Ganaderos del Delta dijeron que la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz cobra por dosis más del 80% que otros entes sanitarios; en la entidad ruralista se defendieron: “los valores son muy razonables para este momento”
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“De ninguna manera vamos a tolerar que nos cobren un 85% más de lo que cobran en otros entes. No nos pueden obligar a pagar un sobreprecio por la vacuna”.
En plena campaña de vacunación contra la fiebre aftosa, un grupo de ganaderos del Delta del Paraná, de Campana y San Fernando, advirtió que si la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) no les permite elegir con qué ente vacunar y los obliga a hacerlo con el de la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz, dejarán de hacerlo. Incluso, de ser necesario, interpondrán un recurso de amparo y un depósito judicial, según dijeron.
En una carta enviada hace un mes al organismo sanitario, productores autoconvocados remarcaron que en esta campaña, que comenzó el lunes pasado, no van a vacunar con el ente actual y van a “resistir, aceptando las consecuencias hasta que las autoridades competentes permitan contratar o formar otro ente para realizar la vacunación de la próxima campaña”.
Según describieron en la misiva, durante más de 20 años dicho ente sanitario no escuchó y “despreció constantemente los reclamos de los productores ganaderos por el desmesurado costo de la vacunación antiaftosa que supera hasta en un 200% el costo de la vacuna de otros entes sanitarios”.
“Tanto el precio de la vacuna como el cargo por el servicio del vacunador y administración y los recargos exorbitantes por pagos después de los 10 días de aplicada la vacuna (a los 15 días el recargo es ya del 42% sobre el precio de contado) transforman al ente de Exaltación de la Cruz como el más caro y voraz de todos los entes del país, sin explicación alguna que avale semejantes valores”, enfatizaron.
“Hartazgo, enojo y coraje. Eso es lo que sentimos actualmente un nutrido y numeroso grupo de productores isleños que nuclean más del 70% de la hacienda sobre un total de más de 20.000 cabezas. Ya hemos entrenado y capacitado oficialmente nuevos vacunadores y hemos establecido contacto con un ente que está dispuesto a darnos el soporte institucional y sanitario necesario para llevar a cabo la nueva campaña. Es una alternativa que vamos a defender por ser absolutamente legal y sanitariamente incuestionable, ya prevista incluso por el Senasa y la legislación vigente”, agregaron.
En diálogo con LA NACION, Carlos López Humi, ganadero y presidente del Consejo Local asesor del INTA Delta, describió que esto es “una lucha sin respuestas que lleva dos décadas en contra de los precios de la vacuna de la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz”.
“Lo que queremos y necesitamos es que la Coprosa [Comisión Provincial de Sanidad Animal] se expida de manera urgente porque nuestros Renspa están cautivos en esa Sociedad Rural y, si no vacunamos con ellos, nos bloquean y no podemos mover hacienda. El Senasa ya se expidió y nos habilitó, porque la ley 24.305 lo permite, a que podamos vacunar con cualquier ente. Pero es la Coprosa la que no dice nada. El tiempo pasa y nos queremos liberar”, remarcó.
Con un establecimiento familiar de unas 2500 hectáreas, donde tiene una explotación mixta (forestación y hacienda), el ganadero describió que el problema que los atraviesa va más allá de la comercialización de la vacuna. La arista principal para esos 50 productores, con unas 20.000 cabezas, son los sobrecostos que tiene el ente que lleva adelante su campaña de vacunación.
En 2001, luego del foco que apareció en el país y donde se resolvió volver con la vacunación, la cooperativa Río Carabelas que habían formado, intentó tener su propio ente, pero por consejo de un funcionario, decidieron suscribirse a la Sociedad de Exaltación de la Cruz, que ya tenía su ente. Pasaron un par de años hasta que tomaron conocimiento de los altos valores que pagaban, comparándolo con otras fundaciones vecinas.
“En Entre Ríos, por ejemplo, pagaban la mitad. Empezamos a averiguar y también en provincia de Buenos Aires no había nadie que pague lo que pagábamos nosotros. Hablamos con los dirigentes de esa Sociedad Rural y la excusa fue que tenían que cobrar más porque había que ir en lancha y había productores que no tienen manga. Pero eso no era cierto, nosotros tenemos instalaciones de primera. Y empezó una pelea en la que hoy seguimos insistiendo. En 2019, formamos un ente y el Senasa nos lo habilitó en una semana, pero la Coprosa nunca resolvió la cuestión. Luego el Senasa dio de baja el ente de oficio. Era volver a empezar de cero”, agregó.
Fue ahí que se enteraron que Fundazul, de la ciudad bonaerense de Azul, era un ente que cobraba mucho más barato y que estaba dispuesto a darle el servicio requerido (logística y vacunas) y supervisar toda la campaña. Paso siguiente, entrenaron ocho vacunadores y presentaron en el Senasa las credenciales.
“La ley dice que un ente de una zona puede ir a otra a vacunar siempre y cuando se ponga de acuerdo con el ente de esa región. Ese es el palo en la rueda que tenemos porque la Coprosa no se expide. Hoy, para esta vacunación que empezó el lunes pasado, Exaltación de la Cruz nos cobra $2900 y Fundazul $1550, un 87% más. Con el agravante de que Exaltación de la Cruz exige el pago anticipado y Fundazul da 60 días para pagar, con la única condición que si uno paga después de que se cerró la campaña, lo vas a pagar cuando empieces la otra al valor nuevo. Y, si vamos a los 60 días, Exaltación de la Cruz nos los lleva a $5000 cada dosis″, detalló.
Respuesta de Exaltación de la Cruz
Consultado por la situación, Fernando Borachia, de la Comisión Directiva de la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz, dijo que “los costos que tiene su entidad son similares y más bajos todavía que los de muchos entes de alrededor”.
“Ellos hacen referencia a valores que no contemplan las bonificaciones y descuentos que tenemos. Hablan de costos excesivos que en realidad son multas o recargos por incumplimiento, así que plantean esto como una confusión, pero el ente nuestro es más barato que muchos de otros entes sanitarios vecinos: están a igualdad de condiciones con algunos y con otros puede ser más caro. Pero los valores son muy razonables para este momento, esa es la realidad”, aseguró.
Por otro lado, indicó que “su ente sanitario tiene la particularidad de tener a los vacunadores y paraclínicos, todo bajo relación de dependencia, es decir, tiene una relación con la Sociedad Rural de pertenencia durante todo el año”.
“Les pagamos cargas sociales, ART, jubilación, con lo cual el dueño del campo está protegido ante cualquier accidente, enfermedad laboral, muerte o incapacidad que pudiera haber y eso nosotros lo consideramos un tema de responsabilidad empresaria. Primero por una cuestión social y segundo por una cuestión de protección, tanto al dueño de las vacas como al dueño del campo, por eso también el costo nuestro es más elevado. Esta gente está bajo relación de dependencia todo el año porque también nosotros hacemos las intercampañas”, cerró.
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