Los últimos casos registrados en varias regiones son un llamado de atención; las recomendaciones con la hacienda
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En los sistemas ganaderos existen muchas amenazas, algunas no pueden ser cambiadas por el productor (clima, mercados, etc.) y otras pueden ser atenuadas o eliminadas, entre ellas se encuentra la acumulación de nitratos que se absorben como tal por las raíces. Dentro de la planta, el nitrato se reduce a nitrito y luego a amoníaco para formar proteínas en el vegetal.
En otoño-invierno, los nitratos se concentran en los verdeos (avena, cebada, trigo, etc.) y en el ray grass. Mientras que, en el verano lo hacen en los sorgos, maíces y arroz, etc. También pueden acumularse en algunas malezas como roseta, sorgo de Alepo, cardo asnal, yuyo colorado, quinoa, etc.
En cualquiera de estos cultivos puede alcanzar concentraciones en niveles tóxicos (más de 2% de la materia seca de la planta). En los tallos se concentra mayor cantidad de nitrato que en las hojas, granos y flores y las plantas jóvenes son más peligrosas que las maduras.
Cuando se ensila un cultivo con altos niveles de nitratos, durante la fermentación láctica (anaeróbica) se puede reducir hasta el 50% de este compuesto. Mientras que, en los rollos, fardos o rastrojos pueden permanecer mucho tiempo sin alterarse significativamente.
Son muchos los factores que favorecen la acumulación de nitratos en la planta, entre ellos se destacan:
Condiciones ambientales
- Fuertes sequías, seguidas por lluvias que causan rebrotes rápidos;
- Heladas
- Temperaturas bajas o altas fuera de época, escasa luminosidad -varios días nublados-, siendo más riesgoso el pastoreo a la mañana temprano que a las horas de alta intensidad lumínica (10 a 15 am), porque en ese momento “disminuye” la concentración de nitratos en el vegetal.
Manejo
- Cuando se aplican altas dosis de fertilizantes nitrogenados (como urea) y más en suelos ricos en materia orgánica.
- Pulverizaciones con herbicida como 2-4-D pueden modificar el metabolismo vegetal, favoreciendo la concentración de nitratos.
- Suelos ácidos favorecen la absorción de este compuesto por parte de las plantas.
Los cuadros tóxicos se pueden agudizar cuando ocurren varios de estos factores en forma simultánea y, más aún, si los animales toman agua con altos niveles de nitratos (mayores de 100 mg/l) o nitritos (mayores de 10 mg/l).
Los animales más sensibles, de mayor a menor, son: cerdos, bovinos, ovinos y equinos. Además, la intoxicación aguda se agrava cuando están desnutridos.
Efectos negativos sobre el metabolismo
En el rumen hay una enzima que reduce el nitrato a nitrito, generando elevadas concentraciones de este último compuesto en sangre y provoca la oxidación del hierro ferroso pasando la hemoglobina a metahemoglobina. La metahemoglobina no tiene capacidad para transportar oxígeno a todo el organismo y el animal muere por asfixia (hipoxia).
Los síntomas varían de acuerdo a la concentración de nitrato que se ingiera. La intoxicación se caracteriza por la aparición súbita de severos signos de disnea (dificultad para respirar), coloración amarronada de las mucosas y de la sangre, temblores, marcha tambaleante, taquicardia, convulsiones y muerte. Los episodios agudos se manifiestan con la muerte súbita entre las 4 a 24 horas de iniciado el consumo. Animales preñados pueden abortar varios días después.
Manejo de los animales intoxicados
- Durante los primeros síntomas de intoxicación se trata con sedantes, protectores y adsorbentes gastrointestinales
- La intoxicación aguda se trata con Azul de metileno al 1%, provocando la reconversión rápida de la metahemoglobina en hemoglobina.
Cuando un animal muestra fuertes signos de intoxicación, el tratamiento más efectivo es el Azul de metileno junto con una sustancia cardiotónica, vía endovenosa. Esta tarea debe ser realizada por un veterinario porque un exceso en la dosis del Azul de metileno actúa en la misma forma que los nitritos o sea provocando metahemoglobinemia.
Recomendaciones generales
- Ingresar con animales “testigos”: si hay sospecha de peligro usar algunas vacas y observar su comportamiento durante las primeras 6 horas. Si hay una reducción del consumo puede indicar peligro de forraje tóxico.
- Evitar el ingreso de animales “hambreados”: la intoxicación se produce más por la velocidad de consumo que por la cantidad de nitrato en la planta.
- Evitar el sobrepastoreo: reducir el consumo de tallos donde se encuentra la mayor concentración de nitratos.
- Acostumbramiento: al comienzo pastorear 1 a 2 h/día e ir aumentando las horas de pastoreo durante los primeros 6 a 8 días, para permitir el acostumbramiento de la flora ruminal y poder metabolizarlo.
- Pastoreo durante las horas de mayor intensidad lumínica (10 a 15 am) porque disminuyen los nitratos en la planta. Evitar el pastoreo nocturno.
- Suplementación energética (granos de cereal) para aprovechar el amoníaco que se genera en rumen y transformarlo en proteína microbiana.
- Evitar el ingreso inmediato después de una lluvia: en ese momento suelen registrar los mayores niveles en las plantas.
- Permitir la selección del forraje usando “baja carga” para que los animales puedan elegir las hojas (menor concentración) en lugar de los tallos (mayor concentración). Hay que contactar al veterinario ante la sospecha de que el forraje a pastorear es potencialmente tóxico.
El autor es doctor en Ciencias Veterinarias especializado en Nutrición Animal. Director Ejecutivo de la Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche). Asesor privado. afmayer56@yahoo.com.ar //resalancursos@gmail.com
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