En el extremo sur de Chaco y el norte de Santa Fe se registran problemas para la continuidad de la cosecha y la producción ganadera
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SANTA FE.- Precipitaciones que promediaron los 280 milímetros durante el fin de semana pasado y comienzo de la que transcurre, pero con zonas puntuales de 300/350 milímetros, provocaron nuevas inundaciones en zonas productivas de tres provincias (Buenos Aires, Santa Fe y Chaco), lo que podría impactar en la cosecha gruesa en curso, mientras se mantiene la especulación sobre si la potencia del fenómeno de “El Niño” llega a su fin y en primavera vuelve a impactar en La Niña, el período seco que dejó sus huellas en estos territorios hasta la mitad del 2023.
Si bien los perjuicios también se trasladaron a zonas urbanas, el agua acumulada deterioró en gran forma las redes viales de tierra y muchas de las rutas permanecen cortadas e impiden el normal desplazamiento de la logística que se venía empleando para el traslado de granos y hacienda a los remates en ferias zonales.
En esta franja del país donde es más evidente el impacto de las precipitaciones, el mal tiempo continuaba hoy, con lloviznas intermitentes, que impiden la recuperación de las tareas rurales en su conjunto.
En el Chaco, los mayores inconvenientes se mantienen en las zonas de Basail -se acumularon 350 mm- y Cote Lai, en los departamentos de San Fernando y Tapenagá, respectivamente, al sur de Resistencia, la capital provincial. En ambos casos hubo evacuaciones de viviendas rurales y urbanas y se alteraron las normales actividades en los establecimientos agropecuarios. Muchos productores están impedidos de recibir asistencia porque permanecen aislados.
Si el fin de semana mejorarán las condiciones atmosféricas, es probable que en los próximos diez días se pueda comenzar a observarse una progresiva normalización de los trabajos de cosecha.
En tanto, en esta provincia, el norte santafecino transita la novena semana con precipitaciones de muy variadas intensidades y regular distribución geográfica. Pero los inconvenientes mayores se produjeron en el departamento Vera, donde pueblos como Cañada Ombú y Los Amores estuvieron aislados tres días de esta semana, mientras los ruralistas expresan sus quejas por la intransitabilidad de la red vial, con foco en lo que sucede en la ruta provincial 3, entre ambas localidades, donde falta completar el asfaltado de un tramo de 11 kilómetros. El paso de tractores para la asistencia a pobladores aislados volvió intransitable ese trayecto, y mientras continúe el mal tiempo no será factible su recuperación.
Informe
El informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que distribuye la Bolsa de Comercio de Santa Fe (Bcsf), explicó que las precipitaciones complejizaron el proceso de cosecha por “la falta de piso en los lotes, imposibilidad de acceso a los mismos por caminos en malas condiciones, sumado a los altos porcentajes de humedad ambiente y de grano”, lo cual paralizó el período del proceso en marcha.
“Todo influyó y determinó la irregularidad de la recolección, la lentificación del ritmo de la cosecha de soja temprana, algodón y sorgo granífero. En los lotes de maíz tardío (de segunda), cultivo que afrontó a lo largo del ciclo una realidad compleja, nuevamente se observó el daño progresivo–continuo, que ocasionó la presencia de Spiroplasma kunkelii, transmitida por la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), su vector, con particularidades en cada sembradío”, añadió el informe del SEA.
Sobre el caso de la chicharrita del maíz, el presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe, Armando Ferrucci, sostuvo este jueves, que “hay lugares que la pérdida fue del 100%. Al norte hay lugares muy complicados, si bien es una zona endémica de la enfermedad (o sea que no es que apareció este año sino que está siempre). Ocurre que este año hay una sobrepoblación de la chicharrita que es el transmisor de las enfermedades que producen el daño en el cultivo. Hoy lo que se ve son lotes afectados en un 15%, un 20% aparentemente. Digo aparentemente porque todavía no sabemos exactamente cómo termina ese cultivo”, remarcó. Lo expuesto abre un paréntesis en los pronósticos que se estaban haciendo sobre el futuro de la cosecha 2024.
También fueron importantes los inconvenientes que las lluvias trajeron al centro norte de la provincia de Buenos Aires, donde la permeabilidad de los suelos impide la erosión de los surcos, por lo que los perjuicios serían temporales, según los especialistas.
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