El titular de Agricultura compartió un encuentro informal anoche en el Mercado de Hacienda de Liniers con referentes del sector; descartó una mayor carga tributaria sobre la actividad y buscó brindar señales de previsibilidad para una mayor producción y venta al exterior, aunque destacando que la población pueda acceder a valores accesibles al producto emblema
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El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, dejó trascender anoche que sigue la preocupación del Gobierno por el aumento del precio de la carne, pero descartó nuevas intervenciones sobre la actividad. Buscó transmitir el convencimiento de que las últimas medidas tomadas, como la flexibilización del cepo a la exportación y la oferta de 20.000 toneladas de exportadores para las fiestas, es el camino correcto y pidió apoyo en esa línea.
Domínguez estuvo anoche en un asado por más de tres horas en el Mercado de Liniers con directivos de esa plaza concentradora, referentes de cámaras de consignatarios, de frigoríficos, matarifes e incluso de la Mesa de Enlace. Asistió acompañado de Jorge Solmi, secretario de Agricultura; José María Romero, subsecretario de Ganadería y Carlos Milicevic, vicepresidente del Senasa.
Entre otros, del sector privado estuvieron por el Mercado de Hacienda de Liniers su presidente Oscar Subarroca y el vicepresidente Agustín Lalor. También participaron, entre otros, los titulares de cámaras consignatarias Carlos Colombo y Juan Santillán; Leonardo Rafael (cámara de matarifes); Andrés Mendizábal (Mercado Agronadero de Cañuelas), Miguel Schiariti (Ciccra), Gustavo Valsangiácomo (Única) y Elbio Laucirica, vicepresidente de Coninagro.
Según pudo reconstruir LA NACION de diversas fuentes consultadas, el ministro dijo que para el Gobierno es una mala señal cuando suben los precios de la carne. Ante el planteo, desde el sector privado se le explicó cómo funciona el Mercado de Liniers, con la concurrencia del libre juego de la oferta y la demanda.
“No somos formadores de precios”, le explicaron. Al ministro le señalaron que cuando se puso el cepo, en mayo pasado, hubo una baja de precios de la hacienda y que el último incremento fue una recomposición y acompañamiento de la inflación. Un ternero de 300 kilos que valía 220-230 pesos el kilo el 2 de noviembre último pasó a 240-250 a la semana siguiente y ahora rondan los 250-260 pesos.
Domínguez, según un asistente, dio a entender que en un gobierno peronista había segmentos vulnerables a los que les costaba acceder a la carne. Ayer, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) informó que en noviembre pasado la carne subió 10,8% y acumula 75,5% desde noviembre de 2020.
El funcionario, en línea con lo que han venido reclamando entidades del agro, reconoció la importancia de la previsibilidad para la producción y que se exporte más. Aunque también subrayó la necesidad de que el consumo local crezca y pueda tener valores accesibles. En esta línea, Domínguez, dijeron allegados al funcionario, tuvo una reunión “propositiva” y de coincidencias. Cerca del funcionario insistieron en que valora una mayor producción y exportación y también el mercado interno.
De acuerdo a las fuentes del sector privado, que también calificaron de muy bueno el encuentro con el funcionario, en un momento el ministro indicó que durante su gestión no se tocarán las retenciones ni habrá cierres de exportación. Las retenciones a la carne, vale recordar, están en el 9%. Recientemente, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dijo que esa era una posibilidad para contener los precios. Domínguez así pareció diferenciarse.
Lo que viene
Respecto de los cierres de exportación, Domínguez no era funcionario cuando se puso el cepo a la carne en mayo pasado. En el caso del maíz, en octubre último llegó a establecer exigencias a los exportadores cuando se llegó a anotar 38,5 millones de toneladas de exportación. Luego igual se expandió ese volumen.
“No se daba la posibilidad de que un ministro se siente a dialogar y que haya un espacio para aportar ideas”, señaló un asistente a la reunión. “Creo en lo que me dice; si no se cumple, después diré que no se cumple”, agregó. Otro confió que el funcionario fue enfático en que las medidas tomadas son el camino para el sector. La semana pasada, Domínguez anunció que no habrá cuotificación desde el 1° de enero próximo y que categorías de vacas D, E y F para China no tendrán restricciones. En tanto, continuará una limitación para el exterior para siete cortes populares.
“Habló de objetivos claves, como producir y exportar más”, indicó otra fuente. Destacó que incluso se planteó la necesidad de una política de Estado más allá del ministro de turno.
Entre otros temas, se hicieron observaciones sobre la marginalidad en carnicerías, el troceado (para cambiar el sistema de media res) y en el aumento del peso de faena. También se subrayó la necesidad de trabajar en protocolos conjuntos respecto de temas ambientales y de bienestar animal para evitar imposiciones de otros países.
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