Francisco Sphan, un productor agropecuario de Entre Ríos y Diego Sara, productor de la zona de Presidente Roca, Santa Fe, esperan que las lluvias de los proximos días sean un paliativo para la dramática situación en la que se encuentra su producción
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“Fue un fracaso total”. Con esas palabras Francisco Sphan, un productor agropecuario del departamento de Diamante, Entre Ríos, describe los resultados de la producción de maíz que sembró para forraje y que, por la sequía, quedó afectada prácticamente en su totalidad. Una situación similar vive Diego Sara, un productor de la zona de Presidente Roca, Santa Fe. Para él este es un “año para darlo por perdido”, según afirmó. Estima que ya perdió el 50% de su cosecha. El resto espera salvarlo con las lluvias anunciadas para el fin de semana y comienzo de la semana que viene.
Un escenario que se repite en gran parte del país, en donde producto de la falta de precipitaciones y las altas temperaturas se estiman pérdidas del 10% de la cosecha de granos gruesos.
“Tengo las esperanzas de que si llueve el fin de semana pueda llegar a salvar algo de soja y maíz de segunda, el de primera acá ya esta, ya se perdió”, comenta Sara. Si bien las precipitaciones que llegarían a la región a partir del domingo son escasas, espera que al menos sean un paliativo para la dramática situación.
“Hay muy pocos maíces que quedaron para grano o para cosecharlos, el sol y la falta de agua los destruyó. La soja y los sorgos están muy golpeados. Por eso esperemos que las lluvias que anuncian para el fin de semana ocurran, porque si no la situación ya va a ser más que grave, desesperante”, indica el productor.
A las temperaturas anormales para la región se suma que desde hace más de un año que arrastran falta de lluvia en la zona, por lo que las napas están bajas y hay poca reserva de humedad en el suelo. Eso complica aún más la situación, según Sara. A quien también le preocupa la ganadería. Explica que por los efectos de las bajas precipitaciones está en riesgo la reserva forrajera para el próximo invierno. “En estos momentos, en nuestra zona se está picando el maíz, pero es de muy mala calidad, está todo quemado por el sol y a eso suma que las alfalfas han dejado de producir, no se pueden confeccionar rollos”, asegura.
Un escenario similar plantea Sphan al hablar de un establecimiento ganadero en Gualeguay en el que hacen invernada: “Culpa de la sequía, los lotes que nos daban 10.000 kilos, pueden llegar a dar nada más que entre 2000 y 3000. No nos quedó otra opción que a algunos lotes picarlos y en otros hacer pastoreo”, indica.
También tiene junto a su familia otros dos campos agrícolas en el departamento de Diamante y en el norte de Santa Fe, en el departamento de 9 de Julio. Si bien explica que el panorama es diferente en las tres regiones, todas están afectadas por la sequía.
En los campos netamente agrícolas su estrategia fue correr los cultivos, sembraron maíz y soja de segunda. Sin embargo, no pudieron evitar los efectos de la sequía. “Las fechas de siembra se trasladaron mucho más. En el norte de Santa Fe entre el 1ro. de diciembre y el 10 de enero tendríamos que haber tenido todo sembrado, pero estamos a 12 y todavía no terminamos. Estamos esperando a la semana que viene a ver qué pasa con las lluvias, pero el panorama no es muy alentador”, relata Sphan.
Pero el lugar más complicado es Gualeguay, en donde las pasturas están prácticamente perdidas; el rebrote que debería estallar en esta época del año no se está produciendo. “Estamos utilizando diferentes herramientas como ajustar la carga y tratar de modificar un poco la dieta para poder cuidar esas pasturas y que no se nos degraden a pesar de la seca que hay”, comenta.
Además, a la falta de lluvia y las altas temperaturas llegaron en un momento delicado para los productores por la suba en los precios de los insumos. “Se sembró con un nivel de costos altísimos, los agroquímicos subieron entre un 150 y 190%; en los fertilizantes por ejemplo la urea subió en dólares un 130%. Por eso había muchos productores que estaban caminando por la cornisa y con el impacto de la sequía tienen riesgo de caer”, explica Sphan.
Según los datos arrojados por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos ya se estima una caída de alrededor del 60% de acopio en cooperativas de dicha provincia. La segunda, la fuerte sequía que asola a toda nuestra provincia y que nos recuerda el 2008. En este contexto los productores pidieron ayuda al gobierno y se prevé para la semana que viene una reunión de la Mesa de Enlace de Entre Ríos con legisladores provinciales y nacionales.
Al respecto Juan Diego Etchevehere, director del Distrito Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), explica: “La sequía está haciendo epicentro en Entre Ríos con grandes pérdidas y desde la Sociedad Rural entendemos que el gobierno provincial no está tomando cuenta de la envergadura de la situación y por eso queremos escuchar la voz de la oposición. En este momento, tanto a nivel nacional como a nivel provincial hay un gran silencio, lo que queremos primero es concientizar sobre la gravedad que está atravesando el sector y, por otro lado, conocer las iniciativas y propuestas que tienen mente para disminuir los efectos negativos”
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