Dio el primer paso. El Grupo Don Mario (GDM), el principal semillero nacional, sembró por primera vez en China variedades de su genética de soja.
A mano, operarios de una empresa china contratada por Don Mario en ese país comenzaron estos días con la siembra de ensayos que hará la empresa. Es la primera fase de un plan de expansión de esta firma que también tiene operaciones de genética en Brasil, Estados Unidos, Sudáfrica, entre otros mercados.
En China serán de dos a tres años de evaluación hasta que luego se pueda avanzar hacia la comercialización de los productos para los productores chinos.
Allí está sembrando 60 variedades en parcelas de 4 surcos de ancho por cinco metros de largo. Cada variedad se siembra en 4 a 6 localidades con los que agronómicamente se denominan grupos de madurez de 0 a 4.
Las evaluaciones serán en las provincias de Heilongjiang, Xiling, Inner Mongolia y Henan. China importa soja transgénica (se proyectan compras por 84 millones de toneladas este año), pero a nivel interno no usa materiales genéticamente modificados para las 8,2 millones de hectáreas que siembran sus propios productores. Allí la soja no tiene, con unos 15 millones de toneladas de cosecha según los años, la importancia de otros cultivos como es el caso del arroz, donde se producen más de 200 millones de toneladas.
En línea con las disposiciones oficiales en China, Don Mario en ese país está haciendo sus pruebas con soja no transgénica.
La producción de soja en ese país es realizada por productores muy chicos. De hecho, la siembra de los ensayos se hacen a mano. En ese país los rindes rondan los 1800 kilos por hectárea, casi la mitad del promedio en la Argentina. La empresa cree que podría mejorar 15% los rindes en China.
"Es la primera vez que vamos a evaluar en China y somos muy optimistas con los resultados con los cuales nos vamos a encontrar", señaló a LA NACION Marcos Quiroga, director global de Investigación.
Para poner un pie en ese país, la empresa hizo una fuerte tarea para explicar a las autoridades chinas qué era lo que quería hacer en ese país. Hubo que hacer muchos trámites, papeles, e incluso funcionarios de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, que conduce Luis Miguel Etchevehere, colaboraron para que esto se pueda hacer realidad. Incluso hasta funcionarios del Instituto Nacional de Semillas (Inase) fueron a exponer.
La soja es originaria de China. Hacia el año 3000 AC era vista como una de las semillas sagradas.
"Fuimos a explicar que íbamos a llevar tecnología, no a traernos recursos genéticos", apuntó Quiroga.
El experto de la empresa señaló que Don Mario pretende en China buscar también articulaciones con empresas o instituciones para inteligencia artificial, edición génica, entre otros rubros. Apunta a la complementación con firmas chinas.
En los Estados Unidos, la marca Don Mario se lanzó el año pasado, si bien la empresa ya había puesto un pie allí. En ese país posee estaciones de mejoramiento en Gibson City, Illinois -allí está, a su vez la casa matriz-, Marion, Arkansas, y Hutchison, Minnesota.
Tras el primer paso de la siembra de su soja en China, luego avanzará en el plan de comercialización y de negocio para la venta de semillas una vez que estén los resultados de las variedades.
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