Si bien hay una comprensión a las medidas generales del Gobierno, en los distintos sectores hay reparos a volver a incrementar la presión fiscal
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En medio de la incertidumbre por la suba de las retenciones al 15% que quiere aplicar el Gobierno, referentes de las economías regionales se mostraron cautos por la medida que no obstante deberá pasar por el Congreso. En los diferentes sectores consultados coincidieron en que, si bien “hay que empujar hacia adelante”, les tomó “muchos años” eliminar y reducir las retenciones de cada producto. Según advirtieron, están “inmerso en un problema grave”.
La Mesa de Enlace se comprometió ayer durante la reunión con el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, a designar un equipo para trabajar con esa cartera. La idea es rever el esquema de las retenciones de las economías regionales, ya que algunas pasarían de no tributar a pagar el 15% en derechos de exportación.
Los casos varían de acuerdo con la producción: el algodón, por caso, paga un 5% y se le aumentaría un 10%, mientras que los lácteos, que aún no están enmarcados en una economía regional como tal, ya tributan un 9%.
Fuentes oficiales anticiparon a este medio que este tributo en las economías regionales están “en análisis”. Mientras tanto, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) intentará llevar a los representantes de los diferentes sectores el próximo miércoles a una reunión con el Gobierno.
Daniel González, integrante de la Cámara Argentina de la Industria y Exportación de Jugos de Manzanas, Peras y Afines (Cinex), dijo que “se está rechazando” el tema de los derechos de exportación. “No son las medidas; entendemos que es necesario el cambio para tener un futuro mejor, pero impacta fuertemente. En el caso nuestro, que no somos fijadores de precio, a nivel internacional nos saca competitividad. Nosotros ya tenemos un problema y es esto de tener diferentes tipos de cambios, por un lado, la importación y, por el otro lado, la exportación”, mencionó.
En este caso tienen insumos que necesitan importar para encarar la temporada. “Hoy estamos complicados porque tenemos trabas, porque no se puede pagar. Se nos hace muy difícil conseguir los insumos para poder trabajar, con costos que están aumentando o ya aumentaron en dólares”, afirmó.
Tomando como referencia la aplicación de las retenciones, y el mix del tipo de cambio a 80% (MULC) y 20% (CCL), tendrían una diferencia. “Hoy nos quedaría un dólar de $730, pero se complica contra los aumentos que hoy estamos teniendo en el mercado interno. Todos dicen que no tuvimos una devaluación del 100%, pero hoy tenemos aumentos entre el 60% y 70%; hay de 30%, hay del 100%. Nos preguntamos cuánto va a durar esta devaluación”, agregó. Según sostuvo, los derechos en algunos insumos “están bien”, pero terminan impactando a todos y pierden competitividad.
“Este es un tema que no es solo económico, sino financiero. La mayoría tenemos un plazo, por ejemplo, de casi 30 días de tránsito de buque entre que se entrega el producto y se cobra, tenemos casi 180 días y los derechos se tienen que pagar al contado. Tenemos que considerar mayor financiamiento para cubrir este nuevo costo”, ejemplificó.
El algodón, que genera mucha mano de obra en el NEA, paga hoy 5% y se vería afectado. “El Gobierno tiene poco tiempo, y este sinceramiento parcial a todo el sector productivo ayuda. Estamos para apoyar porque sabemos que hay que hacer un esfuerzo, pero esta decisión le va a afectar en su competencia por el espacio en contra de la soja. En las zonas algodoneras, en el norte de la Argentina, conviven la soja, el algodón y maíz. El mismo productor que hace soja también hace algodón y, por un lado, se va a ver beneficiado, porque la soja está un poco mejor en su ecuación, con este cambio. En cambio, en algodón no va a ser así porque el precio internacional de la fibra está abajo. Está más bajo de lo histórico y es el que rige el precio del mercado interno, que venía pagando un plus en el último año sobre el valor de exportación porque los márgenes del textil daba para pagar un poco más”, dijo Héctor Linke, presidente de la Asociación Argentina de Productores Algodoneros.
“Tenemos un aumento importante en los costos de los insumos para producir y combustible, la ecuación es que aumentan los costos y el ingreso no aumenta nada. La ecuación ya está con lo justo y se va a ver disminuida si aumentan las retenciones. Para el Estado, el impacto en ingresos para el grupo de economías regionales no va a significar un número importante para llevarlo a cabo. Va a generar más daño que el beneficio que se va a obtener”, completó. Aclaró que acompañan las medidas.
Patricia Ortiz, directora de BdeA, sostuvo que entienden la situación en que está el país, pero recordó lo que significó eliminar las retenciones. “Sabemos que la situación económica está muy débil y que no se va a recomponer de un día para otro, y que va a ser producto del esfuerzo de todos los sectores. Esta medida nos tomó un poquito de sorpresa, ya que habíamos logrado después muchos años y en muchas peleas eliminar las retenciones del sector, algo que siempre consideramos extorsivo, pagar por exportar. El tipo de cambio diferente realmente nos beneficia, pero pensamos que con la inflación que se viene va a ser algo de corto plazo”, indicó.
“Estamos expectantes para ver cuándo sale el decreto reglamentario, ver qué es lo que sale, qué es lo que va a pasar con las paritarias y cómo van a ser nuestros costos en un futuro bastante inmediato para ver si perdemos la competitividad, que pensamos que estábamos ganando o cómo va a quedar. Somos conscientes de que la situación es grave y que va a requerir el esfuerzo de todos los sectores para ver en el corto plazo una mejora”, explicó.
Hay entre 7000 y 8000 posiciones arancelarias en los diferentes productos que podrían ser alcanzadas por este 15%. En el sector arrocero, que paga entre 0% y 3% en los diferentes tipos de productos, dijeron que hay que esperar cómo salen las medidas.
Diego Storni, bodeguero y viñatero, explicó que no está claro lo que va a suceder. “En el sector de la vitivinicultura y fruticultura, las retenciones son vistas como un impuesto nocivo, extractivo y especulativo; deteriora mucho la competitividad. No hacemos una commodity o sembramos y cosechamos a los ocho meses; recién hasta el quinto año está productivo y el décimo año se produce normalmente. Uno no puede tomar una decisión de plantar y cultivar en función del estímulo impositivo”, argumentó.
“Son pocos los días que han pasado desde la asunción de Javier Milei y nos encontramos con una batería de 10 medidas absolutamente fiscales que apuntan a resolver uno solo de los problemas de la macroeconomía nacional. Lo hace a través de un ajuste clásico. Esperamos sin duda que la decisión esté en la dirección correcta. Acompañamos en general desde nuestros sectores hacia una economía más liberal. Este ajuste extraño no ha venido acompañado de un plan integral, ahí sí estamos preocupados; uno puede asumir que todas estas decisiones [son] temporales y de corto plazo. Aún no está sobre la mesa el programa integral que necesita la Argentina para poder alinear los incentivos hacia la inversión, generación de empleo, etc.”, planteó.
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