En el campo se atrasan las cosechas de caña de azúcar, maíz y té por la falta de combustible; largas filas de camiones y sobreprecios en las estaciones de servicio forman parte del paisaje cotidiano en Tucumán, Misiones y Corrientes, entre otras provincias
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La escasez de gasoil se convirtió en un drama productivo en el norte del país. Caña de azúcar, limón, porotos, maíz, té, forestación y girasol, entre otros, son los rubros afectados por la falta de combustible para cosechar o preparar la siembra.
Según los testimonios de los productores agropecuarios que recogió LA NACION, en las estaciones de servicio de las provincias del NOA, el NEA y el norte de Santa Fe se repiten las escenas de largas colas de camiones esperando cargar, cupos y sobreprecios que ya popularizaron una nueva categoría: el gasoil blue.
“No duermo por la noche, porque no tengo combustible para seguir con mi trabajo”, dijo Roberto Palomo, un productor de soja de Tucumán que se vio afectado por el desabastecimiento de gasoil. “Terminé con lo justo con la cosecha de soja y la siembra de trigo, pero no tengo combustible para empezar la cosecha de maíz en 500 hectáreas; necesito 8000 litros, pero la empresa que nos provee nos dice que la semana que viene nos entregará unos 3000 litros para ir trabajando cuando estamos a 15 días de la fecha en la que tengo que entregar el maíz”, graficó el agricultor.
Rafael Sánchez produce granos y caña de azúcar en Tucumán y en Santiago del Estero. Además, realiza trabajos de transporte como contratista para terceros. “Si mañana ningún proveedor me vende, me veré obligado a parar la cosecha”, admitió, en diálogo con LA NACION.
Sánchez aseguró que la situación es cada día más grave. “Nos están entregando gasoil a cuentagotas y nos venden a cualquier precio. Nos están pidiendo hasta $210 el litro, cuando el precio oficial es de $156. Encima dicen que nos están haciendo un favor porque no hay más”, contó.
El productor indicó que para realizar la cosecha de porotos en una finca que posee en Santiago del Estero, realizar la zafra en fincas cañeras en Tucumán y abastecer la maquinaria agrícola con la que preparan el suelo para la siembra de granos, tiene un requerimiento de 10.000 litros de gasoil semanales. “Con la situación actual, con suerte conseguimos 1000 litros cada dos o tres días. La pérdida es enorme, porque con las heladas el poroto se empieza a abrir y eso puede provocar mermas de hasta 100 kilos por día. En el caso de la caña, la situación es similar y cada día que se para, significa un deterioro en el cultivo”, explicó.
Sánchez advirtió que “si esto sigue así, la producción tucumana se va a paralizar y se perderán cosechas enteras de porotos y de maíz”. En el sector cañero la situación es más preocupante debido a que es la actividad que mayor consumo de gasoil requiere para funcionar.
“Es dramático. Estamos en plena cosecha de caña y el faltante es muy importante, ya que el consumo de gasoil en la zafra azucarera es elevado, los ingenios trabajan durante las 24 horas en esta época del año”, sostuvo Otto Gramajo, uno de los principales productores cañeros de Tucumán.
El agricultor advirtió que “esta es una situación de extrema gravedad, ya que la caña es un producto perecedero, que se cosecha por la mañana y a la tarde ya es azúcar”. Y completó: “Un camión hace tres o cuatro viajes por día entre la finca y el ingenio y si tiene que parar en cada viaje y demorar dos horas para tener que cargar el poco combustible que hoy se consigue, los números no cierran”.
Gramajo advirtió que si se paraliza la industria azucarera también se afectará a las naftas que necesitan del corte con bioetanol que proveen los ingenios.
Deambular
En tanto, la escasez de gasoil está afectando a la industria del té en Misiones. Renzo Klimiuk es director gerente de la empresa familiar Klimiuk Infusiones, una productora y exportadora de té de la zona centro de la provincia. Con una planta en Campo Viera, situada sobre la ruta nacional 14, ha sufrido como muchos otros productores de la provincia la falta constante de gasoil o la escasez que obliga a deambular por las estaciones de servicio buscando una “gota” del vital líquido.
“Tuvimos que terminar la cosecha de té dos semanas antes de lo previsto y tuvimos problemas también con los camiones que traen chips, un combustible fundamental para nuestra planta”, dijo Klimiuk a LA NACION.
La zafra tealera termina cada año a finales de mayo y esta vez en Klimiuk optaron por finalizar unos días antes. Según el mapa que elaboró la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) la ruta 14 es uno de los corredores más afectados por la falta de gasoil.
Esta ruta que corre paralela al río Uruguay, arranca en Ceibas (Entre Ríos) pocos kilómetros después de cruzar el puente Zárate Brazo Largo para ingresar en la Mesopotamia. Pero a lo largo de esa ruta, la escasez se siente con mayor fuerza en el norte de Corrientes y toda la provincia de Misiones.
Estas provincias sufren la escasez por el no aumento de cupos, combinado con la fuerte demanda a la que se agregan las compras de brasileños y paraguayos.
“En la recta final del té tuvimos problemas con el abastecimiento de combustible para levantar la cosecha”, explicó Klimuk, cuya empresa tiene otra planta industrial sobre ruta 14, entre Campo Viera y Campo Grande.
“En el secadero (de té) tuvimos problemas de proveedores con los chips, que son fundamentales para la combustión y tener funcionando el secadero”, señaló.
“Los camiones no tenían nada de combustible, las demoras cuando iban a cargar a municipios cercanos eran de tres y hasta seis horas”, explicó. “Había localidades que directamente no tenían por dos o tres días”.
Hay momentos en los que la provisión se normaliza, pero a cuentagotas. También está la nafta “blue”, como se le llama a la que tiene un valor mucho mayor y cerca al valor “real” que pagan los brasileños, al igual que sucede con el dólar paralelo y el oficial.
“El gasoil blue está entre 80 y 90 pesos más por litro. Está a entre 200 y 230 pesos en estaciones de servicio de bandera blanca”, explicó.
“En las estaciones oficiales hay largas colas, cupos donde te permiten cargar 6000 pesos por camión o camioneta (unos 30 litros). Cuando un camión de los grandes necesita hasta 600 litros para completar su depósito”, detalló.
“Nosotros tratamos de tener una reserva importante para nuestros camiones propios, nos abastecemos de mayoristas de combustible que venden a granel, pero si antes te vendían 20.000 litros mensuales, ahora no te permiten comprar más de 7000 litros”, dijo.
En el sector tealero, el gasoil se utiliza para casi todo en lo que tiene que ver con la cosecha. Las cosechadoras de té funcionan con gasoil, el camión para transportar el té a los secaderos y la provisión del chip para esas instalaciones.
De otros países
Stuart Navajas, del Grupo Las Marías, advierte que la falta de gasoil afecta a las empresas forestales del nordeste de Corrientes.
A los camiones de origen argentino que se mueven por la zona se suman los brasileños y paraguayos. “En las estaciones de servicio hay mayoría de camiones extranjeros y están haciendo unas colas que nunca antes se habían visto”, explica Navajas.
La empresa forestal Las Marías, exporta madera a los Estados Unidos y a otros mercados, a cadenas como Walmart. Es una empresa que tiene un intenso movimiento de camiones, tanto de vehículos que ingresan con materia prima (rollizos de pino, principalmente) como de camiones que salen con los contenedores cargados al puerto de Buenos Aires. El gasoil es fundamental para la vida productiva de la compañía.
“Estamos preocupados por esta situación y si se llega a complicar un poco más, vamos a tener que analizar parar un turno por la falta de gasoil”, señaló Navajas. Eso podría afectar sus exportaciones a Estados Unidos.
Una lotería
Los problemas con el gasoil se extienden al norte de Santa Fe. En el departamento General Obligado, límite con Chaco, las cosas siguen muy complicadas para los productores agropecuarios y ganaderos. Ariel Agustini, con campos en Arroyo Ceibal (Santa Fe) y Basail (Chaco), dijo que en los últimos días “hubo algunas estaciones de servicio que solo vendían 100 litros por productor cliente. Pero en muchos casos dicen un precio y cobran otro. Acá se puede pagar el gasoil a 158 pesos, como en la cooperativa de Avellaneda, como también 185 y hasta 205 pesos si uno ya ingresa al Chaco”. Y amplió: “cuando falta gasoil, salir a la ruta es una lotería. No sabés si vas a conseguir o vas a tener que parar y esperar”, resaltó.
Rodrigo Rosso es un productor radicado en Ceres, en el extremo noroeste de la provincia, en el límite con Santiago del Estero. Tiene un campo en la zona y por la escasez de gasoil no puede encarar las tareas propias del momento, como la preparación de la tierra para la campaña de girasol.
“Todo está teniendo un freno simplemente porque no hay gasoil para concretar las actividades que se requieren para esta época del año. El problema con el gasoil no es que falta y no hay para nadie, sino que escasea. En Ceres hay serios problemas para poder llenar los tanques. Te venden, pero pocos litros, al menos que tengas la suerte de arribar a la estación de servicio cuando descargó el camión cisterna que trajo combustible. Pero hay momentos en que venden 20 litros o un máximo de 50, según los casos. Hay una estación de servicio que tiene una mayor disponibilidad, pero el litro cuesta 200 pesos. En el caso de los que requerimos 500 litros, se nota la diferencia en pesos”, agregó.
Según Rosso, que trabaja un campo mixto (agricultura-lechería), por lo que le informaron, la situación se va a mantener todo este mes. “Lamentablemente, esto sucede en momentos que están dadas las condiciones para una muy buena campaña de granos”, señaló.
Algo más aliviado se muestran los departamentos próximos al centro santafecino. Raúl Lazzarini trabaja un campo, dedicado a agricultura y ganadería, en jurisdicción de Marcelino Escalada, unos 30 kilómetros al norte de la ciudad de San Justo, cabecera del departamento del mismo nombre. “En esta zona hubo y hay algunas dificultades con el gasoil, pero no de la dimensión que ocurre más al norte. La distribuidora de YPF cumple con lo acordado y los productores reciben el combustible porque hubo una previsión. Pero en otros lugares eso no ocurrió y sí hubo problemas de faltante, como sucedió en Gobernador Crespo o en Calchaquí, donde algunas semanas se veían muchos camiones parados porque no conseguían gasoil para seguir viaje. En nuestra zona eso no sucedió pero no todos los campos tienen cisternas para almacenar combustible. Entonces, cuando uno sale a buscar y consigue, pero si no sos cliente de esa estación de servicio, hay que pagar entre 210 y 220 pesos el litro, y en efectivo”, remarcó.
Ante una consulta, Lazzarini explicó: “En estos momentos, cuando ya finalizó la cosecha de soja, hay maquinaria parada. Pero apenas llueva un poco va a comenzar la preparación para la campaña triguera. A eso hay que agregarle el traslado de la soja a puerto, con lo cual el panorama puede llegar a complicarse nuevamente”, concluyó.
Informes de: Fabián López, desde Tucumán; Martín Boerr, desde Misiones, y José E. Bordón, desde Santa Fe
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