Frente a la escasez de combustible que padece el país, se está ante una oportunidad histórica de poder sustituir importaciones elevando el corte obligatorio con biodiésel y con etanol
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El sector productor de biodiésel atraviesa una crisis severa, justo cuando hay falta de combustible para abastecer la demanda interna; largas colas en las estaciones de servicios, y barcos de combustibles importados frenados por la falta de dólares. Tenemos una oportunidad histórica de poder sustituir importaciones de diésel elevando el corte obligatorio que puede ser abastecido con producción de biodiésel de empresas nacionales.
El Gobierno acaba de anunciar la liberación de 400 millones de dólares para que las petroleras puedan importar combustibles para abastecer la demanda interna. Sacrificar reservas para importar un producto que se produce en la Argentina, como lo es el biodiésel elaborado a partir del aceite de soja y el etanol que se obtiene a partir de la caña de azúcar y del maíz, muestra en forma clara e irrefutable la mala praxis energética aplicada por un Gobierno totalmente ajeno a la realidad de los mercados.
Mientras el resto de los países productores de biodiésel aumentan su producción en 2023, hasta llegar a un probable récord histórico, la Argentina sería el único país donde la producción de biodiésel se reduce llegando al mínimo desde 2008.
En un reciente informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario se detalla la crisis que atraviesa el sector productor de biodiésel en la Argentina. El informe muestra las proyecciones de Oil World (publicación especializada en el mercado de aceites vegetales) sobre la Argentina, con un estimado de producción de solamente 950.000 toneladas de biodiésel en 2023.
En el plano internacional se proyecta la producción de biodiésel en un récord histórico de 56,22 millones de toneladas, con un aumento de 1,32 millones de toneladas respecto de lo que se estimaba en marzo último.
En general, las políticas nacionales de biocombustibles, basadas en diferentes motivaciones, han sido clave para este gran incremento productivo.
En comparación con lo proyectado en marzo de 2023, la mayor reducción en la estimación de producción responde a la Argentina, que pasó de 1,35 millones de toneladas a 950.000 toneladas, descontando una sequía que se profundizó frente a lo que se esperaba a comienzos del año.
Piso de producción
Al analizar el caso específico de la Argentina, una reducción de esta magnitud en la estimación de producción de biodiésel nos llevaría a un mínimo desde 2008. Entre enero y mayo de 2023 la industria tuvo una producción de 389.180 toneladas, siendo ese el mínimo desde 2009 para igual período de años previos.
En la Argentina existen dos mercados bien definidos para abastecer la demanda de biodiésel, el mercado de exportación y el mercado doméstico. El abastecimiento de biodiésel al mercado interno por parte de empresas dedicadas a cubrir el corte obligatorio han producido y realizado ventas por 272.856 toneladas, superando el volumen de los últimos dos años.
El ajuste se está dando por el lado de las empresas dedicadas a la exportación, con solo 130.000 toneladas despachadas en los primeros cinco meses del año, lo que pone ese segmento de mercado en el mínimo histórico desde el año 2008.
El autor es presidente de Pablo Adreani y Asociados
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