En dos recientes congresos realizados en Mendoza, con más de 1000 participantes, se analizaron los desafíos económicos, ambientales y sociales que enfrenta hoy la actividad
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MENDOZA.- Un paso clave para salvar y potenciar los bosques argentinos; incluso, una apuesta para apuntalar el sector, en su diversidad. También, una puesta a punto para optimizar el manejo de la biomasa forestal, con el fin de lograr mayor eficiencia energética en el país. Así puede resumirse el debate generado en Mendoza en el VIII Congreso Forestal Latinoamericano (Conflat) y V Congreso Forestal Argentino realizado durante la última semana de marzo, el cual contó con la participación de los diferentes actores del sector y con una multiplicidad de eventos simultáneos, con más de 1000 asistentes, bajo el hilo conceptual “El rol vital del bosque en tiempos complejos y cambiantes”.
Disertantes internacionales de gran trayectoria, empresas, universidades, entidades de diferentes áreas, gobierno nacional y provinciales y demás actores de peso, le dieron vida al Congreso, que no se realizaba desde hace diez años, donde se presentaron más de 200 trabajos de investigación. El encuentro, organizado por el gobierno de Mendoza, la Universidad Nacional de Cuyo, Conicet, INTA, la Asociación Forestal Argentina (AFoA), liderada por Claudia Peirano, y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), estuvo basado en cinco ejes temáticos fundamentales: cambio climático, ecología, biodiversidad y genética forestal, sostenibilidad social y educación forestal, biometría, silvicultura e innovación productiva y competitividad económica.
Las advertencias y desafíos se pusieron sobre la mesa del Centro de Congresos y Exposiciones de Mendoza, apuntando también a las cadenas de valor forestal sostenibles, bajo la mirada de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). También, se puso especial énfasis en la participación de las mujeres en el sector, bajo la necesidad de profundizar en la inclusión laboral y en la perspectiva de género. De hecho, hay datos que llaman a reflexionar: el Censo Nacional Agropecuario 2018 registró que el 82% de quienes trabajaron en forma permanente eran varones, mientras que eran mujeres sólo el 21% de las productoras y socias.
Asimismo, entre las principales ponencias de toda la semana se destacaron la presentación del libro “Uso sostenible del bosque-. Aportes desde la silvicultura Argentina”, presentado por Pablo Peri, coordinador Nacional del Programa Forestales del INTA y responsable del Comité Científico del Congreso junto al director nacional de Bosques, Martin Mónaco y Rodrigo Roveta, secretario de Bosques de la provincia de Chubut. En la disertación, basada en la ciencia destinada al cultivo de bosques, se hizo un repaso sobre estos ecosistemas en la Argentina, su distribución, tipos y características, entre otras especificaciones.
“Fueron más de 230 trabajos de innovación, en donde se generó un intercambio muy productivo entre productores, estudios, científicos, todos con el objetivo de compartir y mejorar las prácticas en un espacio de debate y mejora comunitaria”, señaló Peri.
“Hay que tomar una postura activa sobre los bosques, profundizando un modelo de desarrollo forestal integral, que incluya a todas las partes y protagonistas que confluyen en las comunidades forestales, tanto desde lo social, como desde un enfoque sustentable y de uso racional de los recursos”, ponderó Mónaco, director nacional de Bosques, quien llamó al dialogo con el sector privado para delinear juntos una estrategia de crecimiento de largo plazo.
También, hubo lugar para charlas magistrales, como la expuesta por Miguel Martínez Ramos, biólogo y doctor en Ecología por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), quien puso en valor la ecología y el manejo de los bosques tropicales.
Aprovechamiento
También, el simposio “Actualidad y desafíos del sector foresto industrial maderero y biodendroenergético de Argentina y Chile” fue central para discutir sobre la eficiencia energética en base a la biomasa forestal, ya que en Argentina existen grandes volúmenes de biomasa de origen forestal sin aprovechar, advierten los especialistas. Se trata de subproductos que provienen de dos fuentes. Por un lado, los disponibles en la foresto industria, como consecuencia del rendimiento de los aserraderos que es cercano al 50%, estimado en dos millones de toneladas por año. Por el otro, en las plantaciones quedan residuos de las podas, raleos y de la tala rasa, que se estiman en volúmenes mayores a cinco millones de toneladas por año.
Los expertos indican que a esto se suma el potencial de manejo sustentable del bosque nativo que permitiría actualmente obtener más de nueve millones de toneladas por año, según estimación del proyecto oficial Probiomasa, en energías derivadas. Así, este volumen potencial, estimado en 16 millones de toneladas de biomasa, concentrado principalmente en las provincias argentinas del Noreste (NEA) y Noroeste (NOA), con un poder calorífico promedio de 1800 kCal/kg cuando la biomasa tiene cerca del 50% de humedad, permitiría instalar del orden de 4200 MW de generación térmica con una eficiencia promedio del 80% y 8000 horas al año de uso. “Estos valores no consideran los residuos de poda urbana que pueden representar un volumen importante. Si además se considera la aptitud de los suelos de diferentes regiones del país para plantar de forma sustentable plantaciones energéticas, el potencial de generación es significativamente mayor”, aclaran los especialistas.
Por su parte, a lo largo del Congreso, los mercados de carbono para el país y la región también generaron gran interés. Referentes destacados del sector, casos privados y experiencias superadoras a emular, se expusieron para conocer más sobre el abordaje con esta herramienta, basada en sistemas comerciales en los que se venden y compran créditos de carbono. Los ejemplos de México, los estándares y procesos de Verra, casos de éxito locales y extranjeros y el futuro de esta metodología centraron la atención. Además, con la gestión de The Carbon Sink, el Congreso fue considerado un “evento carbono neutro”, ya que llamó a minimizar los impactos ambientales, reducir al máximo la huella de carbono y mitigar el daño ambiental.
A su vez, Fidel Roig, prestigioso profesor de la UNCuyo e investigador de Conicet destacó el rol vital de los bosques. “Nos unen y nos ayudan con la regulación del clima, en donde tenemos el 22% de los bosques del mundo en América Latina y el Caribe. En Mendoza tenemos un bosque urbano maravilloso que colabora en estas tierras secas”, expresó el estudioso.
Deforestación
Una de las ponencias destacadas del congreso forestal fue la del especialista Louis Verchot, quien alertó sobre las consecuencias de la deforestación y los efectos biofísicos en el clima.
El profesional dejó en claro que la deforestación representa el 13% de las emisiones globales de CO2, ya que los bosques mundiales son un sumidero de carbono. Así, más allá de los problemas globales que generan las mayores emisiones de carbono, Verchot indicó que existen otros inconvenientes asociados a los mecanismos biofísicos que producen la pérdida de bosques y que afectan al clima local. Por eso, habló de la importancia de proteger los bosques para garantizar la seguridad alimentaria y del agua, así como para la protección de la salud humana.
Por otra parte, poniendo un ojo en lo que viene, hubo especial interés en la charla magistral que ofreció el doctor Siqun Wang, sobre “Ciencias de la Madera y Nanotecnología: ¿qué sabemos y qué no sabemos aún?”. En esta exposición, el reconocido profesor enel Center for Renewable Carbon, de la University of Tennessee, además de presidente de la International Academy of Wood Science, abrió una ventana al futuro sobre cómo la madera se incorporará a nuestras vidas en múltiples ámbitos. “Desde la nanotecnología un sinfín de oportunidades, usos y aplicaciones esperan poder masificarse y ponderar a la madera como material sustentable por excelencia”, indicó el especialista.
Datos clave
Alrededor del 22% de los bosques del mundo se ubican en América Latina y el Caribe; de ahí el rol clave que juegan en el desarrollo, la conservación de la biodiversidad y en el mantenimiento del clima. En la región se encuentra el mayor bloque de bosque tropical, en la cuenca amazónica, la cual comprende una enorme diversidad de especies, hábitats y ecosistemas, se explicó en el congreso.
Respecto del gran potencial productivo, los especialistas de Afoa recordaron que la Argentina tiene actualmente un patrimonio de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, un 55% de ellas certificadas con sellos por gestión sostenible reconocidos internacionalmente.
La foresto-industria de Argentina se provee en un 95% de madera proveniente de dichas plantaciones. El agregado de valor incluye la producción de celulosa y papel, madera y tableros para viviendas y muebles, energía eléctrica y térmica, y diversos productos químicos.
Con 13.000 productores forestales y más de 6000 empresas, la foresto industria emplea en forma directa y formalmente a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 700 millones de dólares anuales.
Manejo del fuego y bosques urbanos
También, entre otros tópicos de relevancia, se dio a conocer la versión final y oficial de la Guía de Buenas Prácticas en Manejo del Fuego Rural.
Además, se hizo especial hincapié en la importancia de presevar y generar “bosques urbanos”, identificados, entre otros factores, por el patrón de distribución de árboles en zonas pobladas. Por caso, en diversas ciudades se han construido “infraestructuras verdes”, con el objetivo reducir el impacto de los fenómenos climáticos extremos, como el cambio climático global y los derivados del propio desarrollo urbano. “En consecuencia, la forestación urbana se considera una estrategia viable para el mejoramiento de la calidad de vida del habitante urbano”, resaltaron los organizadores del evento.
Corrientes, a la cabeza
Una de las ponencias destacadas y donde se posó el ojo de la industria fue Corrientes. El Gobierno de esa provincia hizo mención a las oportunidades de inversión en su Sector Foresto Industrial. Corrientes es hoy la provincia con mayor área forestada del país, con 550 mil hectáreas plantadas, el 70% de pino y el 30% de eucalipto. El 50% de la superficie está certificada bajo estándares internacionales, garantizando un manejo sustentable. En tal sentido, el sector foresto industrial tiene un enorme potencial en la provincia, ya que Corrientes tiene más de 3.000.000 de hectáreas aptas para plantar.
Desde la provincia se incentiva la industrialización de la madera, generando las condiciones y los beneficios adecuados para la radicación de empresas, el desarrollo de nuevas tecnologías e incluso la construcción de viviendas. Además, posee 60.000 hectáreas destinadas a la extracción de resinas y produce 12 millones de toneladas anuales de rollos para la industria. Asimismo, en la actualidad, está en proceso de construcción el aserradero más grande del país, una inversión de 110 millones de dólares de la firma austríaco - belga Acon Timber.
Corrientes tiene 18 parques industriales con infraestructura para empresas madereras, ubicados a lo largo de las principales cuencas forestales en la provincia, que incluyen: 262 aserraderos, impregnadoras, una fábrica de pellets y tres plantas de extracción de resina, que generan 11.500 puestos de trabajos genuinos. Durante el 2022, el sector exportó por 115 millones de dólares, de los cuales El 73% fueron maderas procesadas y en rollos, a 28 destinos. Y el 27% restante, fueron resinas y derivados, a 14 destinos. La producción anual de energía durante el 2022 fue de 424.000 MW, con un consumo de biomasa forestal de 790.000 toneladas. En materia de infraestructura, la provincia de Corrientes está construyendo el puerto multipropósito de Ituzaingó.
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