La actividad algodonera, el sector sucroalcoholero, alimentos balanceados y lanas pidieron que se amplíe el listado que otorgó el beneficio a otras economías regionales
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Luego de que el Gobierno oficializara la eliminación y rebaja de las retenciones para seis economías regionales, entre las que están el arroz, maní, productos vitivinícolas, cítricos, tabaco y la industria forestal, otros sectores que venían solicitando ser incluidos dentro de esta medida, y quedaron fuera, reclamaron su incorporación. Desde la actividad algodonera, el sector sucroalcoholero, alimentos balanceados y lanas pidieron la ampliación del listado.
Tras conocerse la decisión del ministro de Economía, Sergio Massa, quien en su discurso durante la última Exposición Rural de Palermo adelantó que a partir del “1° de septiembre ninguna economía regional pagaría retenciones”, el Consejo Agroindustrial Argentina (CAA), comenzó una carrera contrarreloj para incluir un buen listado de productos relacionados con los diferentes rubros que representan. Así surgió también el Decreto 462/2023 que abarca el arroz, maní, productos vitivinícolas, cítricos, tabaco y la industria forestal, pero también otros productos impensados.
Desde el CAA explicaron que dentro de lo solicitado al Gobierno entraron las reducciones a 3% en algunos productos derivados de la madera y en otros casos llegó a 0%. En el maní bajó a 4% con cáscara, mientras que el resto y aceite a 0%; en el expeller a 3%. En el arroz hubo una reducción a 3% con cáscara y 2% en partido y el resto llegó a cero. En el caso de los vinos, mostos, jugos de uva, vinagres y alcoholes a 0%. En tanto, en la cáscara de limón, que entró en modo genérico, ya que no hay una posición de este producto, este llegó a 0%. El tabaco bajó a 5% y 0%.
El beneficio también incluyó a la papa seca y congelada, con una eliminación de la alícuota. Pagaba 4,5%. Otra de las curiosidades fue la inclusión del pescado, seco, fresco y congelado, donde hubo posiciones que llegaron a 0%. Sin embargo, pese al pedido de las respectivas industrias, no entraron la lana, la leche en polvo, el azúcar, los alimentos balanceados y tampoco el aceite de girasol.
“Deseo expresar nuestra profunda preocupación y descontento con la no inclusión de la baja de derechos de exportación en las categorías de nutrición animal (bajo las posiciones arancelarias 2309.90.10 y 2309.90.90), a pesar de lo que fue discutido en una reciente reunión y de la clara intención de priorizar los productos relacionados con alimentos de alto valor agregado, categoría en la que se encuentra precisamente nuestro producto”, indicó Francisco Schang, gerente de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal en una carta que le envió al secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
En la cámara, que nuclea a más de 150 socios del sector, explicaron que llevaron a cabo un trabajo técnico que resultó en la apertura de las posiciones arancelarias a 12 dígitos para incluir únicamente aquellas que impactan de manera directa y positiva en la exportación de productos de nutrición animal, asegurando así la disponibilidad de los productos en el mercado local para evitar distorsiones que puedan afectar a cualquier producto que contenga soja.
“La omisión de la baja de derechos de exportación en nuestras categorías representa un grave obstáculo para la competitividad del sector. Esta decisión no solo afecta a empresas exportadoras, sino que también tiene un impacto negativo en el sector en general, al continuar cediendo mercados en el exterior y obstaculizar las inversiones que podrían generar más empleo y mano de obra en las pequeñas y medianas empresas del sector”, indicó.
En esa línea, añadió que están dispuestos a colaborar estrechamente con el equipo de Agricultura para proporcionar información adicional y argumentos que respalden la solicitud de inclusión en la baja de derechos de exportación en vistas de “rectificar esta situación”.
Héctor Linke, presidente de la Asociación Argentina de Productores Algodoneros, aseveró que venían pidiendo la reducción por el desfasaje en el precio real que recibe el productor. El mercado internacional hoy está pagando una fibra que vale US$1,5, pero el interno hoy lo paga US$1,7. En el medio hay un desfasaje del 100% en el valor del dólar real, que si eso se traslada a una prenda en otro país, como Estados Unidos, comparado con una prenda en la Argentina, esta tiene un precio superior al extranjero.
Explicó que “en la Argentina hay un problema muy grave”, ya que después del precio de la fibra que produce el productor, existe un valor en la línea productiva que se duplica, pero que los productores desconocen.
“Hay alguien que en el camino se está quedando con algo, que no logramos entender, por eso pedimos que lo expliquen y que lo digan abiertamente. Cuando nosotros hablamos de que nos bajen las retenciones es para ayudarle al productor, que está agobiado en este momento porque está vendiendo a un dólar oficial a $365 cuando el dólar blue está a $750, el productor está vendiendo al mismo precio que Estados Unidos y hoy le cuesta enormemente seguir produciendo. Cuando hablamos de ese desfasaje es para que bajen ese 5% de retención, y mejorar un poco la exportación. Esto es para que el productor reciba algo más del tipo de cambio que es enorme”, puntualizó.
Linke explicó que porque el productor cobre un 5% [que es el valor de las retenciones] más a su precio no significa que va a subir el valor al consumidor final. “No influye en nada, porque las líneas productivas que le siguen tienen más de un 100% de margen de ajuste. Nosotros como productores solo estamos pidiendo un 5%, por eso es tan complicado el tipo de cambio. El Gobierno apunta solo al productor, pero el problema está en la otra parte: del hilandero al intermediario y al resto. Al productor esto lo está dejando sin número y con una situación muy compleja, porque los insumos han subido al doble. Está agobiado porque eso se maneja al dólar blue”, agregó.
Juan Goya, vicepresidente segundo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), indicó que en el caso del sector lanar, estaban pidiendo que “se considere a la producción de lana como economía regional”. Indicó: “Lo estamos solicitando en conjunto con la Federación Lanera Argentina (FLA)”.
A poco de conocerse el decreto, la Asociación Argentina del Girasol (Asagir) lamentó en un comunicado que el complejo agroindustrial del cultivo haya sido excluido de la baja de retenciones.
“Además del grano, que paga el 7%, los productos industrializados del girasol también tienen un castigo impositivo incomprensible; el aceite y los pellets tienen alícuotas que van entre el 7% al 5%. Esto va en desmedro de la agregación de valor industrial, e impide la mejora de los precios percibidos por los productores agrícolas, resultando en un desincentivo para ampliar la superficie de producción”, puntualizaron.
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