Los datos del stock vacuno a fin de diciembre de 2021 y los cálculos de la tasa de destete que surgen de dividir el número de terneros de un año respecto de las vacas del año anterior muestran el excelente proceso de mejora continua en la actividad de la cría, origen de todo el proceso.
La revalorización de las vacas de descarte, la demanda por terneros y terneras que agrega el factor de protección de capital frente a la desvalorización del peso y la demanda y valores alcanzados por los reproductores muestran a una cría vigorosa capaz de sustentar el futuro de la ganadería vacuna.
Frente a este escenario, es hora que se consideren los ajustes necesarios para determinar las reales tasas de destetes que no consideran a los terneros nacidos en fecha cercana posterior a la vacunación contra aftosa de primavera. Con este mecanismo de cálculo, la tasa de destete de terneros a fin de diciembre 2021 (terneros 2021/vacas 2020) da 63,12%.
Es por ello por lo que se debe instrumentar un mecanismo de ajuste con los terneros que, correspondiendo a las mismas vacas de los stocks de diciembre, aparecen en las vacunaciones del otoño siguiente y que nacen de los servicios de fines de primavera y verano en regiones donde se genera la oferta forrajera requerida para el proceso reproductivo.
La mencionada diferencia no se verifica, al menos en forma significativa en la región central (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) cuyas pariciones se concentran entre los meses de junio y octubre.
Sin embargo, se torna significativa a medida que las condiciones de oferta forrajera fuerzan el corrimiento de los servicios hacia el verano.
Provincias
De esta forma vemos que, como promedio de los últimos nueve años, que en las regiones del NEA (Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones) aparece un 3,74% más de terneros en la vacunación del otoño siguiente respecto del stock a fin de diciembre, en el NEA (Salta, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, Jujuy y La Rioja) la diferencia se amplía a un 12,34% más de terneros, mientras que en la región semiárida y árida (La Pampa, San Luis, Mendoza y San Juan) las diferencias se amplían hasta alcanzar un promedio de 23,93% más de terneros.
Cuando se ajusta el número de ternero en función de la vacunación de otoño y se ajusta en función de la participación de terneros por región, la diferencia a nivel de animales vacunados en el país indica que habría un 3,38% más de terneros sobre el total de terneros vacunados (97,5% del total país). Se aclara que el 2,5% restante pertenece a provincias patagónicas y al partido de Carmen de Patagones que no reciben vacunación contra la aftosa.
El número a nivel país indica que, sobre el cálculo realizado con los stocks a diciembre, le estarían faltando cerca de 500.000 terneros que elevarían la tasa de destete habitualmente utilizada de 63,1 a más del 66%, según el año.
Sería muy importante que los funcionarios a cargo del análisis de datos ganaderos corrijan o expliquen formalmente estas diferencias para dejar de repetir que la ganadería está estancada desde hace 50 años, sabiendo que en el medio cedieron mas de 20 millones de las mejoras tierras en manos de la agricultura y que, a medida que se verifica la mejora continua de la cría, tal como se mencionó en el inicio de esta nota, la ganadería argentina se encuentra vigorosa y solo requiere de políticas previsibles y estimulantes a mediano y largo plazo para mostrar todo su potencial y generar los beneficios que es capaz de generar.
El autor es consultor ganadero
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