Se trata de la Asociación de Criadores de Caballos para Destrezas Gauchas, que ya tiene más de 400 socios y una cifra superior a los 1000 equinos inscriptos
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El origen de los caballos mestizos en la Argentina data de fines del siglo XIX cuando razas europeas y orientales se incorporaron a la pampa húmeda y se cruzaron con criollos que ya habitaban esos lares. Si bien esa mestización enseguida logró relevancia y trascendencia por su gran aptitud para las tareas rurales y las destrezas gauchas, debió pasar más de un siglo para que la raza tenga su asociación de criadores de caballos de destrezas gauchas.
Con sus 82 años, Pedro Lucio Sarciat fue uno de los mentores para que ello ocurriera. Con un apellido ligado 100% a los caballos y vinculado al sector agropecuario, en 1964 se fue a vivir al campo familiar en Rauch, del que nunca más se fue.
“Desde muy chico vi nacer las fiestas gauchas en los campos y hacía muchos años que quería hacer una reglamentación de los deportes ecuestres porque estaba todo desmadrado”, dijo a LA NACION Sarciat, presidente de la asociación.
En este contexto, contó que en 2018 se realizó en Chascomús una reunión de criadores de este tipo de caballos para buscarle la vuelta para que las asociaciones protectoras de animales no coarten las actividades deportivas de la raza, una especie de paraguas de protección.
“Salimos convencidos que había que hacer una asociación y empezamos a buscar un argumento jurídico que le de sustento. Debíamos tener un resguardo y respaldo a través de una asociación de caballos mestizos. Esa fue la primera idea”, explicó.
Según contó Sarciat, desde hacía años que muchos criadores venían haciendo selección de los caballos. Fue allí que buscaron al veterinario Luis Flores para darle forma y encuadre legal para los caballos que formen parte de la asociación.
“El caballo que pertenece a la asociación de destrezas gauchas es un caballo armónico, fuerte y liviano a la vez, que se logró pura y exclusivamente a través de años de cruzamiento y selección funcional, cuando el hombre de campo de la región pampeana empezó a elegir caballos de más porte para las faenas cotidianas”, señaló Flores.
“Siempre el eje de la asociación es el respeto por el caballo. Además, para que los deportes camperos, como ser carreras de sortijas, pruebas de riendas, con tambores, andares y otras destrezas de campo que ya existían, tengan ahora su formalidad”, agregó.
Según explicó, a la hora de seleccionar un caballo para destrezas gauchas argentinas, el biotipo animal debe tener un estándar racial con estas características: un cuerpo armonioso, fuerte, ágil, musculado y equilibrado; una alzada: mínima de 1,48 metros; un peso mayor a 400 kilos; un carácter equilibrado, activo y dócil; una cabeza proporcionada, perfil recto, base ancha y hocico fino; unos ojos redondos, pigmentados y vivaces; unas orejas chicas y ollares flexibles; una cruz definida y musculada; y una grupa inclinada, larga y también musculada, entre otros.
Detalló que la asociación tiene como objetivos principales fomentar el desarrollo y la crianza de equinos de raza para todo tipo de destrezas gauchas, como pueden ser pruebas funcionales, así como también organizar concursos ecuestres con el fin de promover la raza.
Luego de darle un encuadre jurídico, los directivos hablaron con la Sociedad Rural Argentina (SRA) para que sea la entidad quien lleve el registro. “Desde que se abrió el registro base y abrimos el abanico, no damos abasto. Son más de 400 socios inscriptos y más de 1000 equinos registrados. En la Rural, con solo cuatro años de vida y con la dificultad de dos años de pandemia, ya somos la segunda asociación de criadores y de caballos inscriptos. Tenemos inspectores en varias provincias y el crecimiento de la raza parece no tener techo ni límites. Cada vez hay más interés: tenemos, por ejemplo, pedidos de inscripción pendiente de un criador por más de 200 yeguas y padrillos. Hay un cordobés también que quiere anotar 100 yeguas”, detalló Sarciat.
Para Flores, gracias al tesón y empuje de Sarciat se logró finalmente tener una asociación. “Es el alma y el motor de un movimiento que se gestó y que necesitaba un liderazgo. Era un lugar que estaba vacío pero Sarciat como líder logró la unificación de criterios”, dijo el veterinario y también soguero.
Para Sarciat, es un sueño hecho realidad que mucha gente “bien de campo” estaba esperando. “Deseo que la asociación siga su rumbo de crecimiento con las generaciones jóvenes que también aman, trabajan y respetan los caballos”, finalizó. Este sábado próximo, en el predio de la Sociedad Rural en el barrio de Palermo, en la exposición Nuestros Caballos, por primera vez la asociación se presentará en su pista central con un desfile de amazonas y distintas pruebas ecuestres.
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