En la última semana se dio una recuperación de valores del ganado que, no obstante, quedarán entre 15 y 40 puntos por debajo de la inflación; el efecto del dólar maíz
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El atraso de precios del ganado a fines de junio pasado alcanzó niveles muy pocas veces visto en la historia de la ganadería, con retrasos de 45 puntos porcentuales (pp), respecto de la inflación interanual para los novillitos y vaquillonas livianos destinados para abastecer el mercado interno. Los terneros de la invernada, inicio del proceso de recría y engorde, se encontraban 80% atrás en precios, llegando a estar con valores por debajo del gordo, cuando el promedio histórico se encuentra cercano al 1,20.
Con los valores ajustados del cierre de esta semana, los valores del gordo a faena, estimando un nivel de inflación interanual similar al del mes pasado, que en un día subieron cerca de 100$/kg y los terneros de invernada, que si bien incrementaron sus precios en más de 130$/kg, todavía siguen corriendo por detrás de la inflación, quedando retrasados en 15 y 40 puntos porcentuales, respectivamente, por detrás de la inflación.
Sin duda, algo de esto provocará una suba del precio de la carne al consumidor, que reducirá su retraso de 40% respecto de la inflación, posiblemente quedará 10 puntos por detrás de ella. Esto implicará un aumento de precios al consumidor no menor al 20%, impactando significativamente en la inflación de agosto próximo.
¿Qué fue lo que determinó esta suba? Hubo varios factores, el inicio del cambio climático que presagia la vuelta de la oferta forrajera en primavera, también la posibilidad que cambie el partido gobernante y con ello los enormes impactos negativos que el actual generó al sector agropecuario y, por último y probablemente actuando como disparador, el enorme error alertado por todos los actores de la actividad privada de imponer un “dólar maíz” que encareció los costos un 25%, sin que las habituales promesas de compensación convenzan a nadie.
Como quiera que sea, los precios de la carne que habían sido un ancla muy importante para impedir mayores niveles a la inflación, a costo total de la producción primaria, ha comenzado a modificarse e impactará en el bolsillo del consumidor.
En este contexto, resultará imprescindible que se comunique adecuadamente que no es suba sino recuperación parcial del brutal atraso y resulta absolutamente necesaria para recuperar una ganadería devastada por la sequía. Una vez más (y van….) queda demostrado que los mercados son resilientes pese a la infinidad de trabas, prohibiciones, cepos y tantísimas medidas de intervención que, como siempre ocurrió a lo largo de décadas, solo sirven para alentar la “barra brava populista”. Pero nunca para resolver problemas más profundos y trascendentes como son la carencia de planes y la carencia de compromiso y talento para manejar la política y la economía.
Llegaron los vientos de cambio, esperamos que terminen por llevarse los restos de la mala praxis y la reemplacen por capacidad, coraje, compromiso y esfuerzo para devolver la grandeza que nuestro país y sus habitantes requieren y merecen.
El autor es consultor ganadero
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