En un contexto de menor oferta, entre otros factores, en el Mercado de Hacienda de Liniers hoy hubo categorías especiales que treparon hasta $35 por kilo versus la rueda de operaciones del viernes pasado; un comprador clave devolvió ganado que había comprado
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La jornada de hoy en el barrio de Mataderos, donde está el Mercado de Hacienda de Liniers, se despertó alborotada y terminó con importantes alzas para el ganado que, según prevén expertos consultados, terminarán impactando sobre los precios de la carne al público. Con un ingreso reducido de 4442 vacunos (lo normal suele ser de 8500 a 9000 cabezas), versus el último viernes -anterior rueda de negocios-, los valores mostraron un incremento del 5,90% en el Índice General -incluye todas las categorías- al pasar de $182,935 a $193,724. En tanto, el Índice Novillo trepó un 7,48%, de $207,428 a $222,949. Ya el viernes último la plaza había mostrado una tendencia alcista. Ese día el Índice General registró una suba del 6,35% y el Índice Novillo ganó un 6,56%.
Esta mañana, mientras los distintos compradores disputaban pocos lotes marcados, el martillero hacía valer el precio de la hacienda especial. Hay ya $35 de variación entre los valores de la subasta del viernes y los de hoy en las categorías más requeridas.
En este contexto, fuentes del sector describieron entre las causas de este fenómeno un “combo explosivo”: faltante de hacienda terminada, una demanda sostenida por el “plan platita” de diversos estímulos anunciados por el Gobierno, cámaras frigoríficas vacías, sumado a un runrún de una posible devaluación. Indicaron que, indefectiblemente, estas subas impactarán en los precios en el mostrador. Ese efecto alcista se verá en el mostrador, afirmaron, a fin de esta semana y principios de la otra.
En su último Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre pasado, el Indec relevó una suba del 1,8% para el asado, a 677,14 pesos el kilo, un incremento del 0,6% para la nalga, a $837,30 el kilo y un aumento del 0,4% para el cuadril, a $789,52 el kilo. En tanto, bajó 1,1% la picada y 0,1% la carne picada común.
“En algún momento iba a pasar. Se va a trasladar esos valores al consumidor porque de $50 de aumento que se pagan por el animal en pie, estos se convierten en $100 en el gancho (la carne que llega al carnicero en media res) y en $200 al público (ya en el mostrador)”, puntualizaron.
Una fuente consultada del sector feedlotero -engordadores de hacienda a corral- recordó que, para esta fecha del año pasado, también había comenzado una suba de la hacienda que derivó en importantes alzas.
“Acá, además, hubo un atraso (de precios) generado por el cierre y cuotificación de exportación de carne vacuna, primero total y hasta ahora parcial. Se generó un desaliento en el sector feedlotero”, indicó. Precisó que cayó la ocupación en los establecimientos de engorde a corral.
En este sentido, la fuente consultada no pudo asegurar si estos precios se van a quedar así o si seguirán en alza: “Nadie seriamente puede decir cuál es nuevo precio de equilibrio (para la hacienda)”.
Situación difícil
Sin embargo, planteó que la situación de precios frenados era algo que se tenía blanquear. Deslizó la versión de un supuesto pedido del Gobierno de no comprar ganado para que no se genere una suba antes de los comicios pasados.
“Era difícil hacerlo previo a las elecciones, pero poselecciones los operadores se tienen que hacer de la mercadería. Es la ley de oferta y demanda porque la hacienda vale lo que están dispuestos a pagar los compradores”, afirmó la fuente.
Esta mañana, en la plaza concentradora la firma Coto adquirió 90 animales especiales a un precio elevado y decidió, ya bajado el martillo, devolver la hacienda y retirarse de las ventas en las pasarelas. Tras conocerse ese dato en el mercado, fuentes del sector leyeron detrás de eso una supuesta intervención por parte del Gobierno.
“Hacer devolver los novillos a uno de los compradores más importantes del mercado no es ni más ni menos que sacarle la referencia máxima de precios que tiene Liniers”, apuntó una fuente del sector.
En tanto, ante una consulta de LA NACION, la empresa Coto señaló que la devolución de los novillos, luego de haber sido comprados, tuvo que ver con “una decisión puramente comercial”.
Para el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti, “el plan platita del Gobierno” es lo que llevó al aumento de la carne vacuna.
“Yo ya lo había anticipado. Encima se sumaron días de lluvia que dificulta a que los productores saquen su hacienda de los campos. Con plata en el bolsillo iba a aumentar la demanda y la oferta de carne para consumo no alcanza a cubrir las necesidades del mercado. Ahora habrá que ver si la demanda convalida o no los precios”, señaló.
“Estamos cerca de las fiestas de fin de año y, si el plan platita continúa, los precios van a seguir subiendo porque ese adicional lo vuelcan al consumo. La gente no se irá de vacaciones pero al menos se dan un gusto”, añadió.
El dirigente recordó que siempre en la Argentina hubo dos baches de oferta de hacienda en el año: verano e invierno. “Luego fue solucionado con la aparición de los feedlots. Lo que ocurre es que hoy el negocio del engorde a corral da pérdidas y la invernada que compran va a engordarse a campo, que lleva más tiempo de terminación”, indicó.
Por otra parte, Schiariti señaló que ignora qué hará el Gobierno cuando el 31 de diciembre próximo finalicen -salvo que haya otra medida oficial- las restricciones a las exportaciones de carne vacuna.
“La lógica es que, ante el resultado electoral que tuvieron y el precio de la carne en alza, ellos tienen que demostrar que algo hacen, aunque no sirva para nada. El acuerdo de carnes a precios populares con los exportadores son 6000 toneladas, un 3,3% del consumo que, además, se vende exclusivamente en supermercados, donde no compra la gente que realmente necesita. Es un subsidio a la clase media”, afirmó.
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