Luego de que la autoridad monetaria aprobara la aplicación del sistema de prefinanciación de exportaciones al pago de importaciones, lo que podría ayudar a financiar insumos al campo, en el sector esperan más detalles
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Luego de que el Banco Central (BCRA) aprobara un nuevo sistema de prefinanciación de exportaciones al pago de importaciones, con el que busca “mitigar los efectos producidos por la sequía”, en el sector agroexportador se mostraron cautos tras la decisión y esperan ver el marco regulatorio para analizar si es posible implementar. A partir de la sequía que golpeó fuertemente al campo, los productores “están siendo cuestionados” para ser sujetos de crédito.
“Los productores, sujetos de créditos, están siendo cuestionados por la sequía y no tienen capacidad para ir a los bancos a pedir créditos. Históricamente, los exportadores financiaban a los productores junto con las empresas de insumos básicos, dándoles semillas, fertilizantes o agroquímicos para la siembra. No obstante, las normas actuales del Banco Central fijan un techo de financiamiento en pesos para los exportadores que van en torno a los $5000 millones. Esto se traduce en un giro de una semana, por lo que habían expuesto esa limitante para financiarlos y se venía reclamando al BCRA”, dijo Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec).
Según se desprende de la comunicación del BCRA, “la modalidad aprobada es un puente para financiar unos US$3000 millones de las importaciones, en las que estarían incluidas las efectuadas por el sector agropecuario, para hacer frente a la próxima campaña”.
Desde el BCRA indicaron: “El sistema que entra en vigencia permite a las empresas que actúan tanto como importadoras y exportadoras financiar la compra de insumos con sus propios proveedores o con líneas de crédito internacional, de bancos extranjeros o locales”. Allí explicaron que el funcionamiento del sistema sigue teniendo como punto de partida la SIRA aprobada, que es el instrumento que autoriza las importaciones.
De esta manera, los exportadores podrán “usar los pesos existentes en todas las cuentas con libertad y disposición para financiar la siembra de la fina [por la campaña de trigo y cebada]”. Idígoras explicó que el marco regulatorio del BCRA es muy complejo, por lo que tienen que esperar “la letra chica”.
La normativa del BCRA habla de “adoptar una herramienta ya existente y la aplica a la financiación de importaciones, logrando de esta manera distribuir en el tiempo la menor disponibilidad de divisas por efecto de la sequía que afectó a la producción agropecuaria”. Con este nuevo instrumento, en el BCRA esperan que “las industrias puedan regularizar las cadenas de producción garantizando un flujo previsible y constante de insumos, a un costo financiero menor”.
Fuentes oficiales consultadas explicaron a LA NACION que se está esperando la letra chica y los detalles. Esto en el contexto de que se había pedido que se deje sin efecto la Comunicación “A” 7720.
Por otra parte, Idígoras explicó que con una prefinanciación de una exportación de trigo se podría usar esos dólares para pagarle al proveedor de fertilizantes en la Argentina. No obstante, se mostró cauto hasta que salga la resolución oficial para analizar la letra chica, porque podría estar escrita de manera “inaplicable”.
En un seminario que se desarrolló esta semana en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Idígoras explicó que todos los días “tocan el timbre” de la Secretaría de Comercio, el Banco Central y Aduana para “rogar” que autoricen la descarga de los barcos que están parados en los puertos. “Y luego nos piden que nosotros podamos convencer a esos países del mundo que nos financien, a vista, teniendo en cuenta que somos un país [poco] creíble como la Argentina, con una macroeconomía inestable, que competimos con Brasil, que tiene una gran billetera, Estados Unidos y muchos otros”, narró.
“Los productores no son sujetos elegibles de financiamiento bancario, queremos que inviertan en la siembra de trigo y cebada, pero los mecanismos que tenemos habitualmente para financiarlos están vedados. El BCRA nos prohíbe que los financiemos, porque nos pone las restricciones de techo de financiamiento en pesos por empresa”, había dicho.
“Si una empresa exportadora quiere financiar a un productor, ¿por qué está prohibido? Si es la forma en que la Argentina ha crecido, es la forma en la que tenemos nosotros para convivir con el mundo”, planteó entonces.
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