Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, en Córdoba dejarán de cosecharse 6 millones de toneladas valuadas en US$1130 millones
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El derrumbe en la producción a causa de la chicharrita no da tregua. Según la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), las pérdidas generadas por la enfermedad transmitida por esta plaga en los cultivos de maíz de la provincia alcanzan las 6 millones de toneladas por US$1130 millones. Estas cifras alarmantes son un indicador claro del impacto severo de la plaga. La semana pasada, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) había calculado pérdidas de 6,5 millones de toneladas en todo el país. Con estos nuevos datos provenientes de Córdoba, la principal provincia productora de maíz a nivel nacional y clasificada entre los diez mayores “Estados” productores a nivel mundial del cereal, es evidente que el declive productivo a nivel nacional podría ser aún más pronunciado.
Según la entidad cordobesa, en los primeros días de este mes se estimaba un rendimiento de 73,5 quintales por hectárea para el cereal. Si bien esto supera en más de un 50% el rinde de la campaña precedente afectada por la sequía, las 17 millones de toneladas esperadas ahora como cosecha de Córdoba muestran un recorte de 6 millones respecto al techo calculado el mes anterior.
Con un avance de cosecha del 10% en la provincia, se observó un aumento de 13 puntos en los estados regular y malo del cultivo en comparación con marzo último, destacándose especialmente en el centro norte cordobés, donde hay una mayor proporción de superficie sembrada con maíz tardío. Allí estimaron una merma del 50% en los volúmenes producidos respecto de la última estimación de marzo. En esa región la pérdida en valor sería, por el momento, de US$568 millones.
Además, detalló que la mayoría de los informes sobre lotes afectados por spiroplasma, la enfermedad generada tras la bacteria que introduce la chicharrita, provienen de los departamentos del centro norte, lo que sugiere una “posible relación entre la fecha de siembra y la presencia de la chicharrita”.
La entidad cordobesa utilizó la escala propuesta por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, de Tucumán, para evaluar los niveles de daño causados por spiroplasma. Según esta escala, a nivel provincial, la superficie afectada se distribuyó de la siguiente manera: un 46% en el nivel 1, caracterizado por síntomas foliares; un 24% en el nivel 2, con una reducción leve de entrenudos y síntomas foliares; un 20% en el nivel 3, con reducción severa de entrenudos y espigas, junto con síntomas foliares y multiespigas, y un 10% en el nivel 4, con plantas enanas o muertas, sin espigas. Se han detectado los cuatro niveles coexistiendo en un mismo lote.
La entidad alertó que se informó de plantas en apariencia sanas, pero con espigas vacías o a medio cuajar, síntoma no contemplado dentro de la escala anteriormente mencionada. “Comienzan a informarse problemas de caídas de plantas, lo que pone en cuestión la evolución de la superficie cosechable en los meses siguientes, a sabiendas de la gran lentitud con la que se avanza en la cosecha de maíz tardío, que podría finalizar en el mes de septiembre”, señaló.
Frente a este escenario, la BCCBA hizo un análisis del impacto económico de la plaga y la enfermedad generada. Proyectó el valor bruto de la producción del maíz multiplicando la producción estimada por el precio de exportación a cosecha.
Según el reporte, el valor bruto se ubicaba en marzo último en US$4360 millones. En la actualidad, tras el impacto de la plaga cayó a US$3230 millones, una merma de US$1130 millones para Córdoba.
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