Hace veinte días debería haber salido la primera exportación argentina de chía a la India, pero debido al acortamiento de plazos para liquidar divisas dispuesto por el Banco Central (BCRA), el embarque se postergó. La empresa encargada de realizar el envío tiene un contrato para exportar 250 toneladas de esta semilla, lo que significan más de 600.000 dólares en ventas.
"Paramos el embarque porque no tenemos la plata para liquidar de forma anticipada", dijo a LA NACION Gabriel Duranti, cofundador de DMC Agroindustrial, la empresa que iba a convertirse en la primera en realizar la exportación.
De acuerdo a la medida oficial difundida en septiembre, la liquidación de divisas se debe realizar a los 15 días desde el momento del embarque. Se debe liquidar la totalidad del valor del embarque independientemente de las condiciones de pago pactadas entre la proveedora y el cliente. Es decir, si se había pactado un porcentaje del pago, la empresa debería hacer un pago a cuenta de un futuro ingreso que aún no percibió.
"Si yo exporto 100.000 dólares en dos contenedores, independientemente de si haya cobrado el pago, tengo que liquidar a los pocos días. Es algo que es imposible para las pymes, porque nadie tiene esa cantidad de dólares durmiendo", aseguró Duranti.
Luego de esa primera medida el organismo público sacó una corrección, pero en el nuevo documento no queda en claro si la chía queda excluida del plazo fijado. "La corrección es confusa y genera dudas. Pedimos una aclaración que aparentemente saldría esta semana", afirmó Duranti.
La pyme está radicada en Salta y se dedica a la producción, procesamiento y comercialización de granos y semillas. "Desde hace dos años nos venimos preparando para este momento", explicó el ejecutivo. La empresa invirtió en una planta modelo con tecnología de punta de dos hectáreas con 3000 metros cubiertos que está valuada en 1,5 millones de dólares.
"Ya teníamos preparado el primero de 12 contenedores para exportar a la India", remarcó y contó que desde hace un año que trabajan con el país asiático, donde había interesados en comprar la chía que ellos producen.
"Queríamos mandarla afuera, pero en ese momento nos faltaba un protocolo sanitario", afirmó. En febrero pasado eso cambió. El país firmó un acuerdo bilateral con la India que incluía la habilitación de importaciones por parte del país del sudeste asiático. La chía se encontraba entre los productos habilitados para exportar.
A fines de julio la India reglamentó el permiso y automáticamente en DMC Agroindustrial se enteraron. "Hablamos con el cliente, que nos pidió que le enviáramos un contrato y pactamos el primero de 12 contenedores con chía. Le pedimos un adelanto del 30%", aseguró Duranti. El cliente indio firmó el contrato y aceptó los términos. Solo restaba cumplirlos. El porcentaje restante del total se iba a pagar cuando llegara el barco.
"Todo venía bárbaro hasta que el 11 de agosto (por las PASO) vino el tsunami y se llevó todo puesto", afirmó Duranti, quién además calificó la situación como un "golpe fatal para las pymes".
El empresario aclaró que es difícil explicarle al cliente indio las nuevas reglamentaciones económicas de la Argentina. "No nos conocemos, él nunca trabajó con la Argentina, es la primera exportación y le queremos cambiar las reglas del juego. Es poco serio", indicó Duranti.
A pesar de la desfavorable circunstancia, sostuvo que desde la empresa harán todo lo posible para cumplir con el contrato y embarcar el contenedor la semana que viene. "No nos damos por vencidos. No hicimos tanto para que de repente una normativa nos supere. El contrato se firmó previo a la resolución, o tenemos un problema local o uno internacional", dijo.
Duranti habló de la potencialidad del país en materia de este producto y adelantó que la Argentina se puede transformar en el primer productor mundial de chía. "Podríamos exportar 25.000 toneladas anuales a 2000 dólares la tonelada", proyectó.
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