Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, a ese valor se llegará hasta el mes próximo por un incremento en los costos logísticos y para la industria; el panorama climático no es alentador
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La bajante del río Paraná, en un nivel histórico, terminará representando hasta el mes próximo inclusive un costo de US$315 millones para el complejo agroindustrial del Gran Rosario ligado a la exportación de granos y subproductos.
Así lo estimó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, analizando el período marzo pasado hasta el 31 del mes próximo y considerando que habrá mayores costos logísticos entre transporte e industria.
Para destacar por qué es importante lo que ocurre con el caudal del río, el año pasado desde las terminales portuarias del Gran Rosario se embarcaron el 70% de los granos, el 96% de los aceites vegetales y el 96% de las harinas que exportó el país por US$20.000 millones.
“Durante el mes de junio, la altura del río medida por el hidrómetro ubicado en Rosario tuvo un fuerte descenso hasta alcanzar un mínimo relativo el sábado 26 a las 12.00hs de -0,03 m, el guarismo más bajo desde diciembre de 1970, y la más baja registrada para un mes de junio en toda la historia. Si bien el registro presentó una mejora parcial en la última semana, hasta tocar el día 7 de julio a las 12 los 0,18 m, el registro aún se ubica muy por debajo del mínimo de 2,47 m que debiese registrarse a la altura de Rosario para que Hidrovía SA tenga la obligación de garantizar los 34 pies de calado”, remarcó la entidad.
Según el reporte, realizado por Javier Treboux, Tomás Rodríguez Zurro, Julio Calzada y Pablo Ybañez, expertos de la Bolsa rosarina, los mayores costos surgen de sumar el incremento en los costos relacionados a la necesidad de ajustar el volumen de carga en determinados tipos de buques en el Gran Rosario por la bajante.
De acuerdo a los técnicos de la entidad, la bajante implica que “un grupo de artefactos navales tengan que salir con menor tonelaje (en forma definitiva) a sus puertos de destino y tener que hacer frente al denominado falso flete”.
Según se detalló, se presentan mayores costos por la necesidad en ciertos buques de completar la carga en otros puertos argentinos distintos al Gran Rosario. “Implica la necesidad de incrementar el volumen cargado en puertos como Bahía Blanca o Quequén donde el precio de originación de la mercadería termina siendo mayor que en el Gran Rosario por los problemas logísticos y mayores costos de transporte terrestre”, describió el trabajo.
En este contexto, los expertos aclararon que no se ha computado en esta estimación los mayores costos de aquellos buques que tienen que completar cargas en los nodos portuarios brasileños (Santos-Paranaguá, por ejemplo).
Además, existen también mayores costos de transporte y logísticos relacionados al menor tonelaje que puede cargarse en los trenes de barcazas que bajan por los ríos Paraná y Paraguay al Gran Rosario desde Paraguay, Bolivia y puertos locales.
“Nos referimos a mercadería de origen extranjero que trasborda en el Gran Rosario, a poroto de soja que importa temporariamente nuestro país y granos argentinos que llegan desde puertos de cabotaje de Chaco y Entre Ríos”, precisaron.
En este sentido, hay mayores pérdidas que sufre el complejo agroindustrial local por menores precios de exportación que percibe el país tanto en harina como aceite de soja por los problemas logísticos y de transporte que trae como consecuencia la bajante del Río Paraná, explicaron.
“Existe un castigo en el precio de estos productos argentinos que se traducen en una presión a la baja de las primas FOB argentina en relación a otros orígenes, como el brasilero”, remarcaron.
En cuanto a la industria, el costo adicional en la actividad es por “la ralentización del ritmo de embarques que genera inconvenientes diversos, saturación de almacenajes y demoras en el ritmo de la molienda”.
Pronóstico poco alentador
Por su parte, José Luis Aiello, experto en Ciencias Meteorológicas y asesor científico de la Bolsa rosarina, alertó sobre el fenómeno extremadamente seco en las regiones que vierten sus aguas en la Hidrovía Paraná-Paraguay y Tiete-Paraná. Las perspectivas para los meses venideros es que el río Paraná en su tramo fluviomarítimo podría alcanzar el nivel más bajo en décadas, según el reporte.
Aiello indicó que las regiones mencionadas transitan el denominado “período seco” o sea con precipitaciones bajas que recién se revertirían a partir de fines de septiembre.
“Durante el período seco los sistemas dinámicos atmosféricos no tienen una correlación evidente con el Pacífico Ecuatorial, el cual está en la etapa final de una Niña, la cual podría convertirse en Neutral a partir de septiembre. En definitiva, el pronóstico no es para nada auspicioso en la zona del Paraná-Paraguay y Tiete- Paraná con impactos negativos para el Gran Rosario”, adelantó.
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