La ley puso contra las cuerdas a los engordadores a corral; piden su veto porque dicen que la norma "no dejaría criadero en pie"
RIO CUARTO.- Los ganaderos cordobeses no luchan solamente en defensa de su actividad ante los embates del gobierno nacional. También los legisladores de su provincia les trajeron un dolor de cabeza al aprobar una ley que restringe sobremanera la posibilidad de instalar feedlots bovinos (establecimientos donde se hace engorde a corral) y todas las demás actividades de cría intensiva de porcinos, aves, conejos y hasta caballos.
La ley 9306, aprobada por la Legislatura de Córdoba el 5 de este mes, establece la vigencia de una zona crítica de 3 kilómetros de distancia de cualquier centro poblado, curso de agua o laguna, o de áreas donde las napas de agua estén a menos de 10 metros.
Dentro de esa zona fijada no podrán instalarse criaderos intensivos comerciales -a los que la ley define como sistemas intensivos y concentrados de producción animal (Sicpa)- y los que allí se encuentren tendrán 6 meses para adecuarse a la reglamentación. Es decir, mudarse a zonas permitidas. Incluye también a los subproductos de la producción animal, como cuero, piel, sangre, pelos, etcétera. Define también la norma la cantidad de animales que conforman un sistema intensivo y establece una serie de trámites que deben realizarse para inscribir al criadero comercial, el que, además, deberá contar con los servicios de un profesional habilitado, que puede ser un médico veterinario o un ingeniero agrónomo. En el articulado se designa como autoridad de aplicación a la Agencia Córdoba Ambiente, en lo que se refiere al cuidado del medio ambiente, y a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Alimentos, con respecto a la producción ganadera en sí.
La redacción de la ley es fuertemente cuestionada por los ganaderos y por las entidades. Algunas de éstas hasta se sienten traicionadas, porque en el articulado que les dieron a leer previamente no figuraba la autoridad de aplicación y así, dicen, se corre el riesgo de cometer arbitrariedades en la habilitación de los criaderos, situación que derivó en la presentación de pedidos formales de veto al gobernador por parte de varias entidades (ver nota aparte).
Para Marcelo Beacon, miembro de la Cámara Argentina de Engordadores de Hacienda Vacuna (Caehv), la carne vacuna proveniente de feedlots es hoy sumamente requerida por los consumidores y debería existir una legislación que evitara la discrecionalidad. "Pero debería ser una ley fundamentalmente técnica y que impidiera que se cometieran hechos de contaminación ambiental", afirmó, para añadir que existen una serie de técnicas que hacen que estos sistemas no contaminen.
"Por eso insistimos en que no debe haber discrecionalidad, donde una persona pueda estar molesta o se lesionen otros intereses. Se sabe que tiene que haber espacios para producir, espacios para habitar, para el esparcimientos, etcétera, y todos tienen que estar determinados de acuerdo con criterios técnicos. Y las zonas críticas tienen que existir, pero a partir de controles más estrictos y con mayor frecuencia para evitar la contaminación o que se causen molestias reales a la población", manifestó Beacon, cuya empresa familiar posee un establecimiento ganadero entre Espinillo y Río Cuarto.
A su juicio, no es correcto decir "esto es una zona crítica y de aquí tienen que irse", porque existen hoy técnicas de manejo de criaderos intensivos que permiten producir sin contaminar ni molestar a nadie. "Dentro de parámetros normales, por supuesto, porque hay casos en Buenos Aires de gente que denunció que se fue a vivir al campo y el ruido de las cosechadoras le molesta. Esto no, tenemos que trabajar con seriedad: cuidar el ambiente, siempre; no molestar también, pero dentro de criterios racionales."
Beacon dijo al respecto que el tema de la autoridad de aplicación preocupa precisamente por la posibilidad de que se cometan arbitrariedades en la habilitación de nuevos establecimientos o en la erradicación de ya existentes. "En este sentido, nos sorprendió mucho la aparición de un artículo al respecto, ya que en las discusiones previas, donde hicimos conocer nuestra opinión como productores, no se dijo nada sobre esto."
El tema de la ubicación de los feedlots es uno de los puntos más criticados. Beacon dijo al respecto que con la restricción de las napas freáticas se está prohibiendo la instalación de criaderos intensivos en prácticamente toda la provincia. En este sentido, Livio Maglione, criador de hacienda y presidente del ente de vacunación contra la aftosa "Centro del Sur y Comechingones", con asiento en la Sociedad Rural de Río Cuarto, dijo que habrá que hacer también "un muy buen trabajo" con los intendentes de los pueblos del interior. "Esto es muy importante porque el empresario que quiera invertir en un criadero intensivo de cualquier especie tiene que saber que, si instala a más de 3 kilómetros del pueblo, el día de mañana no le construyan un barrio al frente, con lo que se tendrá que ir a otra parte", destacó.
Estimó, además, que la legislación no tendría que contemplar solamente a los sistemas de cría intensiva de animales, sino que debería incluir también a las industrias químicas cuyos productos y procesos tienen características contaminantes.
Más cuestionamientos
Por su parte, el veterinario Pablo Vasquetto consideró que, tal como salió de la Legislatura, la ley tiene varios aspectos por corregir, entre ellos, el que se refiere a la cantidad de animales a partir de la cual un establecimiento es considerado comercial y, por lo tanto, sujeto a la legislación (ver recuadro). "Si se respetan las cantidades indicadas, una pequeña granja donde dos o tres chanchas tengan cría al mismo tiempo, debe trasladarse lejos del pueblo. Y tampoco podría existir un hipódromo donde se concentran caballos", afirmó.
Vasquetto, que es médico veterinario y pertenece a una empresa familiar con un establecimiento ganadero en Berrotarán y un laboratorio de productos veterinarios en Río Cuarto, introdujo así la problemática no ya de los feedlots ganaderos con miles de bovinos, sino de los pequeños productores que, de acuerdo con la fría letra de la ley, se verían afectados. "En nuestra zona, al pie de las sierras de Comechingones, no quedaría criadero en pie, ni de vacas, ni de cerdos, ni de aves, porque las napas están altas y además hay muchísimos cursos. Y ni hablar de las zonas tamberas, donde se necesitan buenas alfalfas, que vienen asociadas a napas freáticas altas", precisó.
Consideró, por otra parte, que los pequeños productores se verán también perjudicados por los trámites que hay que cumplir para inscribir un criadero con unas pocas gallinas, cerdos o conejos, ya que no sólo debe pasar por el municipio y por la autoridad de aplicación, sino que además debe realizar un estudio de impacto, algo que está por encima de sus posibilidades económicas. A esto se agrega la imposición de un profesional habilitado que no sólo deberá asesorarlo, sino también llevar un control del movimiento de animales del establecimiento.
"Esta disposición no sólo obliga a que el profesional cumpla funciones administrativas que no le corresponden, sino que además se ingresa en un terreno académico, porque, para lograr su habilitación profesional, debe realizar cursos específicos: se está desconociendo el título que le otorgó la universidad", concluyó Vasquetto.
El ruralismo cordobés impugnó la norma
RIO CUARTO.- Al filo del plazo legal para la impugnación, cumplido la semana pasada, las sociedades rurales de Córdoba y de Río Cuarto pidieron al gobernador José Manuel de la Sota el veto parcial de la ley que reglamenta la actividad de los feedlots (establecimientos de engorde a corral).
Mediante una nota firmada por Danilo Cravero y Norberto Gallino, presidente y secretario respectivamente, la Sociedad Rural de Córdoba manifestó al gobernador que el artículo 8 de la ley 9036, donde se "faculta a la Autoridad de Aplicación a decidir la suerte de futuros establecimientos y de los ya existentes", fue incorporado luego de su aprobación, por parte de la Comisión de Agricultura.
Esto, a su juicio, permitiría la discrecionalidad y arbitrariedad de parte de la autoridad de aplicación a no autorizar incluso a aquellas explotaciones que cumplan con la misma ley.
"Así sancionada, se regresa al proyecto inicial, donde se pretendía prohibir una actividad, en vez de regularla en equilibrio con las personas y el ambiente", enfatizó la nota firmada por la entidad.
Cantidades bajas
En cuanto a la clasificación de las categorías en explotaciones comerciales y familiares, la Rural cordobesa consideró que se han establecido cantidades muy bajas, lo que hará que todos queden encuadrados en la categoría de comercial, por lo que piden que la categoría familiar sea aumentada a fin de no prohibir directamente su radicación.
La entidad ruralista explicó además que, para evitar la realización de un estudio de impacto ambiental, que resulta engorroso y costoso para los productores, se debería considerar la alternativa de fijar un protocolo de impacto ambiental, con pautas técnicas de estricto cumplimiento de parte de los productores.
Se expresó también la necesidad de que todos los municipios y comunas establezcan un plan urbano que proyecte, ordene y garantice a todos los habitantes de la provincia que la radicación de su establecimiento no quedará mañana frente a un barrio "satélite".
Veto al artículo 8
De acuerdo con lo antedicho, los ruralistas cordobeses pidieron que se vetara parcialmente el artículo 8 y que se modificara la cantidad de animales de la categoría familiar.
Por su parte, la Sociedad Rural de Río Cuarto envió una carta documento al gobernador De la Sota pidiendo el veto de los artículos 7 (de creación de la Zona Crítica) y 8, en el que se crea la Autoridad de Aplicación.
La carta documento fue firmada por el vicepresidente primero de la Rural, Carlos Julio Echenique, y por Livio Maglione, presidente de la UEL Centro del Sur y Comechingones, dependiente de la misma entidad.
Claves de un debate
La norma
- Tiene 33 artículos y reglamenta la actividad de los Sistemas Intensivos y Concentrados de Producción Animal (Sicpa), más conocidos como feedlots en el caso de la ganadería bovina o criaderos para las demás especies animales.
Límites
- Define como establecimiento comercial -sujeto a la ley- a aquel que tenga 15 vacas lecheras, 11 vacas o novillos para carne, 31 cerdos de más de 25 kg o 41 cerdos de menos de ese peso, seis caballos, 21 ovejas o 55 gallinas. Por debajo de eso se considera al establecimiento familiar.
Rechazo
- Las rurales de Río Cuarto y Córdoba, entre otras, pidieron al gobernador que se vetaran los artículos 7 (de creación de la Zona Crítica) y 8 (donde se faculta a la autoridad de aplicación a decidir la suerte de futuros establecimientos y de los ya existentes).
Ni granjas ni carreras
- Para el veterinario Pablo Vasquetto, "si se respetan las cantidades indicadas en la ley, una pequeña granja donde dos o tres chanchas tengan cría al mismo tiempo debe trasladarse lejos del pueblo. Y tampoco podría existir un hipódromo donde se concentren caballos".
Temas
Más leídas de Campo
“Nunca vi nada igual”. Es histórica la caída en la venta de yerba mate y el precio es el mismo que a comienzos de año
“Confusión”. Carrefour lamentó lo que generó en la Argentina una declaración de su CEO en Francia sobre la carne del Mercosur
“¿Dónde están los políticos?” La bronca de un profesional por la destrucción que dejó una tormenta