Luego de que LA NACION revelara un caso donde desde un celular se ofrecen cartas de porte para el traslado de granos, el organismo hizo una presentación judicial; también investiga la Aduana; fuentes privadas estiman una estafa por $30 millones
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Tras la publicación de LA NACION sobre la alerta de una presunta estafa en la venta de un documento por $500.000 que expide la AFIP, el organismo de recaudación informó que realizó la denuncia penal ante la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia. Según pudo saber este medio, la Aduana hizo lo mismo y comenzó una investigación para dar con el paradero de estas personas.
En tanto, fuentes del sector exportador advirtieron que en este caso operaría un grupo que ya habría realizado supuestas estafas por más de $30 millones, utilizando además datos de otras empresas para hacer maniobras.
La semana pasada, LA NACION contó que los acopiadores comenzaron a recibir una suerte de flyer escrito en letras mayúsculas donde les ofrecían las cartas de porte electrónica a cambio de dinero. Las cartas de porte, que se expiden con un sistema de la AFIP, se usan para el traslado de granos. En el sector privado alertaron que el fraude continúa y se han reportado operaciones a “víctimas” de países de la región.
Luego de la publicación de este medio y de acuerdo con la información brindada por la cartera que dirige Carlos Castagneto, la denuncia fue formulada el 30/11/2022 por la División Penal Tributaria del Departamento Legal - Dirección De Operaciones Grandes Contribuyentes Nacionales.
Indicaron también que ante los hechos sobre “la existencia de un abonado telefónico (por intermedio de WhatsApp) que estaría ofreciendo la confección de ‘Cartas de Porte’ de granos junto con la documentación que complementa el legajo de la operación (facturas, recibos, remitos, etc), la División Penal Tributaria realizó tareas de investigación en redes sociales abiertas pudiendo dar con diferentes perfiles y publicaciones en la red social Facebook donde se ofrecían estos documentos con el fin de simular operaciones”, pero advirtieron que no pudieron obtener datos.
En ese sentido, agregaron que solicitaron “la apertura de una investigación penal preliminar”, a fin de obtener pruebas que permitan esclarecer la hipótesis delictiva y formular una denuncia penal. En este momento, la AFIP trabaja bajo diversas hipótesis que se desarrollaron en el pedido de investigación ante la Justicia. La primera es saber las posibles maniobras de evasión fiscal simple y agravada, la posible existencia de asociación ilícita fiscal, maniobras de lavado de activos de origen delictivo, accesos indebidos a sistemas informáticos, así como maniobras de encubrimiento para el comercio de mercaderías hurtadas o robadas.
El caso también despertó el interés de las autoridades de la Aduana, quienes explicaron a LA NACION que ya habían comenzado una investigación para dar con el paradero de los responsables e incluso hicieron la denuncia correspondiente. “La mercadería transportada con el respaldo de la carta de porte, presuntamente, apócrifa, estaría falseando el origen y la titularidad de la misma, considerando que si esta mercadería se destina definitivamente para una operación de exportación se darían los supuestos de una ‘simulación’, en virtud de no poder acreditar a ciencia cierta tanto la trazabilidad como la legalidad de la operación de exportación que se intente realizar”, especificaron desde la cartera que dirige Guillermo Michel.
Más casos
LA NACION se contactó con un empresario que prefirió no revelar su nombre, pero explicó que había presentado una denuncia en la Justicia, ya que una persona había comenzado a dar el nombre y el CUIT de su empresa para ofrecer sus servicios en las redes sociales.
-Hola. Buenas. Sí, decime qué destino estás necesitando, si es maíz o si es soja. Decime cuántas necesitas y te paso presupuesto del destino.
Ese mensaje se escucha decir a un hombre en un audio que le envió a un presunto cliente que se mostró interesado en sus servicios el 2 de septiembre pasado. Si bien el teléfono no es el mismo, comparte la misma descripción en el perfil de WhatsApp, donde se muestra como “Mis exportaciones S.R.L”, con “exportaciones a cualquier destino, barco, barcaza, camión, granel, embolsado, gestionamos todo tipo de documentación nacional e internacional. Factura E, A, Recibos y remitos, Carta de porte. Entrega inmediata, pagos mediante depósito bancario, CBU”.
Por los servicios, según le aclara a sus posibles clientes y de acuerdo a los chats aportados a este medio, cobra entre $300.000 y $500.000 por operación, conforme a la documentación que necesiten y las “negociaciones” que hagan.
“Cuando quiere convencer al comprador de que la empresa le dará los papeles, pasa el nombre de mi empresa y de otra más. Les pide un anticipo, pasa CBU a nombre de una persona física”, relató el empresario afectado, quien contó que esta persona ya falsificó facturas y remitos de su empresa y de esta forma “anda estafando”.
En las últimas semanas, aparecieron algunas “víctimas” de Paraguay, Chile y argentinos que “contrataron sus servicios”. La estafa rondaría los $30 millones.
“Va cambiando de teléfono a medida que lo descubren. Ya van varios que me vienen llamando”, explicó el empresario que hizo la denuncia.
En uno de los chats, el presunto estafador dijo a un cliente: “Decime qué garantía necesitás y lo valoro y te la damos. No tengo nada que esconder. Sé que lo que vendo es bueno”. Las palabras eran para dar tranquilidad al cliente que le pedía una serie de requisitos para salvaguardarse y hacerlo caer en la trampa.
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