A quien hasta hoy fue secretario de Bioeconomía le objetaron la falta de una gestión más cercana a los productores
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“Básicamente Bioeconomía generaba lejanía con el agro, se va a buscar una estructura más ágil y decisión de cambio de perfil de la gestión”.
Letal, la frase de una fuente consultada en el oficialismo ilustró uno de los motivos por los cuales Fernando Vilella terminó saliendo del Gobierno como secretario de Bioeconomía y ahora será reemplazado por Sergio Iraeta, su segundo que pasará a ser secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca. Vilella, porque no quiso, no pudo o no lo dejaron, no terminó de impregnarle a su cartera lo que, dicen, era lo que quería el Gobierno. La remoción lo sorprendió en París, a horas de emprender un vuelo de escala tras visitar China, Japón y Corea del Sur para abrir mercados. Se fue como funcionario, volverá al llano.
Mucho antes de llegar hasta el espacio del gobierno de Javier Milei, Vilella prestó otros servicios políticos. Fue subsecretario de Asuntos Agrarios del exgobernador bonaerense Daniel Scioli y pasó como asesor en bioeconomía de Leonardo Sarquís, exministro de Agroindustria de la exgobernadora María Eugenia Vidal. El año pasado, en tanto, antes de aterrizar en La Libertad Avanza (LLA) asesoró al exprecandidato presidencial Facundo Manes.
Fue Nicolás Posse, exjefe de Gabinete, quien lo convocó para coordinar el área de Bioeconomía. Armó planes, programas y un equipo. Nunca fue hombre del riñón de Luis Caputo, ministro de Economía, pero interactuó con él. Esta mañana, Manuel Adorni, vocero presidencial, dio otro indicio sobre las razones que guiaron la salida de Vilella. “Tal vez Fernando no podía alinear algunos objetivos que tenía el Ministerio [de Economía]...”, dijo en un tramo de su presentación ante los medios.
De extensa trayectoria en la Facultad de Agronomía de la UBA, hombre que se volcó de lleno en programas como Bioeconomía y Agronegocios, y casa de la cual llegó a ser decano, antes de asumir en el cargo Vilella había puesto una condición: que hubiera certezas sobre qué pensaba hacer el Gobierno con las retenciones, uno de su mayores desvelos.
Vilella reclamaba poner algo que indicara un norte para su eliminación. Sin embargo, a poco de asumir, en el marco de la primera Ley Bases y el original paquete fiscal, tuvo que defender él mismo el intento del Gobierno de subir las retenciones. Lo hizo en el Congreso. Tras el enojo del campo y varios gobernadores, el gobierno de Milei en ese momento retiró el capítulo fiscal conflictivo.
Más allá de cuestiones formales, Vilella nunca tampoco terminó de trabar una sintonía fina con las entidades gremiales del agro. Por más que en algunas organizaciones hoy lo valoraron, no le dio vuelo político al vínculo con el campo. En rigor, mostró más un perfil técnico que político. Algunos vincularon esto con su desempeño más académico que productivo, algo que, indicaron fuentes consultadas, ahora buscarán revertir con Sergio Iraeta, un productor.
En estos meses Vilella enfrentó otros desafíos: las críticas en redes de productores cercanos al pensamiento libertario que venían actuando como una suerte de “muro de contención”. Al exfuncionario le enrostraban tener un programa más cercano a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas que estar con los pies en lo que pasa en el país con el sector. Eso, en rigor, no fue así, pero Vilella cargó con ese rótulo. Estaba enfocado en la bioeconomía como concepto más abarcador. Veía oportunidades más allá de lo productivo.
Otro desafío que enfrentó fue la “intervención” de hecho que hizo en su cartera Juan Pazo, secretario coordinador de Producción. Le manejó el tablero de control y hasta el mismo Pazo terminó teniendo protagonismo en diversos temas y algunos de los últimos encuentros con el sector, como por la trazabilidad ganadera.
El colmo de la “interna” que enfrenó Vilella se vio hace uno meses: involuntariamente, en marzo pasado le dio un Me Gusta en la red social X a un mensaje del senador Martín Lousteau, tras el rechazo en el Senado al megaDNU de Milei.
“Peor epidemia de dengue en 15 años. Ni una campaña de prevención nacional a la vista. Ministro de Salud que brilla por su ausencia. Vocero que cuestiona a la ciencia. Vacuna inaccesible para millones de argentinos y argentinas. Gobierno ausente. ¿Insensibilidad o cinismo?”, dijo el radical, en un posteo en la red X, que fue avalado por Vilella. Al observar esto, la cuenta de X del libertario que se presenta como Gordo Dan -se llama Daniel Parisini-, apuntó: “Che, a partir de mañana no formás más parte del Gobierno. Nos vemos”. Vilella contestó que había sido un “error”.
Esta mañana Gordo Dan le volvió a escribir a Vilella: “Vaciá YA tu escritorio que estoy yendo para ahí @vilellafer”.
Hace unos días, Vilella había enfrentado un terremoto interno en el Gobierno cuando designó a Claudio González como director de emergencia agropecuaria. Le recordaron que González, que fue vocal en el directorio de Parques Nacionales en el gobierno anterior y es presidente ad honorem del consejo de los ingenieros agrónomos (CPIA), había pedido públicamente el voto para Sergio Massa antes de la segunda vuelta electoral. El “muro de contención interno” no se la dejó pasar.
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