Se prevé una alta oferta de hacienda liviana para los próximos meses por los mayores ingresos en el engorde a corral; a su vez, el mercado de consumo interno está afectado por la inflación
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No se esperan buenas noticias para los precios de la hacienda en las próximas semanas. Gracias a la recomposición de cotizaciones del gordo de los últimos meses, los feedlots atraviesan un momento de números positivos y aportarán considerable oferta próximamente. Además, todavía continúa la descarga de los campos que provocó la sequía.
El porcentaje de ocupación de los corrales informado por la cámara de esa actividad y las existencias encerradas según Senasa muestran niveles muy superiores a los de hace un año atrás. Eso se puede traducir en una gran cantidad de hacienda liviana que saldrá al mercado dentro de tres-cuatro meses y. como consecuencia, habrá una oferta elevada de carne frente a un consumo interno golpeado, que sufre una inflación superior al 100% y no está en condiciones de absorber grandes volúmenes ni mucho menos convalidar mayores subas. Es por eso que se puede decir que una parte importante de la suba de precios ganaderos que se podía esperar para este año ya sucedió.
Entonces, el panorama hacia adelante en materia de valores del gordo liviano es complejo. En una economía que funciona a un ritmo de inflación de 7% mensual, es muy difícil sostener un ritmo de actualización de precios que logre empatar y/o ganarle.
La sequía afectó la producción forrajera y, como consecuencia, distorsionó distintos indicadores productivos, como los porcentajes de preñez o los pesos obtenidos en los destetes anticipados de los terneros. A su vez, esta compleja dinámica trajo alteraciones índices básicos del mercado ganadero como la faena, los movimientos de los terneros o la ocupación de los corrales. Por ejemplo, el agravamiento de la sequía durante los primeros meses del 2023 puso en aprietos los planes de la cría.
Las altas temperaturas y la menor oferta forrajera obligaron a realizar muchos destetes anticipados y a desprenderse de los terneros que, como consecuencia de esta decisión, salieron al mercado con un peso menor al normal. Los datos de movimientos de terneros de establecimientos de cría a invernada publicados por Senasa dan cuenta de esto y, tanto enero como febrero, tuvieron las cifras más altas de los últimos años, al tiempo que marzo también reflejará números elevados confirmando el inicio anticipado de la zafra de terneros. Este fenómeno trajo un estancamiento en los precios y bajó aún más el piso de valores para lo que viene, que son los meses más adversos en cuestiones climáticas.
En este contexto de precios de venta planchados para el criador y con costos en aumento, en especial de alquileres atados al índice de novillo de la Sagpya, los márgenes de la cría se ubican en sintonía con la media histórica.
Las exportaciones
En tanto, el mercado internacional de carne vacuna enfrenta un contexto difícil para la economía global, con alta inflación y problemas para el abastecimiento energético en Europa. La variable de ajuste se dio en los precios, ya que la demanda se mantuvo firme especialmente en el principal jugador, que es China.
El gigante asiático, a pesar de haber estado bajo el yugo de las políticas de Covid 0 durante 2022, que afectaron gravemente la dinámica de su economía, rompió un nuevo récord importador. Las cifras de enero y febrero son alentadoras, ya que ingresaron 227.000 y 195.000 toneladas de carne vacuna, respectivamente, a los puertos chinos, volúmenes muy sólidos para este momento del año. No obstante, la variable de ajuste fue el precio promedio, un 20% menor al de un año antes.
El gobierno chino levantó las restricciones sanitarias y también la prohibición a las importaciones brasileñas luego del caso detectado del “mal de la vaca loca”; eso es una buena noticia de cara a lo que vendrá en 2023 para el mercado exportador. Al final, como se preveía, la corta ausencia de Brasil en el mercado chino por el caso de vaca loca no generó grandes movimientos en el mercado, ni tampoco grandes oportunidades para la Argentina ni para Uruguay. De hecho, los precios del garrón y brazuelo (para tomar como referencia) que publica Apea, se ubican en torno a los US$/t 6000, sin grandes variaciones en las últimas semanas. Este valor es competitivo respecto de la media histórica y puede ganar más terreno hacia adelante en la medida en la que la economía china recupere el dinamismo perdido, y una vez que se extinga la oferta estacional doméstica de vacas de rechazo.
En Europa, antes de la temporada alta de primavera/verano, junto a una menor oferta de novillos Hilton, las cotizaciones del Rump and Loin estuvieron en US$/t 16.000 y hoy se registran operaciones en torno US$/t 14.800. Los importadores buscan abastecerse porque el invierno crudo ya pasó y las expectativas se renuevan.
En el informe Livestock and Products Semi-annual del USDA se estima que las importaciones del bloque volverán a los niveles prepandémicos y alcanzarán las 420.000 toneladas en 2023 versus las 400.000 de 2022 y las 321.000 de 2021. Altos costos de producción y políticas ambientales restrictivas para la producción, que ganan cada vez más terreno, limitarán la oferta interna producida por la Unión Europea. Esto es una buena noticia hacia adelante, ya que permite proyectar un año sólido para los novillos pesados empleados para las exportaciones argentinas hacia un cliente histórico.
El autor es analista del mercado ganadero de AZ-Group
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