RIBEIRAO PRETO, Brasil.- Buena sintonía con el gobierno de Jair Bolsonaro, foco en el negocio y fuerte apuesta por la incorporación de tecnología para mejorar los resultados.
Esos tres factores pintan lo que está pasando hoy en el campo de Brasil y se pudieron palpar en toda su magnitud durante Agrishow, la muestra de maquinaria agrícola realizada la semana pasada en esta ciudad, ubicada a poco más de 300 kilómetros de San Pablo. Una distancia donde el cultivo de caña, que en todo Brasil ocupa una superficie de unos 10 millones de hectáreas, domina el paisaje en el trayecto hasta Agrishow.
En Agrishow, entre cuyos organizadores está la Asociación Brasileña de la Industria de Máquinas y Equipamientos (Abimaq) y fue una feria que movió negocios por unos 2900 millones de reales (US$725 millones), un 6,4% más que en la anterior edición, los productores están en una especie de luna de miel con Bolsonaro.
"La zafra es buena (la cosecha se prevé que termine en unos 228,4 millones de toneladas, por encima de los 221 millones de la campaña anterior) y nosotros estamos con un 20% más de pedidos porque el productor confía en el gobierno", señaló Oscar Benedito, un técnico de la firma de maquinaria agrícola Jacto, referente en este país.
Para el mercado total de maquinaria agrícola se espera en 2019 una suba de 40% en cosechadoras (contra el ciclo anterior rondará las 5000 a 6000 máquinas) y de 25% en tractores (versus 2018 fluctuará de 37.000 a 43.000 equipos), con un promedio general aumentando un 10 por ciento en toda la industria. El año pasado el mercado total, incluyendo operaciones internas y también exportaciones, se ubicó en unos US$4000 millones.
Al presidente brasileño los productores le valoran desde su iniciativa para una reforma jubilatoria que buscaría hacer más equilibrado un sistema hoy con fuertes desajustes hasta su proclamada lucha contra la corrupción y sus críticas a las ocupaciones de tierras, además de su mirada para buscar más acuerdos comerciales.
Del Mercosur los productores brasileños dicen que no se quieren ir, pero reclaman ajustes. Algunos sostienen, desafiantes, que más allá de la cuestión climática, Brasil hoy podría producir más trigo en Paraná y otras regiones (ese país tiene una cosecha de unos 5,5 millones de toneladas y debe importar más de 6 millones).
"Es excelente la valoración que hay sobre Bolsonaro; además, habla la lengua de los agricultores y está en contra de las invasiones de tierras", precisó Humberto Tavares, productor agropecuario.
Gastón Trajtenberg, expresidente de John Deere en la Argentina y actual director de ventas para América Latina desde Brasil, remarca también que "ha crecido la confianza del agricultor con el cambio de gobierno".
Agrega que sigue la disponibilidad de crédito, la expansión de áreas, como en el nordeste y el norte, y se apuesta a más rinde. No sorprende ver por aquí sojas que tocan los 50 quintales por hectárea.
El dato que tal vez más grafica lo que menciona Trajtenberg es un índice. Es el llamado Índice de Confianza del Agronegocio (Icagro), de la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), que está en el nivel más alto de los últimos seis años. El ejecutivo destaca el funcionamiento de un "entramado de financiamiento" que impulsa el clima de negocios.
El productor brasileño está pagando tasas que van del 7,5% al 8%. Consideran que es un valor elevado contra un 4 a 5% de otros años, pero igual mantienen el ánimo inversor. Muchos se apuraron a hacer compras en la feria para aprovechar esas tasas antes de que haya una suba.
Cuando visitaron la exposición, Bolsonaro y su ministra de Agricultura, Tereza Cristina, anunciaron créditos por unos US$400 millones entre un seguro para contingencias climáticas y la adquisición de equipos agrícolas.
"Aquí la parte ganadera también está reaccionando positivamente. Hay buenos precios para la carne y se está estimulando la retención de hembras. Además, la crisis en China por la peste porcina es una oportunidad", contó Tavares.
Que Brasil tiene puesto el foco en el negocio del agro lo demuestran otros puntos. En infraestructura, por ejemplo, los productores y empresarios están expectantes por concesiones para vías navegables y férreas que tiene en carpeta el gobierno de Bolsonaro.
"El 80% (de la producción) se transporta por camión, necesitamos más vías navegables y férreas", apuntó João Carlos Marchesan, presidente de Abimaq. Desde muchas regiones una tonelada de soja debe recorrer más de 2000 kilómetros para poder llegar a los puertos.
En Brasil, según ilustró Pedro Estevão, presidente de la Cámara Sectorial de Máquinas y Equipos Agrícolas, la carga tributaria "llega al 34%" para la actividad y en este punto también hay expectativas. "Estamos viendo con esperanzas las reformas del gobierno en las jubilaciones, lo tributario y luego para la parte política", apuntó Francisco Matturro, presidente de Agrishow y vicepresidente de la Asociación Brasileña de Agronegocios (Abag).
Otro punto donde se mira Brasil es la conectividad. En Brasil, el 86% de la población, sobre un total de unas 210 millones de personas, vive en áreas urbanas.
Un grupo de firmas del sector (Baldan, Jacto, Jumil, Tatu Marchesan, MIAC, Stara y Vence Tudo) crearon lo que dieron en llamar el "Banco de Datos Colaborativos del Agricultor" (BDCA).
El BDCA busca integrar los datos generados por los equipos y sensores de todos los fabricantes, con acceso otorgado por los productores. La idea es que todos los datos estén en un único lugar y se almacenen en un banco de datos o nube. El productor tendrá autonomía para decidir qué información compartir.
Para los fabricantes, se trata de una chance para compartir parte de los datos generados en los campos para luego atender demandas de los productores.
En la feria, Case realizó una demostración muy concurrida por los productores de su AFS Connect, un sistema que permite no solo llevar adelante y tener en la mano el manejo de toda una flota de maquinaria en tiempo real y tomar nota de alertas, sino hacer una gestión agronómica del establecimiento.
John Deere también está apostando fuerte a la conectividad y a la digitalización con su propuesta de Centro de Operaciones y JD Link para la conexión, gerenciamiento de información y toma de decisiones vinculadas con las máquinas. Para Trajtenberg, con la tecnología actual, de lo que se trata precisamente es de "optimizar" lo que compró el productor.
Las novedades en equipos
RIBEIRAO PRETO, Brasil.- En Agrishow, entre las novedades se destacó la presentación de la marca Fendt, perteneciente al grupo Agco. Fendt es una marca de lujo con equipos que están en el tope de tecnología. Desembarcó en Brasil y lo hizo mostrando, entre otros productos, el tractor 1050 Vario de 517 caballos. Ese tractor vendrá a Brasil desde Alemania. Además, presentó la sembradora Momentum de 40 líneas que también aplica fertilizantes. Esta máquina se hará en Brasil junto a la cosechadora Ideal para las clases 7, 8 y 9.
Massey Ferguson, otra marca de Agco, también mostró la Momentum plegable (queda a 3,60 metros para su transporte) fabricada en Brasil, en su caso con 24, 30 y 40 líneas y solo para siembra. Estas sembradoras vienen con tecnología Precision Planting. La sembradora puede alcanzar velocidades de trabajo por encima de 10 km/h, ofrece menor compactación con líneas independientes y es una máquina que requiere menor mantenimiento.
En la firma Kuhn presentaron la pulverizadora Fighter 2500 con tanque de acero inoxidable, más seguro según destacaban en el stand para la limpieza y evitar contaminaciones de productos. En tanto, la empresa Jan mostró una pulverizadora con un sistema electroestático que en la aplicación crea como olas para que el producto llegue tanto a la parte superior como inferior de las plantas.
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