El Senasa incautó mercadería que se transportaba de manera oculta en un camión que iba de Bahía Blanca a General Roca; la normativa vigente dice que hay una barrera zoofitosanitaria que restringe el movimiento de carne bovina con hueso plano desde otras regiones del país hacia el sur del río Colorado
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En un operativo del personal del puesto de control “Km 714″ de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica, a unos 20 kilómetros de Bahía Blanca, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) impidió el ingreso y decomisó 1940 kilogramos de carne con y sin hueso a esa región.
Según dijeron, la mercadería viajaba de manera oculta en un camión sin habilitación ni condiciones para el transporte de sustancias alimenticias. Tampoco el conductor del camión disponía de la documentación sanitaria respaldatoria.
“A partir de un arduo trabajo de seguimiento e investigación para impedir el ingreso de productos prohibidos o restringido, nuestro equipo de inspección tenía la presunción que en un camión de traslado de autoelevadores que se dirigía desde Bahía Blanca a General Roca, había un cargamento irregular de carne”, indicó Oscar Astibia, responsable a cargo de la barrera zoofitosanitaria del Senasa.
Fue así que, a partir de la asistencia de Gendarmería Nacional, pudieron realizar su tarea de control y detectaron estas casi “dos toneladas de carne, en bolsones de corralón y expuestas al calor extremo de estos días”.
“El ingreso de esta carne y en estas condiciones se hubiera convertido no solo en un riesgo para las áreas libres de enfermedades agropecuarias, sino que también hubiera atentado contra la salud de la población. Tengamos presente que el camión permaneció un día completo expuesto a las altas temperaturas, que por momentos alcanzó los 40º”, dijo.
Vale recordar que la barrera zoofitosanitaria restringe el movimiento de carne bovina con hueso plano desde otras regiones del país hacia el sur del río Colorado, una región que goza del estatus de zona libre de aftosa sin vacunación. La existencia de este estatus, impuesta por el Senasa le ha permitido a esta región Patagónica exportar carnes a países que exigen dicha condición. Este territorio lo conforman las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén y el partido bonaerense de Carmen de Patagones.
Luego y en cumplimiento de la normativa vigente, señaló que la totalidad de la carga integrada por 1838 kilogramos de carne con hueso y 102 kilogramos de carne sin hueso fue destruida por incineración. Asimismo, informó que a nivel administrativo, el equipo de Asuntos Jurídicos del organismo sanitario radicará la correspondiente denuncia penal.
En diálogo con LA NACION, Mauricio Leonardo, supervisor de ese puesto sanitario, remarcó que lo que ocurrió es una “situación muy grave que va más allá de las restricciones para la entrada de mercadería a la zona”.
“Las restricciones venían porque se trataba de carne con hueso pero por otro lado no se cumplían los más mínimos requisitos de inocuidad de la mercadería: venía en un camión que estaba habilitado pero para otro tipo de traslado, sin ningún tipo de refrigeración y sin ningún respaldo documental que avalara el origen de esa mercadería que era transportada en bolsones donde se ponen materiales de construcción como arena”, explicó.
“En un momento de plena alerta por calor, tanto en el lugar donde había sido cargado la mercadería (Bahía Blanca) como en el lugar de destino, General Roca. La mercadería iba a ser para consumo humano pero no fue posible establecer el canal de comercialización. No había ningún remito, ni una factura, ni documentación sanitaria”, añadió.
Para el funcionario, es riesgoso por partida doble, primero por la barrera sanitaria en sí y por otro lado es peligroso para el potencial consumidor de esa carne por la condición en la que iba siendo transportada. “Para la producción agropecuaria es riesgoso pero en este caso era peligroso para quien pudiera comprar esa carne con ese estado. La carne se destruyó de manera inmediata en un frigorífico bajo control del personal del frigorífico y del Senasa”, finalizó.
LA NACION