El clima y la suba en el precio de los insumos, principales preocupaciones
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La siembra de trigo que empieza en algunas semanas más en las regiones más septentrionales del país encierra algunos interrogantes. Por un lado, los precios a cosecha son atractivos -a principios de semana se ofrecían 199U$S/t para diciembre de 2021 y 200 para enero de 2022- pero hay otros factores que pueden comprometer el resultado económico final. El principal es el climático, porque en amplias zonas del país -sobre todo de la subregión norte- no se pudieron recargar los perfiles con las escasas lluvias de febrero y lo que va de marzo, y los productores ven que está tardando demasiado la transición de La Niña a condición neutral que pronostican los meteorólogos.
Los registros de los últimos días son desparejos, por lo que piden a gritos una lluvia de 100-150 mm para asegurar el arranque inicial de los cultivos.
El otro interrogante es la suba de precios de los insumos, particularmente de los fertilizantes. Jeremías Battistoni, especialista de la consultora AZ-Group, recuerda que “el precio del cereal subió menos que el de los granos gruesos”, a diferencia de lo que ocurrió en las dos anteriores campañas. Simultáneamente, los fertilizantes nitrogenados y fosforados tuvieran subas de más de 100U$S/t, lo que torna desfavorable las relaciones insumo/producto.
Así, con los precios de la época de cosecha, hace falta 26% más de trigo para comprar una tonelada de urea respecto del promedio de los últimos tres años. La cuenta para el fósforo indica que se necesita vender 11% más del cereal versus la media histórica. Tampoco es favorable relación trigo/glifosato: se requiere 8% más de grano que el promedio del último trienio para comprar 100 litros del insumo.
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