En Río Cuarto, en el establecimiento San Emiliano, de Bio5, donde se engordan novillos, se desembolsaron $16 millones para llevar el estiércol a plantas productoras propias de biogás
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RÍO CUARTO.- Menos de un grado marcaba el termómetro el jueves pasado cuando, a las 9, más de 200 millennials y centennials del sector cruzaban en esta localidad la tranquera del establecimiento San Emiliano, de bio5, para participar de la jornada de integración y economía circular en ganadería para jóvenes organizada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
El campo elegido para el cónclave fue la unidad ganadera de bio4, la empresa agroindustrial que transforma materia prima agropecuaria en energía y alimento. Se trata de 28 socios, empresarios agropecuarios, que se unieron en 2007 con la idea de agregar valor a los granos producidos en la región. En 2012 comenzaron con la primera empresa argentina en elaborar bioetanol a partir del maíz y en 2015 siguieron con la generación bioeléctrica.
En tanto, en este establecimiento transforman la proteína vegetal de los subproductos de su planta de etanol en proteína animal vehiculizada a través del engorde de novillos en un feedlot de 1800 cabezas. “Acá hay una integración de las diferentes producciones para transformar cualquier pasivo ambiental en activos energéticos y los subproductos en insumos para una nueva cadena de agregado de valor”, expresó el ingeniero industrial Agustín Fonzo, gerente de bio5, en diálogo con LA NACION.
En rigor, detalló que el 92% de los insumos de las raciones para los animales están asociados a bio4. Se hacen con burlanda, un subproducto de la molienda del maíz en la industria del estanol; maicillo, que es el zarandeado del cereal que ingresa a la planta; fibra, que es el picado del maíz que producen, y hominy feed (harina de maíz), un producto de la molienda seca de maíz de otra empresa de Rio Cuarto.
La novedad, en este contexto, es que la empresa está en un proceso de comenzar a juntar la producción parcial de estiércol para llevarla a los biodigestores de bio4 en donde ya se produce biogás. En la jornada se puso el foco en que los jóvenes vieran en acción la economía circular porque la burlanda y el scrap de la planta de etanol se destinan para la dieta de los animales y el estiércol del feedlot a los biodigestores para producir energía eléctrica.
En el grupo de productores se identifican como pioneros en el desarrollo de plantas de energía limpia y renovable a partir del biogás utilizando silaje de maíz, estiércol, subproductos industriales y “pasivos ambientales”. Destacan que ya llevan vendidos 53.800 MW de energía eléctrica renovable.
“Logramos una integración con las plantas de biogás, lo que nos permite utilizar un pasivo ambiental (estiércol) como sustrato para generar biometano que luego se convierte en electricidad que inyectamos a la red”, explicó.
Para poder llevar a cabo este proceso, en ocho de los quince corrales de 120 animales [cada uno] que tiene la compañía hay desde el frente del comedero hacia el interior del corral cuatro metros de platea en donde se recoge el estiércol con el uso de una pala frontal. Esto significó una inversión de $16 millones para un módulo de casi 1000 animales.
El ingeniero aseguró que el sistema tiene una eficiencia de recolección de aproximadamente un 60%. Precisó que un animal “bostea” un 10% de su peso vivo. En rigor, considerando que en el establecimiento tienen novillos de 300 kilos, estiman recoger un volumen total de 5,6 toneladas de estiércol en base seca por día. “Esta bosta tiene un 25% de capacidad de biometano respecto del maíz picado”, dijo.
Según detalló, el proceso consiste en abrir tranqueras intermedias entre los corrales y, con la misma pala frontal que usan en el patio de comidas, hacer entre dos o tres veces por semana la recolección, dependiendo de la temperatura y el viento que haya. “No nos interesa juntar bosta seca, porque mientras más seca está, más oxidada y menor poder de producción de biometano tiene”, comentó.
Advirtió que hay que ser cuidadosos en no llevar tierra hacia la planta de biogás porque con el tiempo podría afectar su volumen de trabajo. Contó que cuando terminaron la obra tuvieron que esperar a que se estabilice nuevamente el piso del corral con estiércol para comenzar a juntar con la pala frontal y no llevar la tierra que se había utilizado para nivelar el terreno.
Indicó que se trata de un sistema que ya está funcionando en otros feedlots del norte de Córdoba. “Es un híbrido entre un sistema de piso netamente de tierra, en el cual la bosta se junta y después se volea en el campo como biofertilizante, y un sistema de piso de 100% de cemento, que creemos que por las características del lugar no era el adecuado para nosotros”, dijo.
El establecimiento que trabaja la compañía consta de 230 hectáreas, 15 de las cuales son usadas para el feedlot de 1800 cabezas. Producen novillos pesados, en su mayoría mestizos con alrededor de 160 y 180 días de engorde. El peso promedio de ingreso es de 250 kilos y de salida de 380 kg para consumo. En tanto, para exportación la salida es con 450 kg. En el establecimiento trabajan cuatro personas y la ocupación promedio es de 1100 cabezas.
“Nuestros clientes nos demandan un novillo muy bien terminado con grasa intramuscular, de muy corta edad”, indicó. Desde el año pasado la empresa está integrada al consorcio exportador Río Beef. Participan de la cuota 481 [de exportación a Europa para carne de hacienda terminada en confinamiento] y, además, han desarrollado clientes en Chile, China y Estados Unidos.
“El año pasado fue un año duro para Río Beef [por el cepo a la exportación del Gobierno]. Tenemos cuota con Estados Unidos, que fue lo que no permitió mantenernos operativos, pero al no tener historial en la industria, porque empezamos en 2021, cuando se otorgaron los cupos de exportación en julio los frigoríficos respetaban el past performance que nosotros no teníamos. Así que no estaba la oportunidad de hacer buenas integraciones sin tener destinos que llevaban cupo”, dijo.
Fertilizante
En el establecimiento no se utilizan fertilizantes sintéticos. Es todo orgánico, proveniente de los corrales o del digestato de las plantas de biogás. Además, en la mayoría de los campos en donde producen los verdeos se usan los fertilizantes de las plantas de biogás.
Además de recorrer los corrales, los jóvenes escucharon disertaciones sobre los desafíos de las nuevas generaciones de la cadena de ganado, de la huella de carbono y la calidad de la carne orientada a mercados. También sobre innovaciones en el agro escucharon casos de emprendimientos.
Se trató de un “evento carbono neutro”, porque se midió el impacto de la jornada para luego compensarlo con bonos de carbono: en el feedlot se plantarán 300 árboles.
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