explica esto”, manifestó.
El empresario, que reiteró que su proveedor se quedó sin importaciones, explicó que para esta temporada hicieron los pedidos en febrero pasado ya que tardan 60 días. “Ahora nos pasó que llegó la temporada de compras y no tenemos el papel para los alfajores de chocolate, que es el dorado que se ve en la caja”, afirmó.
En las redes sociales comenzó a viralizarse un tuit donde se ve el mensaje que viene adentro de la caja de alfajores con la tarjeta, que da cuenta de la situación que atraviesa la empresa. “Nosotros envolvemos el alfajor Teuco con papel de aluminio, y el aluminio, que lo trae del exterior Aluar, acá es un commoditie que, como todo, se cotiza en dólares”, sostuvo.
Al papel aluminio que necesita el emprendimiento también se le suman otros materiales que complementan el proceso de envoltorio antes de llegar al consumidor final. Morales explicó que el papel se va laminando y esto, a su vez, necesita de otros insumos como el pegamento y la tinta, que son productos importados, y son indispensables para grafitear el papel.
La alternativa que tomaron fue salir a comprar el material en otro lugar, por eso está saliendo sin etiqueta, al menos hasta que el problema se solucione. El empresario prevé que en 30 o 60 días ya tendrán el nuevo papel impreso para sus productos.
“Tengo una promesa que me hice yo mismo: cuando llegue el papel nuevo, todos los alfajores que queden envueltos en papel genérico se los voy a llevar a los chicos de la escuelita El Rosal, que está camino a San Antonio”, afirmó sobre el destino que tendrá el producto que no se comercialice en los próximos días en papel genérico.
Además, explicó que el precio de los insumos importados sufrió una suba importante en los últimos años. Por temporada, la fábrica adquiere alrededor de 1000 kilos a 18 dólares el kilo que son traídos del exterior, hace 10 años ese mismo producto era comercializado a 11 dólares por kilo. “No es bueno abrir la caja de alfajores nuestro y encontrarte con una etiqueta y un papel distinto. Por eso queríamos informar lo que nos pasa. Hoy nos tocó a nosotros, pero sabemos que hay otras empresas que les pasa con otras cosas”, expresó.
Cuando Morales recuperó la empresa, contó, lo hizo porque quería mantener el espíritu de hace 50 años. “Para mí era el alfajor que comía de chico y no quería que se perdiera Lo llevamos todos en el corazón. La empresa estaba declinando, le hicimos un cambio de imagen y metimos una confitería, porque es como una insignia en la plaza de Salta”, dijo.
Por último, el empresario contó que los desafíos a veces se acumulan. Este año, por ejemplo, tuvieron que sortear algunos problemas con la provisión de chocolate y harinas, y que tuvieron que stokearse con otros proveedores para poder producir.
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