A cuatro meses del inicio de la siembra de cultivos de primavera en el sudeste de la provincia de Buenos Aires , el productor empieza a tomar las primeras decisiones respecto a qué cultivo implantar: soja, maíz y/o girasol.
La actual recesión económica generada por el coronavirusdejó al descubierto un aspecto que muchas veces olvidamos: los commodities agrícolas se utilizan no solo para la alimentación sino también para producir biocombustibles.
En el caso de la soja, 11,3 millones de toneladas del aceite obtenido de su molienda se utilizan para la producción de biodiesel, mientras que en maíz, sólo Estados Unidos , consume unas 130 millones de toneladas del cereal para la producción de etanol. Dicho esto, la importante caída en los precios del petróleo arrastró los precios de estos dos commodities.
Por su parte, las cotizaciones del girasol mostraron una especie de "blindaje" a esta crisis, sustentado en el hecho de que el uso de su aceite se destina casi en su totalidad al consumo humano. Categorizado como un bien de primera necesidad, su precio se ubica a un nivel similar que a fines de febrero pasado, cuando se iniciaron los procesos de cuarentena en casi todos los países del mundo.
Cabe preguntarnos aquí qué esperar hacia adelante y cuáles son las proyecciones a nivel global para la campaña 2020/2021. Considero clave basar nuestro análisis de qué puede ocurrir en materia de precios en un dato: la relación stock/consumo en los principales países exportadores de cada producto. Este indicador nos muestra la disponibilidad real de mercadería a la cual tiene acceso la demanda.
En el caso del maíz y de acuerdo a la estimadora francesa Strategie Grain, dicha relación sería las más alta desde 2008/2009, ubicándose en niveles del 30,1% y representando un nivel de stock mayor a 280 millones de toneladas. Con una relación inversamente proporcional a los precios (a mayor relación stock/consumo, menor es el precio esperado), estos se proyectan en el nivel más bajo desde ese mismo período.
Con respecto a la soja, la situación es similar al maíz. La relación stock/consumo para la Argentina, Estados Unidos y Brasil se ubicaría en niveles muy cómodos y la proyección de precios muestra un nivel similar o inferior a los vistos durante la actual campaña 2019/2020.
El girasol, en cambio, presentaría la relación stock/consumo más ajustada desde 2013/2014 en los principales países exportadores, lo cual lleva a Strategie Grain a proyectar los precios más altos de las últimas tres campañas.
Estamos entrando en pleno mercado climático para los tres cultivos en el hemisferio norte, lo cual podría generar un reacomodamiento en los datos antes analizados y oportunidades de captar buenos precios forwards.
Sin embargo, a la hora de construir un margen bruto, y viendo los actuales precios forwards para 2021, como así también la estabilidad de rindes en la región, el girasol (cuyas retenciones bajaron del 12 a 7% en marzo pasado) tiene una ventaja competitiva para el sudeste de la provincia de Buenos Aires en relación al actual escenario económico mundial.
Son meses que van a exigir un alto nivel de decisión en términos de precios teniendo en cuenta que en los próximos 60/90 días históricamente solemos tener los mejores precios disponibles y forwards, ya que cualquier problema productivo en hemisferio norte es visto como una señal alcista para los mercados.
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