En una charla para una empresa del agro en Rosario, el economista señaló que en la Argentina hay un “problema distributivo” que es “serio”
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ROSARIO-. En medio del clima político por el cierre de listas para las PASO, el economista Juan Carlos de Pablo explicó que con las elecciones se está viendo a muchos precandidatos que, para congraciarse con el agro, se hacen los “camperos”, y que con la cercanía de los comicios está lindo decir “viva el campo”. El desafío más importante que tendrá el próximo gobierno, dijo, es solucionar el “tema de la mesa de los argentinos”, por lo que las figuras que se han mostrado afines al campo deberán pensar en una forma de abastecer de alimentos al mundo sin desabastecer el consumo interno.
“Se está viendo a mucha gente que para congraciarse con el campo, ahora son todos camperos. La cuestión de la mesa de los argentinos es un tema serio, pero los K se la han tomado de una manera personal. Cuando alguien dice que la Argentina puede abastecer de alimentos a 400 millones de habitantes, hay que pensar que para producir eso, el precio de los granos tiene que estar arriba y el consumo interno va a estar bajito. Acá el problema distributivo es serio, pero lo que sí tenemos que hacer es no encarar el problema de manera pasional y personal como lo hicieron los K. Esa tiene que ser la diferencia”, dijo el economista a LA NACION tras el lanzamiento Utrisha N, un producto de Corteva Agriscience.
Explicó que con la cercanía de las elecciones, a veces, está muy lindo decir: “¡viva el campo!”, pero no. “Yo tengo gran respeto por el productor agropecuario, porque ha demostrado una dinámica fenomenal, pasaron de producir 20 millones de toneladas a 140 millones, eso es esfuerzo, riesgo, y me saco el sombrero, pero en la Argentina las cuestiones distributivas hay que tomarlas en serio”, afirmó.
Respecto de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, opinó: “No conozco a nadie que para tomar una decisión de inversión le preste atención a los dichos de la vicepresidenta o al presidente. No tenemos tiempo. Ella hace un show, tiene fondos para organizar esto, tiene gente de manera genuina y otros a los que les pagan para ir [a las plazas], pero desde el punto de vista de la toma de decisiones lo que diga es irrelevante”.
El economista reiteró que Cristina tiene “un tema personal con el campo”. Remarcó: “Los Kirchner tienen una forma de decidir que es así: ellos te dicen yo tomo una decisión, si no te gusta me quedo tranquilo, duplico la dosis de lo que sea y espero a que vengas arrastrándote. Así funcionó Río Gallegos, así funcionó Santa Cruz y el gobierno nacional”. La 125, mencionó, inauguró el periodo del cual alguien le dijo que paren, pero explicó que esto no te lo perdonan más. “Lo de Cristina con el campo es una pulseada personal. El campo lo que dice es: que venga otro gobierno para hablar en serio de los problemas reales, pero no de algo personal”, analizó.
Sobre la gestión del ministro de Economía, Sergio Massa, dijo que este “está haciendo lo que puede”. Detalló: “La historia dice que cuando tenés debilidad política no es mucho lo que podés hacer. José María Guido, terminando el periodo de [Arturo] Frondizi, María Estela de Perón cuando enviuda o Fernando de la Rúa, no encontraron la forma de neutralizarlo. Ahora acá está sucediendo lo mismo. Cuando De la Rúa pierde la primera elección de medio periodo, al mes se va. Alberto se queda, pero estamos en la misma situación. Entonces, así Massa hace lo que puede. Cuando los escuchás decir, esto tiene sabor a poco hay que entender las circunstancias, porque tiene sabor a un momento. Gracias a que todavía no tenemos hiperinflación, o capaz la tenemos la semana siguiente, pero considerando las circunstancias que la tasa de inflación mensual sea un 8,4, es un logro”.
Para el economista, los argentinos son de hacer las cosas a último momento y con gran creatividad, pero recordó que el mundo no funciona así. “Imaginate al gobierno chino cuando le dijeron: está viniendo el ministro de Economía de la Argentina en el avión presidencial para arreglar en dos días algunas cosas pendientes que hay. No. Las cosas llevan su tiempo, estos tipos de acuerdos, probablemente maduran, pero van a madurar para el próximo gobierno”, aseveró.
En esa línea, dijo que de ese viaje a China se desconoce contra qué la Argentina consiguió lo que consiguió. “El swap técnicamente es una compra y recompra de moneda, pero básicamente lo que dijo el Gobierno es: dame un préstamo, yo lo muestro, no lo uso. Pero ahora con todo este lío te dicen: me dejás usar una parte. Los chinos dicen: sí, pero para importar desde China. Ellos no te van a decir de importar, por ejemplo, de Canadá. Técnicamente, los chinos te están fiando y como no tenés alternativa decís bienvenido. Pero contra qué lo hicieron, no se sabe”, expresó.
Con respecto del mercado de cambios, dijo que el Gobierno tiene un enfoque administrativo y que para llegar a las elecciones “consigue de a tres o seis dólares”.
“Lo que pasó ahora con todo esto de que el Banco Central no tiene reservas, no hay financiamiento, y después se sumó la sequía, todo se complicó. Lo que tenemos de acá al final de este Gobierno es esto. Todos proponen hacer un salto devaluatorio, pero la otra vez Gabriel Rubinstein [secretario de Programación Económica] explicó que si sale mal es Rodrigazo. Y él es funcionario, no puede decirlo, pero con este gobierno qué querés que haga, por eso es que eso se lo agrego yo. Esta es la razón por la que tenemos dólar soja III y se van a hablar con los chinos. Todos los días es algo nuevo para ver cómo se hace para llegar hasta el final del periodo”, resumió.
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