La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio por concluida en 21 millones de toneladas la recolección, 22,3 millones de toneladas por debajo del ciclo 2021/22; las ventas al exterior del complejo serán de US$12.542 millones
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La cosecha de soja de la campaña 2022/2023 terminó con un derrumbe histórico y muy por debajo del escenario inicial, esto es al comienzo de la siembra, según consignó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El ciclo finalizó con una recolección de 21 millones de toneladas, esto es 22,3 millones de toneladas por debajo de 2021/22 y un 53,1% inferior a la producción promedio de las últimas cinco campañas, que da 45,1 millones de toneladas. Por la menor producción, el complejo de la oleaginosa, que comprende el grano, el aceite y la harina de soja, entre otros subproductos, verá mermadas en un 50% sus exportaciones.
“Tras el adverso escenario climático del año pasado, marcado por un nuevo año de sequía, la cadena de la soja aportará a la economía argentina US$7345 millones en el 2023 en valor agregado, lo que representa una disminución del 67% en comparación con el valor del año pasado. Adicionalmente, generará exportaciones por US$12.542 millones [una caída interanual del 50%] y aportará US$4350 millones en recaudación fiscal [una reducción interanual del 57%]”, apuntó el reporte.
“Durante la campaña 2022/23 se sembraron 16,2 millones de hectáreas de soja, una reducción de 100.000 hectáreas con respecto a la campaña 2021/22 y una caída de 6% con respecto al promedio de las últimas cinco campañas”, indicó. Vale tener en cuenta que la superficie promedio de los últimos cinco años se ubicó en 17,1 millones de hectáreas.
La soja estuvo afectada por la falta de lluvias, severas olas de calor y, también sobre mediados de febrero pasado, sufrió heladas tempranas que ocasionaron una merma productiva. Todo esto llevó a un desplome del rendimiento. Según la entidad, el rinde promedio nacional del cultivo se ubicó en 15,4 quintales por hectárea, “una disminución del 44,8 % en comparación al ciclo previo y una merma de 44,9 % con respecto al promedio de las últimas cinco campañas”.
Para tener en cuenta, el escenario inicial de la campaña era con una producción de 48 millones de toneladas de la oleaginosa. Sin embargo, está concluyendo 27 millones de toneladas por debajo de eso.
“La falta de humedad superficial dejó afuera de la campaña a 500.000 hectáreas, principalmente para los planteos de segunda ocupación. Altas temperaturas junto a lluvias por debajo a la media sobre el centro del área agrícola afectaron los cuadros de primera y de segunda ocupación durante el período crítico. Finalmente, las condiciones sobre el sudeste de Buenos Aires fueron distintas al resto, alcanzando rendimientos por encima del promedio histórico”, apuntó.
Impacto
Hace unos días, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reveló en un informe que, por la sequía, este año no se cosechó una superficie récord entre trigo, maíz y soja. En rigor, por estos tres cultivos el total de hectáreas sin recolectar ascendió a 6,5 millones de hectáreas, donde Buenos Aires fue el distrito que más aportó a ese indicador con 2,2 millones de hectáreas.
“Durante la campaña 2022/2023, la SNC (Superficie No Cosechada) de los tres principales cultivos a nivel nacional ascendió a 6.521.200 hectáreas, una superficie que efectivamente es equivalente a la mitad del territorio de la provincia de Santa Fe. La mayor parte fue aportada por la soja (3,6 millones de hectáreas), seguido por maíz (1,9 millones de hectáreas) y trigo (916.000 hectáreas)”, dijo.
El impacto de la sequía golpeó el ingreso de divisas, algo que reflejó la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC). Según la entidad, entre enero y junio ingresaron al país US$11.031.655.491. Este número implicó un recorte del 42,3% versus los US$19.144.962.182 de igual período de 2022. Se perdieron exportaciones por unos US$8113,3 millones.
Puntualmente respecto de junio, en cuanto a la liquidación de divisas Ciara-CEC expresó que “las empresas del sector liquidaron la suma de US$1581 millones, representando una baja de 59% en relación al mismo mes de junio del año 2022 y un 62% inferior que en el mes de mayo de 2023″.
En tanto, la industria procesadora se vio afectada por esta situación. Al respecto, la molienda de soja acumulada se ubicó hasta entonces en 11,922 millones toneladas, versus 16,168 millones en 2022 y 18 millones en 2021, por lo que hubo una caída de 4,246 y 6,068 millones respectivamente.
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