Para Martín Berardi, presidente ejecutivo de Ternium Argentina, en el contexto actual el sector podría ser atractivo para proyectos que aseguren un incremento de la oferta de productos
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“Un gran año”. Ese fue el balance que realizó Martín Berardi, presidente ejecutivo de Ternium Argentina, de 2021 para la industria del acero. Para 2022 cree que podría haber un aumento de la inversión en energía y en el sector agropecuario, producto del conflicto entre Rusia y Ucrania. Valer recordar que ayer Estados Unidos prohibió importaciones de petróleo, gas y energía rusas.
“Pasamos la pandemia y cuando el mundo parecía encontrar un nuevo equilibrio de oferta y demanda de cosas, viene este conflicto de Rusia y Ucrania que pone los precios de la energía en otro escalón, con todo lo que eso puede implicar”, indicó el ejecutivo en una entrevista con LA NACION.
En rigor, Rusia es un importante productor de petróleo y Ucrania es un valioso proveedor de insumos en general para la actividad. En este contexto, remarcó: “Volvemos a tener una situación inestable”.
Explicó que, habitualmente cuando sube el precio del petróleo, suele haber menos crecimiento mundial porque los costos de energía muy altos generan algo de recesión: “Esto si dura o no dura vamos a verlo en los próximos meses dependiendo del conflicto, el daño que haga”.
Sin embargo, en este clima de incertidumbre, para Berardi en algunos sectores en la Argentina soplarán “vientos favorables”. Prevé que “la energía y el campo, sin duda, con estos precios tengan un boom de inversión y tracción de la demanda”.
El ejecutivo indicó, no obstante, que posiblemente el sector del consumo se vea más afectado. Algo diferente a lo que ocurrió con la pandemia cuando, recordó, hubo un cambio en los patrones de consumo, lo que provocó un aumento de la venta de acero. “En lugar de gastar en turismo y en esparcimiento, se invirtió en el hábitat, en la construcción, en el mejoramiento de los artículos del hogar y eso generó una demanda del acero importante en todo el mundo”, detalló.
Sin embargo, remarcó que ese rebote mundial trajo aparejado grandes desafíos. “Fue todo una crisis y pelea conseguir los insumos en un mundo en donde las cadenas de abastecimiento estaban en crisis por la logística y por el mismo Covid. Es decir, fue un año desafiante, pero un buen año”, indicó.
“La pandemia mostró que las cadenas de suministro son débiles porque hubo faltante en insumos básicos por haber concentrado todo en el lugar más barato”, dijo. Sobre esto último precisó que muchas cosas que se hacían en el sudeste asiático se empiezan a realizar en otros lugares. “Es para tener alternativas y que las cadenas globales sean más seguras y es ahí en donde la Argentina tiene una oportunidad”, indicó.
Agregó que con el desarrollo de la robótica y la industria del conocimiento en países en desarrollo o ya desarrollados se pueden hacer cosas que antes no eran competitivas. Al respecto, explicó que en este contexto pierde relevancia la mano de obra barata.
También indicó que para el país hay otras oportunidades en el marco del Mercosur. “El real se está apreciando porque tiene una ecuación con el sector externo muy positiva, esto aprecia la moneda y hace a la Argentina un poco más competitiva, versus Brasil y el Mercosur”, detalló.
Por otro lado, para Berardi, si bien la macro en este año no ayudará en los negocios, se vislumbran oportunidades en algunos sectores micro. “Poner las cosas en orden requiere trabajo, esfuerzo y eso puede dañar un poco los mercados, pero hay situaciones particulares de acuerdo a cada sector”, dijo. En ese sentido, indicó que, por ejemplo, el hecho de que en la Argentina se haya producido un hub de producción de pickup para toda la región genera en el sector automotor un impulso importante que incluye a la industria del acero.
El ejecutivo, además, remarcó la importancia de que se vuelva a generar “confianza” para que haya inversión. “El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es fundamental para generar un marco de seriedad y tranquilidad. A partir de ahí puede haber un incentivo más fuerte en la inversión, que es lo que necesita el país para crecer”, expresó.
“El campo tiene que contagiar y trasmitir que en el medio de las situaciones difíciles y de conflicto siempre hay oportunidades y hay que trabajar todos juntos para aprovecharlas. El país depende más que nunca de que al campo le vaya bien por la necesidad de divisas que tiene”, concluyó.
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