Son escasos los documentos que muestran los pliegues más profundos del alma en nuestros próceres. En una carta inédita dirigida a su amiga Delfina Mitre, Domingo F. Sarmiento busca consuelo por la trágica muerte de su hijo Dominguito.
Domingo Fidel Sarmiento -Dominguito- hijo adoptivo de Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), y posiblemente su hijo carnal, nace en Chile en 1848, de Benita Martínez Pastoriza, cuando estaba casada con Domingo Castro y Calvo. Tras la muerte de su marido, Benita contrae matrimonio con Sarmiento en 1848.
Contrariando la voluntad de su madre, Dominguito decide enrolarse durante la Guerra de la Triple Alianza (o Guerra del Paraguay), conflicto militar que entre 1864 y 1870 enfrentó a Brasil, Argentina y Uruguay, con Paraguay.
Con el grado de Capitán, Dominguito muere en la batalla de Curupaytí el 22 de septiembre de 1866. Un balazo que atraviesa sus piernas le provoca la mortal hemorragia. Tiene apenas 21 años de edad.
En la mañana del día de su muerte, Dominguito le había escrito a su madre lo siguiente: "Y si el presentimiento de que no caeré en combate es sólo una ilusión que me permite tener coraje y cumplir con mi deber, te pido madre que no sientas mi pérdida hasta el punto de dejarte vencer por el dolor. Morir por la patria es darle a nuestro nombre un brillo que nada borrará, y no hay mujer más digna que aquella que, con heroica resignación, envió a la batalla al hijo de sus entrañas. Las madres argentinas transmitirán a las generaciones venideras el legado de nuestro sacrificio".
Sarmiento recibe la triste noticia en los Estados Unidos, donde se desempeña como ministro plenipotenciario argentino. Devastado, a los pocos días de la tragedia le escribe desde Nueva York a Delfina Mitre, esposa del general Bartolomé Mitre, presidente de la República y comandante de las tropas que integraba su hijo muerto. Una selección de esta misiva, desconocida hasta ahora, dice así:
"Mi estimada amiga (..) cuando las leyes de la naturaleza son violadas por las necesidades de la sociedad solo queda levantar los ojos más arriba i obedecer con resignación a otras leyes superiores que están acaso proveyendo a necesidades que se nos ocultan o no sabemos sentir (...) Consuélame que un pueblo entero haya comprendido estimado lo que se perdía en el malogrado niño. Se la parte que a usted i a su familia le cabe (...) Yo hubiera pedido solo cuatro años más de espera, a fin de que hubiese saboreado la vida. Habría sido mejor? Ha muerto antes de probar el desencanto que está en el fondo de la copa, i su imajen se me presenta espirante i risueña con sus juveniles recuerdos.Con mis afectos a los de su casa i al General queda su affmo amigo. (Firma) D.F. Sarmiento".
Esta tragedia familiar marcó para siempre a Sarmiento. En 1886 publica la biografía Vida de Dominguito. Es su última obra literaria. Dos años más tarde Domingo Faustino Sarmiento muere en Asunción del Paraguay, país cuya tropa había truncado tempranamente la vida de su amado hijo.